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Viernes 9:00 am
-Buenos días princesita-. Dije luego de que la Anto se despertara. -Hola flaquito,¿Como dormiste....y el Oto?-. -Dormí bien,no sé,se bajo de la cama hace un rato-. Sabía que después de decir eso la muerte vendría a mi. -Pero amor,cuídalo po-. Se levantó y se fue a buscar a su hijo peludo. -Mira Otito..tú papá,rétalo-. Rió mientras cargaba al Oto. -Uy,que le ponen color,si míralo está más que vivo-. Le saqué la lengua.  -Levántate,tú tienes partido hoy día-. Se me había olvidado ese pequeño detalle,hoy jugábamos contra la Juve a las 6. -¿Me vas a ir a ver?-. Pregunté.

-No tengo entrada mi amor-. Respondió poniendo cara de pena. -Yo me encargo de eso-. Le guiñé el ojo y me paré en la puerta del baño. Ella solo me sonrió y recorrió mi cuerpo con su mirada. -¿Acompáñame?-. Dije. Siempre era ella quien tomaba la iniciativa,así que está vez decidí ser yo. Volvió a sonreír levantándose de la cama,hasta que hubo una pequeña interrupción en nuestro momento. El Oto.

-Pucha amor,el Oto va a quedar solito-. Parecía mamá primeriza. -Es un perro,y por unos minutos que se quede solo no le va a pasar nada-. -¿Quien cuidó al Oto cuando preparaste la sorpresa?-. Preguntó. -El Esy,un amigo-. Dije desesperado. -Pregúntale si mañana puede cuidar al Oto hasta el domingo-. Guiñó. Solo asentí y rodé los ojos, me quedé con las ganas,hace días que no pasaba nada entre nosotros y la verdad si extrañaba el sexo.

Viernes 13:57 pm
Estábamos almorzando cuando de repente tocan el timbre. La Anto se paró de inmediato a abrir la puerta. Luego de hacerlo,se quedó ahí,congelada. Yo no sabía que pasaba,fue como si hubiese visto a un fantasma.

-Hola-. Dijo,a penas le salía la voz. -Anto...-. Escuché que respondieron a el otro lado de la puerta,era la voz de un hombre. -¿Que haces aquí Ignacio?-. Preguntó enojada. -Vine a buscarte,a recuperarte,a pedirte perdón. Anto viajé para acá solo por ti,por favor déjame pasar y volvamos a intentarlo-. Agregó suplicante. Ay pobrecito,no sabe que estoy acá escuchando todo y que si sigue webeando voy a salir yo.

-No weon,me hiciste mierda,como queri que te perdone,lo que me hiciste nunca en mi vida te lo voy a perdonar,ándate de aquí y no vuelvas....Aparte yo ya estoy pololeando con alguien que si me quiere y valora de verdad-. Gritó. Yo sabía los extremos de la Anto,y este ya era el máximo nivel,no solo de rabia,se notaba como se le quebraba la voz. Pero yo seguía sin entender que estaba pasando y quien era ese tal Ignacio,eso se lo preguntaría después,ahora tengo que darle soluciones y no más problemas. Por lo que decidí salir a hablar con el weon.

-Hola compadre ¿Que se te ofrece?-. Pregunté sarcásticamente. La Anto ni se esforzó en detenerme. -¿Quien eri vo?-. Respondió haciéndose el choro. Estoy a 1 de chantarle el medio combo.

-El pololo de la Anto ¿Y tú...andas vendiendo rifas por aquí?-. Dije mirándolo de pies a cabeza. -Que chistoso el weoncito,¿Antonia andai con esta wea?-. Rió. Ella solo lo miró y comenzó a insultarlo y a pegarle. Rápidamente la agarré,le dije que se calmara y que yo me encargaría de la situación. Me hizo caso. -O te vas por tu cuenta o te saco yo de aquí,elige-. Dije desafiante. -¿Y vo que te creí,que por ser futbolista te tengo respeto?,no perrito-. Rió dándome palmadas en la espalda. La rabia me consumió y sin darme cuenta ya estaba arriba del tipo pegándole. La Anto al percatarse de la situación,corrió hacia mi y me calmó,en cambio el tipo ni siquiera se esforzó en defenderse cuando yo le estaba pegando. Qué onda este. Al levantarme del piso,el quedo ahí llorando y gritando perdón. La Anto le decía que no y que se fuera,hasta que por fin lo logró,el tal Ignacio se levantó y se fue. Entramos a la casa y ella seguía muy exaltada,por lo que le di un vaso de agua mientras le acariciaba el pelo.

-¿Amor...quieres que hablemos de eso?-. Pregunté. Prefería preguntarle si quería,ya que no iba a obligarla a nada. -S...i-. Respondió y comenzó a llorar. Solo la miré y corrí a abrazarla,sentí como se desplomó en mis brazos,era un peso muerto,intenté tranquilizarla por harto rato. -Ya mira...el fue mi pololo por 6 años. Creo que te había contando,pero te dije que le había terminado porque quería vivir la soltería,pero no fue así. Los primeros años todo fue lindo,como arcoíris y nubes de algodón. Después,la relación se volvió tóxica,me celaba hasta por darle las gracias a él niño del súper.y cuando yo le preguntaba qué onda,me decía que desconfiaba de mi porque era una maraca. Yo...Erick..te prometo que yo no soy eso,te lo juro-. Explotó en llanto. Nuevamente la abracé,lo más fuerte que pude. Quizás cuanto rato tuvo guardado esto la pobrecita. Claramente eso no había sido lo único que le había hecho este weon.

-Amor,mírame-. Dije. Ella solo me miró mientras las lágrimas recorrían por su hermosa cara. -Yo lo sé mejor que nadie. Eres una mina especial,la más perfecta de todas. Yo..me enamoré de ti desde el segundo 1, cuando me pediste la foto ¿Te acuerdas?-. Sonreí. -.Se la mina que eres,y mira agradezco profundamente que le hayas terminado a ese saco wea y ahora estés conmigo,yo te voy a cuidar como te lo mereces. Eres mi tesoro más valioso,y siempre te voy a cuidar,proteger,te voy a ayudar a sanar cada una de las heridas que tengas y te enseñaré a amar cada una de tus inseguridades-. Ella me miró atentamente y se secó las lágrimas,luego de eso me abrazó lo más fuerte que pudo y besó. -Y enana,si un día necesitas y quieres desahogarte,estoy aquí,sea por algo que haya pasado hace 10,11,12,13 años... A mi siempre me va a interesar,¿Bueno?-. Miré atentamente.

-Gracias amor...sin duda eres lo mejor que me ha pasado en la vida,nunca pensé en encontrar a alguien tan bacan como tú. Te amo mas de lo que te imaginas y mas de lo que yo creí que podría llegar a amar..Por favor nunca te vayas de mi lado-. Sonrió y me acarició tiernamente la cara.

-Gracias a ti princesa,por enseñarme lo que es el amor. Te amo con tanta intensidad que parece imposible...Y jamás te voy a dejar sola-. La rodeé con mis brazos y luego llegó el Oto,como siempre. Así que estuvimos los 3 abrazados por un buen rato.

Ignacio,simplemente un saco wea

Desde que te vi ~Erick Pulgar~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora