Dicen que en la guerra y en el amor todo se vale, que es una guerra que pierde quien se enamora primero, pero en nuestro caso si bien la guerra terminó sin ganadores, me tome la molestia de contar las bajas. Porque los importantes no son los vencedo...
—Y en esta esquina, en categoría peso pluma, los Yagamiiii.... —Taichi miró de mala gana a Davis, quien ni se inmutó y siguió con las presentaciones. —Y en esta otra con categoría peso gallo los Ishidaaaaa...
—Ya cállate Davis —rumió Tk a punto de saltarle encima.
—¡Uy! Pero qué carácter.
—Motomiya, le sugiero que se retire si no quiere terminar en la silla vacante de ahí —amenazó la secretaria del Director señalando la que estaba justo a la mitad de los dos pares de hermanos.
Ella ya tenía suficiente con tener que controlar a los Ishida y Yagami para que no volvieran a ensartarse en una pelea, porque el maestro que los había llevado, diplomáticamente expuso la razón de la detención al director y luego se fue dejándolos a su cuidado mientras esperaban su turno para entrar y recibir su castigo.
—No gracias. —Se negó en redondo Daisuke, porque en ese momento parecía una mala idea estar en medio de esas familias. —Bueno solo quería informarles que en cuanto terminen aquí, los esperamos en el lugar de siempre, comeremos pizza así que dense prisa.
Y los cuatro lo ignoraron.
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—Y bien, ¿Cuál es el motivo del pleito esta vez? Porque de ustedes no me sorprende —señaló el Director a los dos mayores. —Pero de ustedes, ustedes dos son aunque no les guste un ejemplo a seguir en esta escuela... señor Takaishi, su conducta es completamente inapropiada tanto como para un estudiante como para un caballero, pude haber esperado esas palabras hirientes de cualquiera menos de usted. Y señorita Yagami, a usted siempre la consideré una dama, toda una señorita y... y... GOLPEO AL SEÑOR TAKAISHI —se exaltó el Decano.
La luz de la tarde que enraba a su oficina le recordaba que a estas horas debería estar conduciendo de regreso a casa, en cambio estaba atrapado ahí hasta que no resolviera este pequeño enfrentamiento.
—Se lo merecía —siseo ella con la cabeza gacha y las manos apretadas sobre su regazo.
—Bueno quizá si no te incomodara tanto la verdad... —debatió Tk mirando de lado mientras sonreía de manera un tanto cínica.
—No le hables así a mi hermana oxigenado de mierda —arremetió Tai con el puño en alto, listo para vengar la afrenta con sangre.
—Y a ti quien te da derecho a insultar a Tk cuando el que tiene estiércol en el cerebro es otro —defendió Matt poniéndose de pie para hacerle frente a Taichi.
—Mi hermano tendrá mierda, pero al menos tiene algo ahí adentro y no solo humos de tratamientos foliculares —dijo Kari con total saña.
—¿Te puede tanto que tenga mejor cabello que tú? —preguntó alevosamente Matt. —Tal vez si pasaras menos tiempo con el tarado de tu hermano te darías cuenta de que tienes que esforzarte un poco mas en tu apariencia.
