Al día siguiente, en el desayuno, los tres aprovecharon que Nami dormía hasta tarde para conversar acerca de lo sucedido, siempre con cuidado de si había gente observándolos o intentando escuchar.
—Smoker me llamó temprano, dijo que se marchará luego del trabajo. Le tomará alrededor de dos días. Mientras tanto, debemos estar alerta. Yo me quedé con una copia de los videos por si acaso.
—Eso es inteligente. Tener una copia de seguridad es lo que nos garantiza estar seguros —habló Robin, mientras servía Omelettes. Aquello le había dado una idea, lo haría en cuanto Zoro se fuera.
—De verdad espero que pueda lograr algo. Dice que es amigo de Bellemere y que hará todo lo posible por ayudarnos, parece que tiene mucho tiempo investigando el caso, pero no tiene recursos, lo está haciendo por cuenta propia.
—Esperemos que sí, Kenshin-san. Así podremos vivir tranquilos.
—Eso es todo lo que quiero —dijo él, tomando su mano—. Escuchen, chicos, sé que he dicho lo mismo una y otra vez, pero este es el comienzo del huracán. Desde que Smoker me dé respuesta se lo contaremos a Nami. Debemos estar muy, muy alertas, cualquier cambio, cualquier cosa extraña. Mientras esté en el trabajo, no me manden ningún mensaje a menos que yo lo haga, ni tampoco me llamen. Y cejas rizadas, trata de que Luffy no esté metido aquí todo el tiempo. Odio hacerle esto a la bruja, pero sabes los riesgos que conlleva que se entere.
—Por supuesto, Marimo, no tienes que decirlo. Estaré pendiente todo el tiempo. Vamos a salir de esto.
—Saldremos de esto juntos —repitió ella, y todos procedieron a comer, intentando despejar su mente de los problemas.
Mientras tanto, Zoro trabajaba como todos los días, supervisando y asegurándose de hacer inventario de las armas que tenían. Notó más movimiento de lo usual de parte del grupo al que Smoker llamó el CP9, actuó naturalmente. Cuando llegó la hora del almuerzo y pretendía irse, Lucci lo detuvo.
—Roronoa. Hoy no vas a ningún lado. ¿Por qué no conversamos?
—No tengo nada de qué hablar contigo.
— ¿No? ¿Estás seguro? ¿Qué hay de tu pequeña visita a la comisaría anoche?
—Sólo iba a dar un recado de alguien más.
—Un pajarito por ahí me contó que ibas a hablar de unos asuntos "personales" con el Capitán Smoker. ¿De qué se trata?
—Smoker era amigo de mi madre, simplemente quería preguntarle acerca de su tiempo en la policía.
— ¿Y por qué el secretismo?
— ¿Acaso tengo que andar pregonando que mi madre murió? Hasta donde sé, a ustedes lo único que les importa es que sea su esclavo. Mi vida personal no podría importarles menos.
—En eso tienes razón. Pero no pude evitar notar que hace unos días te llevaste algo de acá.
—No sé de qué me hablas —fingió tranquilidad, sabía que el hombre no mentía.
—Yo creo que sí sabes —dijo él, amenazador, y lo llevó hasta el almacén.
— ¿Qué es lo que falta? Yo lo veo todo igual.
—No te hagas el inocente conmigo. Te llevaste esa grabadora de video. Y lo sé porque la revisé, y en el historial se muestra un acceso hace un par de semanas a las 2 de la mañana. Nadie más que tú tiene acceso a este almacén a esas horas.
—Pues no fui yo. ¿Tienes alguna prueba de lo que dices?
—Ninguna, tienes razón. Eres un maldito muy listo. Sin embargo, me pareció muy coincidencial el hecho de que tu noviecita haya trabajado para las mismas personas que lo fabrican.
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Ruleta Rusa
FanfictionRobin vuelve de vacaciones a Villa Foosha luego de su primer año de universidad, buscando un poco de paz y tiempo de calidad con la pelirroja y sus demás amigos luego de muchas clases, trabajo, y un novio intenso por el cual no siente nada. Sin emb...