愛 | Gaara

Capitulo 5

Capitulo 5 [] Efímero

  Cada día queria que el tiempo pasara rápido. Mi paciencia era nula ¿Tanto debía esperar para que naciera?

Mis tiempos se basan en sentarme en el balcón con Temari hablando sobre el nuevo tratado con mi aldea. Un tren que llevaría a cargo mercancía, el avance del tiempo, magnífico.

Por más que Gaara me insistía en reposar, andaba con toda la emoción y energía caminando por la casa o ayudando con el papeleo. Me sentaba a un lado de el en su oficina y atendíamos las inquietudes de los aldeanos, mientras que el bebía su vaso de café como siempre.

Mi vientre ni siquiera me permitía tocar los pies, a veces era algo cómico, era Gaara quien me ayuda a vestirme o hacer algunas cosas!.

El cuando se acostaba a mi lado,  apoyaba su cabeza en mi vientre y comenzaba a hablar haciendo que el bebé comience a patear. ¡Era bastante inquieto!

Ahora me encontraba adolorida muchas veces llegaba a marearme. Gaara estaba a mi lado, en la cama, mientras leía un viejo libro y tenía sus manos sobre mi panza, casi de una manera sobreprotectora. Coloque mi mano sobre la suya, sonreí al ver nuestros anillos de matrimonio en nuestras manos. Todavía recordaba esa pequeña y íntima fiesta que tuvimos en casa, el realmente se esmero en hacerla.

El me miró de reojo y entendió que estaba sumida en mis pensamientos. Dejo su libro a un lado y me puso sobre su pecho.

–Te duele ¿Verdad?  –acaricio mi cabello y asentí– Según Mikasa, nacerá en un mes ¿Cómo te sientes al respecto?

–Tengo miedo – susurré haciendo una visible mueca.

–Estaré ahí contigo, no te preocupes.– alzó mi rostro y miro mis ojos

Otra vez caía rendida a sus ojos verdes. Quizá su punto de vista era darme seguridad, pero solo me hacía distraer

– Y si no te dejan estar conmigo –pregunte en un susurró

–Soy el kazekage, estaré ahí sea cómo sea. –bramo acariciando mi vientre.

– Lo prometes Gaara? –extendi mi dedo chiquito mientras veía como una sonrisa se formaba en su rostro y entrelazaba su meñique con el mío.

–Promesa Uzumaki Naruko.

El momento de armonía fue interrumpida por los exaltados coros de Kankuro quien lo llamaba con emoción, santos cielos hay una embarazada que no quiere quedar sorda por sus chillidos. Bufé con cansancio sacándole una risa divertida a mi esposo quien se levantó negando con su cabeza y se fue sin antes cerrar bien la puerta.

Largue un largo suspiro,En ese momento estaba jugando con ciertos hilos rojos entre mis dedos el cual me causaban un ligero alivio. No podía evitar morir de ternura cada vez que miraba a mi bebé crecer día a día  dentro de mi, acaricie mi vientre con cariño, a veces estaba tentada a pintar lienzos de colores en mi estómago y tener buenos recuerdos ante ello luego se me pasaba, y el miedo de un futuro volvía a mi cabeza.

– ¿Que dices? Me dejaras pintarte de amarillo en algún futuro ? –  preguntaba viéndome en el espejo con una pequeña sonrisa, sintiéndome demasiado  orgullosa de mi misma. Razones?  Demasiadas