Semanas después, llegó el momento de despedir a Nami, a la que le tocaba marcharse a su último año en la Academia de La Marina. Había sido el primer día de trabajo de la pelinegra y había podido llegar temprano, y salió junto a los demás en la mini van para llevar a su amiga a la base, yendo primero a buscar a Zoro, quien salía de su entrenamiento y vestía su uniforme de chaqueta y pantalones deportivos azules. Robin se desmontó para que su novio se acomodara en el asiento trasero de la van, donde iban Jinbe y Franky, pero Chopper prefirió ir detrás para darles privacidad en el asiento del medio.
El espadachín sonrió al ver a su novia, que vestía un atuendo semi formal, con unos pantalones jeans azul oscuro, una blusa blanca de cuello circular y un blazer negro. Su pelo iba suelto y llevaba unos tacones de color rojo vino. La abrazó por la cintura y le dio un beso casto.
—Te ves preciosa. Lástima que no pude verte esta mañana al irme tan temprano. ¿Cómo te fue en tu primer día?
—Bastante bien. Los otros asistentes me confundieron con una editora.
—Tienes toda la presencia de una, no me sorprende. Apuesto a que lo serás muy pronto.
— ¡Robin-san!
La pelinegra rompió abrazo y saludó a Bartolomeo, quien iba en un uniforme igual al de Zoro y agitaba su mano con una sonrisa, y Zoro les presentó a los demás.
—Bueno, ha sido un placer conocerte, Bartolomeo, pero se nos hará tarde y si me retraso la almirante me matará —habló Nami, y él comprendió.
— ¡Claro, ya los dejo ir! Los superiores son terroríficos. ¡Buena suerte, Nami-san! ¡Nos vemos, Zoro-senpai, Robin-san, chicos!
Mientras iban en la van, los demás conversaban.
— ¿Entonces dices que te confundieron con una editora, Robin? —preguntó Usopp, y todos prestaron atención.
—Así es —respondió ella—. Llegué bastante temprano, salí hora y media antes porque no sabía cómo estaría el tráfico. Al llegar les entregué mi identificación y les dije que era pasante, y me guiaron a una pequeña sala de estar en el segundo piso, próximo a las oficinas de la señora Campbell. Cuando los otros tres pasantes llegaron y me vieron revisar unas carpetas con investigaciones anteriores, mientras bebía café, pensaron que yo era editora y me preguntaron si yo sería su jefa. Fue divertido ver sus caras cuando les dije que sería una asistente igual que ellos.
— ¡Te dije que ese atuendo mataría! Realmente te ves como una jefa con él —dijo Nami, orgullosa, y los demás sonrieron.
— ¿Y cómo iban vestidos los demás? Debiste haberles causado una buena impresión —inquirió esta vez Jinbe.
—Oh, iban bien vestidos, creo que más bien fue una cuestión de actitud. Somos dos mujeres y dos hombres, la otra chica llevaba unos tacones mucho más bajos que los míos, unos jeans y un suéter muy bonito en encaje. Tenía el pelo corto muy bien arreglado, me dijo que su nombre es Koala. Y luego estaban Hack y Joe, los otros dos, ellos vestían una camisa y pantalones jeans también. Todos fueron bastante amables. Y parecen bastante aplicados también, así que no creo que tengamos problemas para trabajar en equipo.
—Suena bien, pero, ¿por qué tantos asistentes para una sola persona?
Robin rió un poco ante la pregunta de Franky.
— No somos asistentes de la señora Campbell en sí, sino de la columna. Cada columna es como si fuese un departamento, y nosotros somos asistentes de los encargados de cada área, pero de todos modos respondemos a la editora si se nos solicita. Koala es asistente de edición, Joe de Fotografía, Hack de Redacción y yo de Documentación.
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Ruleta Rusa
FanfictionRobin vuelve de vacaciones a Villa Foosha luego de su primer año de universidad, buscando un poco de paz y tiempo de calidad con la pelirroja y sus demás amigos luego de muchas clases, trabajo, y un novio intenso por el cual no siente nada. Sin emb...