Odio

468 16 36
                                    


Después de hacérselo un buen rato en el coche, Michiko le ordenó a Kaji vestirse para subir al departamento. Subieron por las escaleras, con ella agarrándolo fuerte por el brazo para controlarlo, él se dejó, completamente abandonado a su suerte. No había nadie en el pasillo, era hora de la cena, así que nadie los vio. Entraron al departamento y una vez que Michiko cerró la puerta, tomó a Kaji por el cabello y lo dirigió hacia la cama, tirándolo sobre ella mientras ella comenzaba a desvestirse, furiosa sin apartarle la mirada de encima.

"Te voy a enseñar a tratar de escapar, idiota, te partiré ese trasero en dos y más vale que no intentes nada, ya sabes lo que podría pasar. Quítate la ropa, ¿qué estás esperando?".

Temblando, Kaji obedeció y comenzó a sacarse la poca ropa hasta que quedó completamente desnudo, temblado como una hoja. Michiko ya estaba preparada con el arnés puesto pero con un strapon más grande.

"Bien. Ahora ponte de cuatro, te cogeré como la perra que eres".

"Vete a la mierda...". Replicó, furioso pero con un tono de voz apagado. Inmediatamente Michiko le dio tal cachetazo que lo dejó tirado de lado sobre la cama, con un hilo de sangre corriendo de su boca.

"Atrevido... Vamos, ponte de cuatro si no quieres que te golpee más fuerte, imbécil".

Temblando, furioso y avergonzado, Kaji se puso de cuatro poco a poco, Michiko sonrió satisfecha. Ya lo tenía completamente dominado. No existía aún el hombre que se resistiera por mucho tiempo a ella.

"Qué bonito trasero tienes, Kaji, tan exquisito, tan penetrable...". Se subió a la cama de rodillas, acomodándose detrás de su temblorosa posesión. Colocó las manos sobre las caderas de Kaji, haciéndolo sobresaltar. "Que sensible eres, imbécil...". Comenzó a acariciarlas frenéticamente al igual que su espalda baja, sus glúteos y sus muslos, gozándolo enormemente, Kaji, en cambio, comenzó a llorar silenciosamente, sintiéndose completamente humillado. "Llegó la hora de divertirnos, estoy tan caliente con tu trasero que quiero jodértelo hasta el amanecer". Acomodó el strapon contra el ano de Kaji y lo tomó fuertemente por las caderas. Y sin que él terminara de prepararse, empujó su cadera contra la de ella, metiéndole bien adentro el pene falso. Kaji gritó de sorpresa y dolor. Excitada por aquel grito, Michiko comenzó a bombearlo rápidamente y sin ningún cuidado, una y otra vez. "¡Dios! ¡Te lo he metido tantas veces y tu culo sigue siendo tan estrecho!". Lo tomó del cabello y lo obligó a moverse contra ella mientras ella se movía contra él, penetrándolo cada vez más profundo. Kaji comenzó a gritar de dolor y placer, ella de placer y lujuria, le encantaba someterlo. "¿Lo ves? ¡Eres tan rico! ¡Me enloquece escucharte gemir!".

¡Mierda! ¡Mierda! ¿Cuándo va a terminar toda esta tortura? Pensó desesperado, sintiendo cómo lo lastimaba cada vez más, no sólo físicamente, sino en su orgullo y en su espíritu. ¡Nunca te hice nada malo! ¿Por qué tienes que hacerme esto? ¡Te odio! ¡Te odio con toda mi alma!

Más tarde lo tenía boca arriba con una mano esposada al respaldar de la cama, besando todo su rostro, su cuello, sus hombros y su pecho, mordiéndolo de tanto en tanto mientras seguía penetrándolo sin parar, Kaji simplemente se dejó hacer todo lo que ella quiso, ya ni siquiera se movía, luchaba ni lloraba, parecía un muñeco sin espíritu, totalmente quebrado. Ya estaba muy cansado, ya todo le daba igual.

Abusó del él por horas hasta que se dio por satisfecha, dejándolo destrozado. A la mañana siguiente, Michiko se dio una ducha y se fue a trabajar, momento en que Kaji comenzó a llorar desconsoladamente, dando rienda suelta al dolor que lo estaba consumiendo, ya no podía resistir más, la odiaba con toda su alma por haberle hecho semejante daño, sintiéndose horriblemente traicionado por la mujer que tanto había admirado en secreto. Al final, ella no era un ejemplo a seguir, era un monstruo.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON  La Acosadora Sexual (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora