Mi legado (Final oscuro)

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Cuando aquella tarde Kaji salió de la institución psiquiátrica, se encontró con Hiromi Jonouichi, que lo estaba esperando en uno de los bancos de la plaza que estaba al frente del viejo edificio de varios pisos.

"¿Cómo está ella?". Se puso de pie en cuanto Kaji llegó. Él se giró con nostalgia hacia el edificio.

"Se puso muy feliz al saber que muy pronto la darán de alta".

"Eso era seguro, pasar encerrada en ese lugar por casi 7 años debe haber sido una tortura para una mujer tan independiente como ella".

"Si, pudo soportarlo porque le permitieron operar a los pacientes psiquiátricos todos estos años...". Kaji se sentó en el banco y Hiromi hizo lo mismo, mirándolo muy interesada. "Por fin el demonio pudo revelar el por qué de su odio contra los hombres como yo...".

"¿Pudo saber por qué?".

Él la miró y le dedicó una cariñosa media sonrisa.

"Por supuesto. Mereces saberlo después de que ella casi te matara la otra vez y por haberme ayudado, Jonouichi".

"Si... Realmente no fue nada". Asintió con modestia. Kaji suspiró y se echó hacia atrás, mirando hacia el cielo.

"Resulta que cuando murió su padre luego de que le cerraran la clínica, mi esposa había quedado sola en este mundo sin que nadie quisiera ayudarla. Apenas había terminado el instituto y quería seguir los pasos de su padre estudiando medicina. Quería convertirse en la mejor cirujana del mundo para salvar todas las vidas posibles. Por ese motivo fue que viajó a Cuba para encontrarse con el mejor amigo de su padre, el ex cirujano Akira Kambara. Él la tomó bajo su tutela y la ayudó a cumplir sus sueños ingresando a la universidad cubana y enseñarle él mismo sus propias técnicas, pero...". Bajó la cabeza, apesadumbrado. "allí fue donde comenzó su pesadilla. Resultó que ese hombre, ese maldito mal nacido, abusó de ella por más de 15 años, casi desde que se conocieron...". Cerró los puños con fuerza, furioso. "Le arruinó toda su juventud y su inocencia".

"¡Oh!". Horrorizada, Hiromi se llevó la mano a la boca.

"Cuando él decidió volver aquí con ella, al Japón, después de muchos años de estar exiliado, nadie se acordaba de él ni tampoco tenía familia, así que Michiko lo... mató apenas llegaron... y enterró su cuerpo en el bosque. Nadie preguntó por él, jamás, fue el crimen perfecto. Desde entonces ha estado castigando a cada hombre que se le pareciera en algo a ese maldito infeliz: avaricioso, mujeriego, violento, egoísta, abusador... Como lo era yo". Se estremeció, sintiéndose muy mal, pero Hiromi le colocó la mano en el hombro y le sonrió dulcemente.

"Tú no tienes comparación con ese hombre, Kaji, no seas tonto. No eres perfecto, ¿quién lo es? Pero eres un tipo con un corazón enorme, ¿entiendes? Jamás le harías daño a nadie ni aunque lo mereciera. Eso lo entendió tu esposa y por eso se enamoró de ti, se dio cuenta que las apariencias engañan y no se puede juzgar un libro por su tapa... Confía más en ti así como ella confío en ti, ¿si?"

"Si". Asintió, feliz.

Al día siguiente, Hara y Kaji estaban conversando muy animadamente sobre el futuro soñado de Kaji con su esposa, a la que liberarían muy pronto de su encierro luego de haberse recuperado mentalmente. No había sido juzgada por la justicia por sus crímenes por haberla considerado que no estaba en pleno poder de sus facultades mentales cuando los cometió. Muchos se molestaron con ese veredicto, pero ya había pasado mucho tiempo y ya era un tema muerto y enterrado para casi todos sus protagonistas.

"¿Así que ya está completamente recuperada? Será muy interesante conocerla como es ella en verdad, no como esa loca que casi nos mata". Opinó Hara, haciendo una mueca de disgusto al recordar cómo lo había empujado por las escaleras.

"Menos mal que los conocí después de eso...". El doctor Ebina se estremeció de miedo, Kaji lo fulminó con la mirada, molesto.

