Por qué

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Michiko estaba almorzando sola en la cafetería después de haber realizado 3 cirugías en tiempo record. Como era una mujer muy extravagante y antisocial, no le caía bien casi a nadie, sólo un poco al joven doctor Morimoto. Hiromi aún mantenía distancia y sólo la saludaba, adivinando que era una persona muy complicada y hasta peligrosa.

"Maldito estúpido idiota...". Murmuró Michiko de muy mal humor, comiendo como si no hubiera un mañana. "Decir eso justo anoche que quería gozarlo, ya no me dieron ganas de seguir haciéndolo...". Pero luego se lo pensó mejor. "¿Pero por qué tuve que creer que se refería a mi? Tal vez se refería a otra mujer... ¡Ay! ¡Pero qué tonta! ¿Y si no se refería a mi?". Se tomó la cabeza con ambas manos, escandalizada y avergonzada. "¡Qué tontaaaaa! ¡Ya verá ese imbécil!".

Kaji se despertó poco a poco, sintiéndose muy adolorido, hambriento, cansado y débil. Estaba completamente desnudo y tenía las manos esposadas hacia atrás pero por lo menos ya no estaba atado a la cama. Aun tenía los ojos tapados con la cinta adhesiva gris.

"...Menos mal que es perra no me hizo más nada... Creo que la confundí...". Sonrió débilmente. "Eso me dará un poco de tiempo para pensar en lo que haré...".

Se levantó como pudo de la cama y cayó inmediatamente al suelo boca abajo, sus piernas estaban entumecidas y no le respondían como él quería. El piso alfombrado le pareció mucho más cómodo que el colchón en ese momento, de alguna manera se sintió liberado. Después de unos minutos, trató de ponerse de pie y lo logró después de mucho esfuerzo y cuidado, quedándose parado, escuchando atentamente.

Estaba solo, eso era seguro, estaba en su departamento, era casi seguro, así que podía gritar para pedir ayuda a sus vecinos, pero no le gustaba la idea de que lo encontraran en esa situación, lo aterrorizaba lo que pudiera pasar después con su reputación. Era demasiado orgulloso como para permitirse ese tipo de exposición pública.

"Maldita sea, no sé qué hacer...". Se quejó, y al tanteo comenzó a buscar el cuarto de baño hasta que se ubicó y lo encontró, entró y trató se acerase lo mejor que pudo. Al rato salió y trató de ubicar la cocina, hacía como 2 días que no comía nada y estaba muerto de hambre y de sed. Para su desesperación, no pudo comer ni beber nada por más que hizo mil intentos para abrir algún paquete o botella. Cuando lo lograba, todo se le caía al suelo, de la heladera también todo se le cayó al suelo.

Frustrado y desesperado, se arrodilló en un intento para comer algo del suelo, pero cuando apenas se agachó, soltó una maldición y se sentó sobre sus tobillos, apoyando la cabeza contra el mueble de la mesada de la cocina, comenzando a llorar en silencio. Se sentía completamente humillado y su enrome orgullo había comenzado a romperse.

"¿Por qué me haces esto, por qué? ¿Qué mierda te hice para que me hagas esto...? ¿Por qué carajo tengo que obligarme a comer del suelo como si fuera un animal? ¡No lo haré! ¡Tengo mi orgullo! ¡Así me muera de hambre y sed no me humillaré a mi mismo!". Logró calmarse un poco después de decir eso y poco a poco volvió a quedarse dormido. Por lo menos no sentía frio, la calefacción estaba encendida. Por lo menos no me matará de frio... Pensó antes de dormirse.

Aquella noche, Michiko lo estaba observando, de pie al lado de él, con los brazos en jarra.

"No sé si se está dando por vencido o no...". Se agachó y lo tomó por el brazo, despertándolo. Kaji se estremeció de miedo e intentó apartarse de ella de inmediato.

"¡No! ¡Suéltame! ¡Maldita perra loca! ¡No me toques!". Intentó resistirse pero se sentía muy débil para defenderse, lo que encendió la lujuria de su secuestradora, que inmediatamente se arrodilló frente a él entre sus piernas y le rodeó la cintura con un brazo y la otra mano en la nuca para dominarlo mejor y lo besó intensamente.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON  La Acosadora Sexual (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora