Ishida
Jou miró a Matt sentado bajo la sombra del para sol de brillantes colores de la heladería completamente solo y luciendo realmente deprimido, con una palmada en el hombro le hizo saber que estaba ahí, el rubio se sorprendió, no había notado su presencia.
Fue casualidad que se topara con Jou, había ido al centro comercial para ver si daba con Tai, después de todo aun tenían pendiente la compra del equipo para la práctica de química y era un buen pretexto para pasar tiempo con él y aclarar como siempre el malentendido. Toda la semana intentó acercársele durante el almuerzo, pero Tai salía disparado a quien sabe dónde y para acrecentar su curiosidad había aprobado su examen de cálculo con un resplandeciente ocho punto siete.
Nunca en su vida había maldecido tanto tener un club de fans, porque precisamente debido a eso no podía dar un paso sin que alguna buscara hacerle plática y eso le impedía ir a espiar a Tai. No iría a su departamento porque no quería arriesgarse a que Hikari lo noqueara de un puñetazo o le cerrara la puerta en la cara. Tk ya le había contado lo sucedido ese lunes y lo de la transferencia. Así que en parte ahora entendía porque Tai apenas tocaba la campana de salida corría como alma que lleva el diablo.
Pero hoy era sábado y tenían que comprar algo juntos, Taichi a pesar de ser un despistado era bastante responsable, no por nada es un líder, alguien que asume errores y los enmienda, y así lo hacía, en cada ocasión en que tuvo la culpa de sus disputas se tragaba su orgullo disculpándose y no paraba hasta conseguir su perdón, por eso Yamato sabía que la pelea tenía mas trasfondo y que él era el culpable, pero de eso a saber la razón distaba mucho. En eso pensaba cuando Jou lo encontró, el futuro medico llevaba material quirúrgico.
—Entonces, ¿Qué pasó?
Matt lo miró extrañado.
—¿En dónde está Tai?
Matt negó y dejo caer su cabeza con pereza sobre la mesa de la heladería donde estaban sentados. Ese lugar era su favorito, ahí vendían sabores que nunca imagino que existieran y Tai siempre pedía los más exóticos. Recordaba una ocasión en que de forma sospechosa eligió a escondidas de él, sólo señalando el que deseaba para el empleado. El joven que los atendía sonrió cómplice y se marchó para traer su orden, él rogó y suplicó por saber que sabor era porque Tai parecía estarlo degustando con gran deleite, pero se negó a decírselo rotundamente, dos días después volvieron a ir y para su extrañeza, Tai repitió el mismo sabor, cosa en sí extraordinaria.
—Y bien ¿Cuál es? —preguntó de nuevo esperando esta vez sí poder sacarle la verdad.
—Si te lo digo ¿qué me das?
—Taichi. —Yamato rara la vez utilizaba su nombre completo. —Está bien, la próxima vez que vengamos yo pago.
A Tai le brillaron los ojos antes de negociar. —Que sean dos salidas y trato hecho.
Matt asintió, sin notar que aquella forma de hablar los hacía ver como pareja, como si estuvieran concertando citas.
—Se llama Yamato y está delicioso.
—Eso es imposible — gritó Matt rojo hasta las orejas.
—Si no me crees, míralo tú.
Yamato leyó con detenimiento y ahí estaba. —Yamato Nadeisko. —El rubio suspiró, al menos no era totalmente su nombre.
—Estúpido Tai —rumió.
—Yamato eres delicioso —contestó al insulto lamiendo el helado con fascinación y Matt en ese momento haría parecer pálida a una véngala.
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Ishida vs Yagami
FanfictionDicen que en la guerra y en el amor todo se vale, que es una guerra que pierde quien se enamora primero, pero en nuestro caso si bien la guerra terminó sin ganadores, me tome la molestia de contar las bajas. Porque los importantes no son los vencedo...