DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON La Acosadora Sexual (Doctor-X/Doctor-Y)

Colgado a mis caprichos

A pedido de mis pervertidos lectores, la segunda parte de esta historia XD 

Daimon Michiko: 36 años

Hideki Kaji: 48 años

Hiromi Jonouichi: 33 años

¡Que lo disfruten pervertida/os! XD

"¡Maldita perra estúpida!". Kaji tiró un vaso de vidrio contra la pared de su elegante departamento, rompiéndolo en mil pedazos. "¡¿Cómo se atreve a humillar al gran doctor Kaji Hideki?!". Cayó sentado al piso, haciendo una mueca de dolor. "¿Y cómo me atrevería a denunciarla a la policía? Se reirían de mí... Jamás creerían que un hombre fue violado por una mujer... Maldita perra loca... Ojalá supiera quién carajo es para hacerle pagar lo que me hizo... ¡Maldita!".

Semanas después, Kaji estaba leyendo unos afiches que estaban pegados en una de las pizarras de uno de los pasillos del hospital cuando sintió un roce en su trasero e inmediatamente se dio media vuelta y se encontró cara a cara con Michiko Daimon.

"¡Mierda! ¡El demonio!". Gritó, pegando la espalda contra la pared. "¿Es que me quieres matar de un susto, tonta? ¡No tienes por qué tocarme, idiota!".

Michiko sonrió burlona, con las manos en los bolcillos de la bata.

"Supe que te estás dedicando más a las cirugías y a las conferencias que a salir con mujeres, Kaji... ¿Por qué será? Siento curiosidad".

"¿Y a ti que te importa? No molestes, demonio". Quiso irse pero ella le cortó el paso pegando la palma de la mano contra la pared, con el brazo como una barrera. Kaji se detuvo de golpe y la asesinó con la mirada. "¿Qué carajo quieres, Daimon? No tengo nada qué hablar contigo, tonta". Se dio media vuelta para irse por el otro lado pero ella se lo impidió, pegando la otra palma de la mano contra la pared, encerrándolo entre ella y la pared. Sorprendido, Kaji se quedó pegado de espaldas a la pared, con Michiko respirándole sobre el rostro, mirándolo directamente a los ojos, era una mirada tan peligrosa que lo asustó, poniéndolo nervioso.

"¡Oye! ¿Qué mierda crees que estás haciendo, tonta?". Se quejó, temblando como una hoja.

Michiko sonrió aún más, poniéndolo más nervioso de lo que ya estaba.

"No había notado lo atractivo que te ves, Kaji...".

"¿Eh? ¿Atractivo?". Repitió, desconcertado, pero enseguida se repuso. "¡Atractiva tu abuela! ¿Por qué mejor no me dejas de molestar, estúpida? Perdiste tu oportunidad cuando rechazaste salir a cenar conmigo la otra noche, demonio, ni sueñes que volveré a invitarte a comer, idiota".

"¿Comer? ¿Y quién dijo eso? Yo solo quiero otra cosa de ti...".

"¿Eh?". Parpadeó desconcertado.

Para su sorpresa, Michiko acercó sus labios a los de él, poniéndolo mucho más nervioso.

"¿Pe---pero qué mierda estás haciendo...?". Preguntó con un hilo de voz.

"Besarte...". Murmuró sobre sus labios, con los ojos cerrados.

Entonces Kaji, con el corazón latiéndole a mil por hora y perdido en la sensualidad de Michiko, cerró los ojos esperando el beso de Michiko hasta que la escuchó quejarse, volviendo a abrir los ojos.

"¡Aaaaaaayyyyy, nooooooooo! ¡No puedo besarlo! ¡Es demasiado para mí! ¡Me da ascooooo!". Michiko se apartó de él y miró hacia el otro lado del pasillo. "Usted gana la apuesta, doctora Jonouichi, nunca podré besar a este pesadooooo!".

"Entonces págueme los 100 yenes, doctora Daimon". Hiromi salió de un pasillo lateral y se acercó a ella, extendiendo la palma de la mano, entonces Michiko, haciendo un berrinche, le puso la moneda en la mano.