Historia.

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Jin corrió a toda la velocidad que sus piernas se lo permitieron. No le importaba que su madre le gritara que se detuviera, no le haría caso, solo corrió hasta la habitación del hospital que Hoseok le dijo.

— ¿Qué pasó? — Miro a Taehyung y a los demás en el pasillo. — ¿Es algo malo?

Estaba preocupado ni siquiera le tomo importancia a la presencia de Namjoon y Hyunjin.

— Está dormida... No parece ser nada malo pero no quiere despertar. — Dijo Hoseok mientras abrazaba a Taehyung.

— ¿Pero por por qué?

Guardaron silencio. Jin estaba confundido.

— Seok Jin. — Su madre sujeto su brazo. — Vamos a casa.

Ella no sabía por quién estaban ahí, solo siguió a su hijo después de que saliera corriendo al cortar la llamada telefónica.

— No. — Se zafó. — No voy a irme.

Su madre miro a su alrededor, se preocupo mucho cuando vio a Taehyung llorar entre los brazos de su Alfa.

— ¿Qué pasó? — Miro a su hijo.

— Es lo quiero saber...

Se quedarían, la madre de Taehyung era una buena amiga de ella no la dejaría sola. No importaba que Jin estuviera castigado, lo dejaría estar con sus amigos. Solo por esta vez.

Jin miro a esos dos Alfas parados a unos pocos metros de él, lo que menos quería en ese momento era que su corazón se acelerara más de lo que ya estaba.

Namjoon y Hyunjin querían tanto ir a abrazar a Jin. Se veía tan débil y pálido, pero hacerlo sería un problema.

— ¿Dónde está Jimin? — Pregunto Jin.

Un silencio y una mirada decaída lo hizo suspirar.

•••

Sus labios ardían, aquel beso lleno de lágrimas sus ojos y sus mejillas.

Junto mucha fuerza para morder su boca y hacer que lo soltara. No lo soltó hasta que pudo sentir el sabor a sangre.

— ¡Maldición! — Una bofetada hizo arder su mano, pero fue peor para Jimin.

El llanto de Jimin aumento por aquel golpe. Su mejilla quedó tan roja.

— Oh mi amor. — Hizo que Jimin lo mirará. — Lo siento, lastime tu lindo rostro. Me había prometido no volver a lastimarte.

Lo abrazo.

— Pero para que eso no pase tienes que ser bueno. — Lo abrazo. — Oh mi amor... Eres hermoso, pero odio que hayas manchado tu cuerpo con tatuajes, además me gusta más tu cabello rubio. — Acarició su cabeza. — Tu aroma es tan dulce, me vuelve loco.

Se sintió tan mal cuando ese Alfa se puso inhalar su aroma. Solo quería que una persona lo hiciera y esa persona no estaba ahí, pensar en él lo hacía no poner atención a las horrendas palabras de aquel tipo.

— Tu cuerpo es tan suave.

Lo odiaba, lo odiaba tanto.

— Oh mira. — Acarició la cicatriz de su cuello. — Está pequeña cicatriz es un hermoso recuerdo. ¿No lo crees?

No hubo respuesta.

NO ME TENGAS MIEDO. (KOOKMIN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora