Celo.

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— Dime Jimin. — Tomó una posición más firme. — ¿Cuál es tu mayor miedo?

— ¿Mi mayor miedo?

Si, ¿A qué le temes?

Guardo silencio por un largo tiempo hasta que miro a los ojos a la Omega enfrente de él.

— A lo que más le tengo miedo... — Apretó sus puños. — Es a... volver a verlo.


°°°

Acorraló al Omega en la pared, su cuerpo estaba en medio de esta y del pecho del Alfa.

Sus grandes manos sujetaban su cintura, no podía contenerse.

— D-Deberias irte. — Sus labios rozaban los del Omega.

— ¿Por qué? — Dijo con la respiración agitada.

— No quiero lastimarte...

Jimin miro el rostro de Jungkook, su respiración caliente sus ojos tornándose rojos, la fuerza de sus caricias y el poco control de su cuerpo. En otro entonces eso lo hubiese asustado, pero él era su Alfa, jamás le volvería a tener miedo a la persona que amaba.

— No vas a lastimarme. — Sujetó sus mejillas.

Él no sabía exactamente eso, jamás había estado con un Alfa en celo, Jungkook sabía eso por eso le preocupaba tanto.

— Yo muerdo. — Dijo sujetando las manos de Jimin. — Yo no soy para nada como soy normalmente. No quiero asustarte.

En realidad él había sido muy cuidado con Jimin.

— Jungkook... — Sería difícil, no lo negaba pero quería tanto estar con él. — Yo no te tengo miedo.

El Alfa relajó su cabeza, las manos de Jimin eran tan suaves.

— "Mi amor" — El corazón de Jungkook casi salió de su pecho por eso. — Te amo.

Y como si eso fuera algún tipo de estimulante su cuerpo se puso aún más caliente y lleno de necesidad.

Lo tomo de la cintura y lo levantó como sino pesará ni un sólo kilo.

Jimin se asustó por el repentino movimiento. Se sujeto de los hombros de Jungkook.

— Algodón de azúcar. — El rostro de Jimin se puso rojo por la forma ronca en la que hablo. — Eres mío.

— ¿T-Tuyo? — Él siempre dijo que no era de nadie. — Yo n... — Pero él lo hacía olvidar eso. — Yo soy tuyo.

Sus labios se unieron, se sentía caliente.

— Solo tuyo...

Después de eso solo sintió como su cuerpo fue dejado sobre la cama, y como el cuerpo del Alfa se subió sobre él.

Sus feromonas de celo volvían su cuerpo tan sumiso. Literalmente el Alfa podría decirle "salta" y él Omega saltaría.

Quizá está era la última prueba. Estaba a punto de salir por completo de aquel oscuro agujero en el cual había estado por tanto tiempo.

El Alfa se deshizo de la ropa que impedía besar y acariciar el cuerpo del Omega, su piel palida suave y con ese tatuaje en su costado hacia que quisiera lamerlo y morderlo.

La caliente del cuerpo del Alfa hacia que el cuerpo del Omega sudara, y todo el aroma de su cuerpo aumentará.

Sus aromas de combinaron haciendo que se perdieran en ellos.

NO ME TENGAS MIEDO. (KOOKMIN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora