¡HBD HITOYA! 🎉💜

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—¿S-seguro que todo estará bien, Amaguni-san?

—¡Claro que si, hombre!— decía el abogado palmeando la espalda de su mas reciente cliente. —No hace ni falta saber quien es el otro abogado para saber que ganaremos.

Estaban dirigiéndose a una de las salas del juzgado; hoy sería la primer sesión del caso, aunque, al ser un caso más claro que el agua, el veredicto se daría ese mismo día.

La mayor parte del jurado ya estaba en la sala, al igual que la otra parte del caso.

—Veamos a quién vamos a patearle el trasero hoy.— dijo Hitoya entre dientes, más para si mismo, tratando de ubicar al abogado de la otra parte.

Su sorpresa fue muy grande, al ver que su oponente, sería una mujer.

Aún no sabía bien de quién se trataba, pues esta se encontraba hablando con su defendido, dándole la espalda a Hitoya.

—¡Hitoya-san!— lo interceptó una peculiar voz antes de llegar a su mesa.

—¿Jyushi? ¿Kuko? ¿Qué hacen aquí?

—Es tu cumpleaños, Hitoya-san. Habiamos quedado ir a comer después de que ganaras este caso.

—Ah,— soltó una pequeña risa —con que así fue. Lo siento, lo había olvidado.

—Es la edad, comprendelo, Jyushi.

—Kuko...— dijo con notable enojo, antes de que Jyushi volviera a robar su atención.

—Oh, Hitoya-san. ¿Aquella no estaba en tu clase de la universidad?

Kuko y Hitoya voltearon, y cual escena de película, la chica había volteado a cualquier lugar dejando ver su rostro, aunque sin percatarse de quiénes hablaban de ella.

—¿Tú como sabes eso?— preguntó Kuko.

—En las fotos de su casa. Me parece que Hitoya-san tiene muchas con aquella señorita.

Miles de recuerdos inundaron la cabeza del abogado, pues la boca del menor estaba llena de razón.

Inconscientemente, y disculpándose con sus amigos, comenzó a caminar hasta su colega de profesión.

—(a)______ _______.— la chica volteó ante el llamado de su nombre, pero a diferencia de Hitoya, sin una sola pizca de sorpresa. —Así que tú defiendes a este sujeto... ya veo.

—¿Quiere llegar a un acuerdo previo? ¿O cuál es la razón de su comentario, Licenciado Amaguni?

—Simplemente, me llamó la atención encontrarte en esta situación. Te desearía suerte, aunque, es obvio que voy a ganar.— dijo girando sobre sus pies y acercándose a su mesa, donde ya se encontraba su cliente.

—Amaguni-san— lo llamó —¿conoce a la señorita?

—Si, estudiamos juntos.

—Entonces supongo que es muy buena abogada.

—Seguramente, pero no te preocupes, nosotros vamos a ganar.

Pocos minutos después, el juez entró y dio inicio a la sesión. Hitoya sabía muy bien las habilidades de su colega, pero también como combatirlas y sacar la verdad a la luz.

El juez dió 30 minutos de receso antes de dar el veredicto final. Hitoya no despegaba sus ojos de la chica, por lo menos no hasta que ella se levantó, seguramente para ir al baño. Checó un momento su celular y finalmente, regresaron a sesión, simplemente para declararlo a él y a su cliente, como ganadores del caso.

Ahora, ya estaba listo para ir con sus compañeros de división a celebrar su cumpleaños, no sin antes, ir a recoger su motocicleta.

—Espero te guste tu regalo de cumpleaños.

NAGOYA DIVISION | ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora