NO ME TENGAS MIEDO. (KOOKMIN).

No me mires así.

Lo empujó contra la pared sujetando sus hombros.

— ¿Qué haces?

— No confío en ti. — Acerco su rostro. — ¿Cómo se que realmente me estás ayudando? ¡¿Ah?!

— ¿Qué ganaría con mentirte? Si quisiera hacer algo solo lo haría. — Lo empujó. — Escuchá, no tenemos tiempo para estupideces.

— Primero dime quién mierda era ese sujeto. ¿Por qué se llevó a Jimin?

— Él es alguien con quién nadie debe meterse. Es alguien a quien no le importa absolutamente nada. — Recordó todo lo que le había ayudado a hacer. — Por lo que sé, él es el hermano de tu padre.

Jungkook estaba confundido.

— ¿Qué? Mi padre no tiene hermanos.

— Lo tiene. Y es ese sujeto.

No entendía nada. ¿Por qué sus padres no le habían dicho eso? Ahora que lo pensaba tenía sentído. Siempre que había preguntado sobre la familia de su padre jamás respondían con seguridad o sinceridad o simplemente no respondían.

Además de que aquel hombre se parecía mucho a su padre.

— Yo no sé mucho de eso, lo único que se es que este lugar esta muy alejado como para que tu padre llegué pronto.

— ¿Dónde estamos?

— En una casa en las afueras de la cuidad. Nadie vendría aquí así que es un gran lugar para ocultarse y para esconder a alguien.

Jungkook se acerco.

— ¿Jimin está aquí?

— Lo esta. Pero está casa es muy grande y tiene muchas habitaciones, aunque te dijera por dónde ir podrías perderte.

— ¿No vendrás conmigo?

— No. Yo me quedaré esperando a que tu padre llegué, si logro verlo antes que las personas que cuidan allá afuera, podré hacer que entre sin problemas.

Empezó a caminar.

— Aún no confío en ti.

— ¿Quieres ayudar a tu Omega o no?

Miro a todos lados. El pasillo en dónde estaban se veía vacío y deprimente.

¿Qué más podía hacer? Cualquier opción que tuviera era arriesgada.

— Si. 

— Entonces sigueme. Te diré por dónde ir. Después estarás por tu cuenta.

Asintió para después seguirlo.

•••

Jimin miraba el gran plato de comida frente a él. Tenía de todo tipo de comida sobre una mesa la cual había colocado hace un momento.

— Come.

— No.

Sentía que si lo hacía su estómago lo devolvería.

— No voy a jugar a esto contigo. — Tomó una cuchara para tomar un pedazo de carne. — Abre la boca.

Acerco la cuchara pero Jimin la alejo de un golpe.

El Alfa solo guardo silencio y regreso por otra pedazo. Sujeto el rostro de Jimin y hizo que abriera la boca.

— ¡No quiero! — Su rostro dolía. Lo empujaba evitando que metiera algo en su boca.

Se subió sobre él evitando que moviera su cuerpo.

— ¡Dije que lo comas!

Metió la comida sin importar el que apenas y pudiera tragarlo.