Advertencia: Capitulo largoo
Pov Gaara
Entre las paredes de un vibrante color naranja, que le otorgan un toque dulcemente especial para mí, fijo mi vista en ellos, acurrucados tiernamente. Isamu mantenía su cabeza en el pecho de Naru, aspirando la fresca y exquisita fragancia que ella emanaba, una fragancia que lo calmaba de manera automática. El niño era sumamente posesivo y celoso con mi Uzumaki, y lo entiendo perfectamente, aunque no de su inocente y tierno modo.
La habitación estaba impregnada de calidez, no solo por el color, sino por la presencia de los que amaba. Naruko, mi esposa, siempre había tenido esa capacidad de llenar cualquier espacio con su esencia. Me acercaba despacio, queriendo ser parte de ese momento sin romper su magia. Ella murmuraba algo que no alcanzaba a comprender, pero me hacía sonreír, porque hasta sus incoherencias me parecían encantadoras. Me tenía torpemente enamorado, y cada día agradecía que sus extrañas ocurrencias no hubieran cambiado.
Mientras los observaba, reflexionaba sobre lo mucho que había cambiado mi vida desde que Naru y yo nos conocimos. Recordaba nuestro primer encuentro, casi como si fuera ayer. Habíamos sido amigos durante mucho tiempo antes de que me atreviera a confesar mis sentimientos. Su torpeza, que ahora me hacía sonreír, había sido una de las primeras cosas que me cautivaron. Esa vulnerabilidad, esa autenticidad, era algo raro y precioso.
Isamu, nuestro hijo, había heredado muchas de sus características. Aunque su posesividad y celos a veces parecían excesivos, eran una muestra de su profundo amor. Observándolo, no podía evitar pensar en mi propia madre. Siempre había deseado que estuviera allí para ver cómo había crecido, cómo había formado una familia propia. Capaz ella hubiera hecho lo mismo por mí, protegerme, cuidarme, amarme de la manera en que yo ahora amaba a Isamu y Naru. Sacudí la cabeza, alejando esos pensamientos melancólicos. No quería que la tristeza empañara ese momento de paz. Dejé un beso en el cuello de mi esposa y me levanté con cuidado para revisar algunos papeles que el consejo había enviado. Antes de irme, me aseguré de tapar bien a mi familia, protegiéndolos del frío de la noche.
Los documentos del consejo siempre parecían urgentes, y aunque a veces me frustraban, también sabía que era mi responsabilidad. Había asumido ese papel con orgullo, queriendo hacer una diferencia en nuestra comunidad. Mientras revisaba las páginas, pensaba en los desafíos que habíamos enfrentado y en los logros que habíamos conseguido. A pesar de todo, siempre regresaba a casa, a ellos, a mi refugio. El sonido de la respiración tranquila de Isamu y Naru llegaba hasta mi pequeño escritorio, recordándome lo afortunado que era. La vida no siempre había sido fácil, pero momentos como ese hacían que todo valiera la pena. Terminé de revisar los papeles y me acerqué de nuevo a la cama, contemplando a mi familia una vez más antes de apagar la luz.
Nuestras vidas continuaban con una mezcla de rutina y sorpresas. Isamu crecía rápidamente, y con cada día venían nuevas aventuras y desafíos. Desde sus primeras palabras hasta sus travesuras más recientes, cada momento estaba lleno de amor y aprendizaje. Naru y yo, a veces nos agotados y decidíamos que consejos tomar que nos daban individualmente para luego tomarlo juntos, encontrábamos fuerza en nuestra conexión y en la familia que habíamos construid. Recuerdo, que un día, mientras paseábamos por el parque, Isamu corrió hacia un árbol en particular, señalando algo emocionado. Naru y yo nos miramos con curiosidad antes de acercarnos. Resultó ser un pequeño nido de pájaros, con tres crías esperando a ser alimentadas. Isamu observaba con fascinación, y Naru aprovechó para enseñarle sobre la vida y el cuidado de la naturaleza. Era en esos momentos, en esas pequeñas enseñanzas, donde encontraba la verdadera belleza de la vida.
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愛 | Gaara
Fanfiction«Nunca me arrepentiria si es contigo» Acompáñalos en esta travesía llena de AMOR, amistad y redención, donde cada decisión tomo un diferente rumbo de sus vidas ocasionando que dos almas gemelas se ayuden en una etapa complicada. ¡No te pierdas esta...