"Tan cobarde como siempre, idiota... Igual, no creo que hayas sido de mucha ayuda, Hara, Morimoto y Jonuichi se portaron como héroes junto con el ex director Busushima".

"¿Y piensan tener hijos?". Quiso saber Hara mientras Ebina se rascaba la cabeza, avergonzado.

"No. ella no quiere tenerlos, dice que conmigo es suficiente para ser feliz, además, ya somos demasiados mayores y nuestro trabajo es lo más importante para nosotros".

Hara suspiró.

"¡Vaya! Son tal para cual... ¡Cómo los envidio!".

En ese momento, el reloj dio las ocho y todos se dispusieron a volver a sus casas.

"Sigan siendo buenos tipos, chicos, lamentaría mucho que no lo fueran". Murmuró Kaji mientras guardaba sus cosas en su maletín, sus amigos se volvieron, mirándolo muy extrañados.

"¿A qué te refieres con eso, Kaji-kun?". Quiso saber Ebina.

"A nada... Y vámonos". Les sonrió de oreja a oreja.

"Oigan, ¿qué les parece si nos vamos a tomar unos tragos para celebrar tu unión definitiva con Daimon?". Propuso Hara.

"¡Si! ¡Hagamos eso!". Festejó Ebina.

"Lo siento, chicos, pero será para otra noche. Tengo que preparar mi nido de amor... Ya saben... Ella pronto regresará a mi y por fin seremos una pareja normal". Se sonrojó, agarrando con las dos manos la manija del maletín, un poco avergonzado.

"¡Oh, si, si! ¡Por supuesto, amigo!". Se rieron.

Más tarde aquella misma noche, el director Hiruma se despertó, estaba desnudo y colgado, atado por los puños con una soga que colgaba del techo. También estaba amordazado, dándose cuenta que estaba en un cuarto completamente vacío.

Lo único que recordaba era haber salido del hospital, acercarse a su coche y sintió un repentino pinchazo en el cuello, y todo se volvió negro a su alrededor en cuestión de segundos, perdiendo el conocimiento.

Gritó bajó la mordaza por ayuda, aterrorizado.

"Se está esforzando en vano, director Hiruma, nadie lo escuchará. Nunca nadie escuchó lo que pasa aquí en todos estos años". Apareció de entre la oscuridad un hombre vestido con una bata de doctor y el rostro completamente pintado como un demonio japonés. Hiruma abrió los ojos como platos, aterrado. El desconocido comenzó a caminar lentamente a su alrededor, disfrutando del terror de su victima. "Supongo que se preguntará por qué está aquí, bueno, sólo le diré que si vuelve a meterse con una menor de edad, no seré tan suave como ahora...". Alzó la mano y le mostró un garrote de policía. "No, no se ilusione, no es para golpearlo, eso sería demasiado poco para un degenerado como usted". Se detuvo detrás, apuntando la punta del bastón hacia el trasero de Hiruma, ""Esto le dolerá mucho, se lo prometo, así aprenderá a no meterse con niñas inocentes... Lo humillaré de tal forma que ni siquiera se animará a ir a la policía, lo haré en nombre de ella y de todas las que sufrieron por causa de degenerados como usted, maldito infeliz".

Se escuchó un horrible grito doloroso ahogado por la mordaza, resonando por toda la habitación.

Kaji sonrió maliciosamente.

Muy pronto haremos esto juntos, mi amor... Pensó.

FIN

¡Y llegamos al  primer final de esta historia! Espero que les haya gustado a los lectores oscuros, je je. Inicialmente este historia iba a ser sólo el primer episodio, un oneshot, le dicen, pero como quisieron que siguiera escribiéndolo, así lo hice y finalmente llegamos hasta aquí. Sé que algunas cosas no tenían sentido por esa razón, pero espero que igual les haya gustado.

¡Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, no dejen de poner sus comentarios para saber qué les pareció todo eso! Y recuerden, hay otro final después de este si lo quieren leer.

Y después, continuaré con mi versión omegaverse, a la otra historia la dejaré suspendida por unas semanas y le haré una versión navideña, hay algo que tengo que saber acerca de la serie para seguir escribiendo... ¡más material para nuestro ship Michi-Kaji! XD

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON  La Acosadora Sexual (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora