15

116 11 51
                                    

••• leer la nota 📝

— Dae, fuiste otra vez a convencer a mi esposo de que me saque de aquí ¿no? — digo dándole la espalda a la puerta de la habitación principal, escuchando como Dae parece maldecir a alguien por lo bajo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Dae, fuiste otra vez a convencer a mi esposo de que me saque de aquí ¿no? — digo dándole la espalda a la puerta de la habitación principal, escuchando como Dae parece maldecir a alguien por lo bajo.

Por otro lado yo estoy en la tarea de acomodar la linda ropita de mi bebé, porque Jongin y yo hemos estado comprando muchas cosas y aún que antes me pareciese bastante tonto y una falta de conciencia, ahora observando como Jongin se le iluminen los ojos mirando trajes o cosas de bebés no puedo detenerlo. No cuando me sonríe brillantemente.

De igual forma yo soy igual, solo de sostener un trajecito pequeño e imaginar a nuestro bebé en ese pequeña vestimenta hacía que mi corazón se acelere y me sienta feliz.

— ¿como sabes? — pregunta entrando y sentándose en un cojín al igual que estoy yo, en el suelo.

— ¿que te dijo? — le respondo preguntando curioso — ¿y porque vienes maldiciendo desde que subiste las escaleras? y ya llevas haciendo esto un mes — río y Dae forma un puchero.

— si ya sabes para que preguntas — dice cruzándose de brazos y lo miro divertido esperando que me diga — ¡muy bien! Me dijo que si estas feliz aquí, él no iba a impedir que siguieras metido en est eliges lleno de peligros. — sonrió casi escuchando la voz de mi pareja algo irritado de escuchar esta mismo ensayo de Dae. — dijo que igual está él contigo. Lo mismo de siempre como un monólogo — dice fastidiado y me rió de mi pobre amigo, a este punto Jongin dejará de ser amable y solo lo ignorará.

— deberías dejar de molestarle — digo después de sonreír brillante y continuo mi trabajo, Dae se une. — haces que llegue más tarde a casa y lo extraño.

Dae gira los ojos sin respeto y rio leve por el gesto.

— por favor, no me confieses tus pensamientos y sentimientos sobre ese hombre, por favor.

Suelto una risa y niego — tu andas así porque el rey Xiumin se fue y por eso estas gruñón con todos — comentó — las cocineras dicen que solo se te escucha maldecir al rey.

Dae se sonroja levemente y quita su mirada sobre mi cuando lo encaro.

— ¡no es así! — se defiende. — lo que haga ese rey de pacotilla no es de mi incumbencia. El que se haya ido a sido una recompensa.

Niego divertido mirando como se intenta escudar entre tantas mentiras.

— después de todo mi deber es estar a tu lado a todo momento. — dice terminando el primer puñado de ropa.

Lo miro con pesar y mi corazón se encoge. Esto es algo por lo que no me gustaría irme y dejar incompleto. Dae es mi amigo, mi hermano, mi pequeño apoyo.

— sabes que te dije que podías haber aceptado la oferta de ir con él a su reino y estar un tiempo con él. — digo dejando de lado lo que hago y tomó tu mano — incluso el rey pidió permiso por si tú sentías algún tipo de carga o algo así.

My Alpha || Mi Alfa || KaiyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora