NO ME TENGAS MIEDO. (KOOKMIN).

Finalmente juntos.

— ¿Cómo te fue en tu primer día de regreso a clases?

— Todos me miraban...

— Es normal, no habías asistido en un largo tiempo.

— No, no era por eso. — Apretaba sus dedos. — Todo me miraban como si fueran a saltar sobre en mi en cualquier momento.

— ¿Todos, o alguien en particular?

Jimin la miro a los ojos, no se lo dijo en ese momento, pero se refería a los Alfas más grandes que él.

— ¿Puedo decirle algo?

— Lo que quieras.

Dudo por unos segundos pero finalmente hablo.

— Siento que alguien me vigila, cuando salgo a la calle y alguien que no conozco se acerca mi corazón empieza a latir con rapidez. Y cuando alguien me toca mi cuerpo se paraliza.

— ¿Aún sigues sintiéndote a si? — Se suponía que ya habían avanzado en eso.

— Si... Todo el tiempo. — Apretó sus manos. — ¿Cree que alguien día pueda ser tocado sin sentir miedo o asco?

— Si, claro que lo creo.

— Pues yo no, odio que me toquen, jamás dejaré que alguien vuelva a tocarme.

°°°

No importa el hecho de que no pudiera ver con claridad su cuerpo, bastaba con poder tocarlo, podía sentir su aroma dulce a vainilla y chocolate que funcionado con el fuerte aroma de café negro formaban una mezcla exquisita.

Jungkook ya no tenía el aroma de esos Omegas sobre él gracias a la lluvia y a qué Jimin lo cubría con su aroma.

Se recortaron sobre aquella manta húmeda y de cortinas que el Alfa encontró dentro de una de esas cajas viejas.

Beso sus labios mientras quitaba su ropa mojada, podía ver por pequeños momentos el rostro del Omega gracias la los relámpagos que entraban por aquella ventana. Se veía tan pequeño, su rostro rojo y caliente hacían que el frío de su cuerpo se desvaneciera.

Cuando sus cuerpos estuvieron totalmente desnudos Jimin sintió timidez, ya lo había visto antes pero hacia mucho desde la última vez que lo miro de ese modo.

Jungkook se dió cuenta de esto porque Jimin puso tensó su cuerpo.

— Tranquilo. — Acarició su rostro. — No puedo verte.

— Claro qué lo haces. — Podía cada que el edificio se iluminaba. — Lo haces justo ahora.

Su voz era como la un niño quejándose, adorable y berrinchudo.

— Sólo miraré tus ojos. — Volvió a besarlo.

Sus piernas se enrollaron en su cadera, sintió como sus piernas eran acariciadas y sus pezones ser lamidos. Sus ojos estaban húmedos y cansados.

El Alfa fue llevando sus besos hasta su abdomen fue bajando cada vez más hasta llegar a su entrepierna dónde empezó a lamerlo.

— Ju...jungkook. — Sujeto la cabeza del Alfa.

Este lo volteo a ver, gracias a luz que entraba por la ventana pudo ver cómo este hacia una cara de placer.

— D-Dijiste que solo verías mis ojos. — Dijo entre quejidos.

— Eso hago. — Sonrió para después volver a lo suyo.

Jimin metió sus dedos entre el cabello de jungkook ya que este era largo pudo sujetarse sin llegar a lastimarlo.