"Bienvenida y despedida"

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La noche había pasado tan lenta que parecía que se pudieron contar los segundos. Nadie se había molestado en volver a dormir, la adrenalina del momento permanecía junto al constante temor al regreso de ese monstruo.

Por suerte para todos, ya estaba por amanecer; iban a ser aproximadamente las cinco de la mañana. El sol a penas salía a deslumbrar. La casa estaba en un silencio pleno y sepulcral, y el ambiente estaba impregnado por el olor a césped mojado.

Cuando todos se hubieron calmado por esa inesperada (e indeseada) visita, Henry y Michael no perdieron más tiempo y salieron de casa hacia el pequeño bosque alrededor de la casa en busca de "Molten Freddy" (llamado así por Lefty) para intentar capturarlo, pero no habían vuelto hasta ahora.

No querían que llegara a la ciudad, o al menos no ahora, no estaban listos aún. Con facilidad podría herir o matar a alguien inocente, o podría ser visto por alguien. Eso acabaría con la ya manchada reputación de Fazbear Entertainment y el nuevo local, lo que les arruinaría el plan sin siquiera haber comenzado. Es obvio que si alguien lo veía lo conectarían de inmediato con ellos y la pizzería, ¿Qué otra pizzería tiene mascotas vivientes?

Ya todos sabemos que hoy empieza el proyecto, hoy se abre la pizzería, hoy todo lo que Henry ha esperado por fin comienza, pero no era un alivio. Esta sería la semana más angustiante de su vida en años. Aún faltaban los otros, no podían permitirse que ellos también estén caminando por la ciudad como turistas, debía llamar su atención; hacer que ellos mismos vayan y hagan su trabajo...pero todo esto también significaba decirle adiós a Lefty.

- Pups, ¿has visto mi oso de peluche? El que tiene un moño y sombrerito negro. -

- Creo que lo vi en....ammm...no lo sé. - su voz sonaba nerviosa.

- Pups, ¿qué le hiciste al muñeco? -.

- Bueno, TAL VEZ no podía dormir hace unos días y TAL VEZ lo tomé para dormir y....TAL VEZ lo perdí ayer...solo tal vez. -

- ¡PUPS! -.

- ¡Perdón! Ayer en la tarde vine a buscarlo para volver a esconderlo, había olvidado hacerlo cuando me desperté, pero no lo encontré y tenía miedo que te molestaras conmigo...lo siento. -

- Debiste habérmelo pedido. -

- Me daba vergüenza. - un tenue carmesí se coloreó en su rostro.

- Ok, ok, te disculpo, pero deberás recordar dónde lo dejaste para yo buscarlo. -

- Te ayudaré a buscarlo. -

- ¡No, no, no! - volvió a sentarlo en la cama de abajo. - tienes el brazo roto y el señor Henry dijo que no lo movieras mucho. Yo lo busco, solo dime dónde crees que pueda estar. -

- Uuuh, yo lo dejé aquí en la mañana, pero para la tarde ya había desaparecido. No lo saqué a pasear ni nada de eso. - lo miró pensativo, para después casi gritar. - ¡Lefty debe saber! ¡lo vi hacer limpieza estos días! -.

- ¡Perfecto! Iré a preguntarle...si es que ya está bien. -

- Ya debe estarlo, han pasado como cinco horas, ve a verlo y de ahí me dices cómo está. -

- ¡Gracias Pups! -.

El pequeño corrió desde su habitación hasta el taller en busca del oso de pelaje oscuro. En toda la noche, el señor Henry le había prohibido ir a verlo con la excusa de dejarlo descansar, incluso cuando le insistió para cuidarlo, pero lo dejó a cargo de Freddy. Era injusto, él también estaba preocupado, no entendía por qué se había comportado de esa forma la noche anterior. Al menos tenía la excusa perfecta para ir a verlos.

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