¡HBD LIC! 🎉💜

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—¡Llegue!— avisó Hitoya mientras se quitaba la chaqueta y zapatos para dejarlos en el entrada. —Estoy muerto— se quejó lanzándose al sofá en cuanto llegó a la sala y se acercó poco a poco a rodear la cintura de su esposa y descansar su cabeza en su pecho. Soltó un suspiró y la miró para poder besarla.

—Bienvenido a casa, mi amor~...— dijo dejando de lado su tableta, acomodándose mejor para abrazarlo —¿Quieres cenar?

—Más tarde, déjame quedarme así un momento— dijo soltando un suspiro y cerrando los ojos.

Ella sonrió y acarició su cabello, quedando así un buen rato, hasta que suspiró nuevamente y se levantó, no sin ante darle un gran beso.

—Vamos a cenar— dijo levantándose y tomando su mano.

Ambos se dirigieron al comedor y prepararon la mesa mientras hablaban de sus días y se disponían a cenar en tranquilidad.

—¿Qué haremos mañana?— preguntó mirándola con curiosidad mientras volvía a tomar una porción de su plato.

—¿Mañana? ¿Por qué?— Hitoya la miro con gracia y se acercó más a ella.

—Recuerdame, el próximo año, recordarte que es ni cumpleaños— ella rió y se acercó a él besadolo y sentándose en sus piernas. Hitoya no dudó en abrazar su cintura y dejar pequeñas caricias.

—Sólo estaba bromeando— rió mirándolo —Es que... de me hace raro que preguntes "¿Que haremos?" Cuando... nunca has querido celebrar tu cumpleaños.

—Bueno, siempre hay una primera vez.— ella tomó su rostro y comenzó a examinarlo.

—¿Eres Hitoya? No, ¿eres mi Hitoya?— preguntó riendo.

—Sólo... quiero festejar mi cumpleaños con mi esposa— dijo tomando su mano y besando donde se encontraba su anillo de matrimonio —la mujer que amo, ¿Eso esta mal?

—Está mal, porque eso quiere decir que nunca fui la mujer que amas por casi 4 años.— él rió antes de besarla.

—De igual manera siempre has celebrado mi cumpleaños.

—¿Pero si soy la mujer que amas?

—Lo eres, sin duda— volvió a besarla.

—Entonces... me encargaré de hacer la comida, ¿si?

—Te amo— dijo tomando su rostro para volver a besarla, esta vez repetidas veces.

Ella regresó a su lugar y continuaron con su velada tranquila.

Al dia siguiente, Hitoya se fue al despacho. Y por muy extraño que suene, estuvo ancioso por llegar a su casa aquella noche.

Poco antes de terminar su día, recibió una llamada de su esposa.

—¿Puedes ir a comprar la cena? Me... es que... Toya, perdón... me salio trabajo y no pude decir que no... yo de verdad...

—Oye, oye... Descuida. Fue... mi karma por nunca querer celebrarlo. Esta bien. Podemos comer jamón otro día...— dijo un poco desanimado —¿Qué quieres cenar?

—Elige tú. Es lo menos que puedo hacer, que decidas que cenar en tu cumpleaños... perdón, mi amor...

—Descuida. Ya celebraremos después. Nos vemos en un rato.

—Te amo.

—Te amo. Adiós.

Hitoya soltó un suspiro y terminó sus quehaceres para ir a compar la cena. Sushi. Eso escogió.

Llegó a casa y abrió la puerta, siendo sorprendido por su equipo y su esposa. Él  claramente la miró con confusión y ella se acercó a abrazarlo.

—Sorpresa— rió —Siento haberte hecho ir por sushi— dijo mirando la bolsa que traía en las manos —Los chicos querían sorprenderte.— y se alejó, abriéndole paso a su división.

NAGOYA DIVISION | ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora