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— ¿que lo tiene en las nubes, su alteza? — la voz divertida hace que alce la cabeza de los miles de papeles que hay en el escritorio

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— ¿que lo tiene en las nubes, su alteza? — la voz divertida hace que alce la cabeza de los miles de papeles que hay en el escritorio. Papeles de peticiones o saludos cordiales de fronteras con el Clan Život las cuales eran obvias sus intenciones querían estar seguros de que el Clan se encontrara en buena forma y en caso de que no fuese así ver las posibilidades de atacar.

El rey Xiumin me mira divertido, en sus ojos se ve la alegría y la impaciente sensación de que quiere jugar. JongDae tendría que recorrer mucho o tal vez fuese al revés.

— ¿su alteza? — vuelve a preguntar juntando sus cejas y pareciendo preocupado.

— lo siento, Rey Xiumin — me disculpo sonriendo un poco con pena. — atender estas cosas me dejan divagando mucho. Es reconfortante saber que su majestad esta guiándome mientras su hermano regresa.

Xiumin sonríe ante la mención de su hermano, haciendo que lo mire curioso.

— es un poco triste su alteza, que no haya podido reunirse con mi hermano, es decir, con su esposo — sonríe encantador dandole a su voz un tono de pena mal disimulada.

— yo lo encuentro beneficioso — digo sin pensar y en cuanto me doy cuenta de mi error — lo siento, no era mi intención ofender a su hermano. — reparó— pero supongo que tuvo que surgir algo urgente, es decir, no es que...

— tranquilo su alteza — sonríe con complicidad y algo de diversión — yo a veces encuentro favorable el no estar cerca de ese hombre de tan mal carácter.

— yo no....

— claro con usted es diferente — sonrie y inclino mi cabeza confundido con su comentario.

— ¿diferentes? Yo creo que nuestro majestad es bastante atento, no solo conmigo, también con los demás — explico aún con la duda de su comentario.

— ¡oh, si claro! — le restó importancia — eso es porque tiene miedo de que usted le tema, supongo que lo que haya visto más agresivo de él es dar alguna orden o gruñir como perro rabioso — dice soltando una risa. — pero las cosas no fueron de rosas cuando cayó en cama.

— ¿no? — susurró mordiendo el interior de mi mejilla, aun confuso y curioso.

— sí, el Clan se volvió loco y Kai arrasaba con quien sea, si se plantaba enfrente de él. — comentó— parecía un maniático buscando curas, yendo y viniendo de reinos y clanes inhóspitos solo para buscar algo que lo ayudase a levantarse de cama y dejara de quejarse con dolor cada momento. Incluso llego a mi reino dando portazos a media noche gritando mi nombre — se rio el hombre — fue un gran espectáculo.

Mire a Xiumin contar las cosas y desastres que llego hacer Kai no me parecían cosas que no hiciera por el bien de su reino y tener de forma política todo en orden.

My Alpha || Mi Alfa || KaiyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora