- Bueno niños, creo que ya viene siendo hora de jugar un rato. Estaremos de vuelta muy pronto, ¡Vayan a divertirse!
- ¡Pero recuerden, no coman todo a la vez!
- ¡Así es, Chica! No queremos pequeños tristes hoy.
- Ugh, cállense. - gruñó Pups acurrucado en la caja en la que aun dormía. No se dignaba en siquiera abrir los ojos, estaba muy cómodo.
Los tres personajes sobre el escenario comenzaron a reír junto a los niños, algunos solo salieron disparados hacia los juegos. Esto le irritó más.
- ¡Ash! ¡Solo un día y ya no puedo siquiera dormir tranq- Espera, ¡¿NIÑOS?! - abrió por fin sus ojos entrando en pánico. - ¿Me quedé dormido? ¿¡POR QUÉ NADIE ME LEVANTÓ!?
Tan rápido como sus piernas reaccionaron se colocó de pie rápidamente chocando su cabeza con la tapa de la caja. Esas pequeñas puertas eran algo pesadas para él, debía hacer algo de fuerza para poder levantarlas por completo y salir.
Sobó su cabeza junto a un gruñido y con algo de esfuerzo empujó la tapa hacia afuera, pero era algo extraño, parecía que en vez de dos compuertas que se abrían hacia cada lado parecía ser una tapa completa, pero igual de pesada para él. Esto lo dejó algo dudoso, ¿En qué momento las habían cambiado?
Quitó por fin la tapa sobre él lanzándola hacia un lado. En su mente ya podía imaginar el monólogo que le daría Helpy o Michael por no presentarse en el trabajo a tiempo, pero aún así era demasiado extraño que ninguno de los dos haya venido a buscarlo, considerando lo paranoico que es Helpy con el horario y el orden.
Al salir de sus ensoñaciones y percatarse del presente, volvió a meterse en la caja de un brinco. No creía lo que estaba viendo, esto estaba pasando, es imposible. Sobre el escenario al fondo del gran salón estaba esa banda de antiguos animatrónicos, los había visto en los posters que Lefty y Helpy les habían mostrado.
Con algo de temor asomó un poco su cabeza sin poder aún dar un argumento cuerdo ante la situación. Asomó sus manos y comenzó a mirar alrededor, no había nada especial o preocupante; familias en mesas, niños corriendo y jugando, la banda ya no estaba en su lugar anterior.
Miró detrás de él y observó una ventana simple y una puerta, quizá era la entrada o qué sé yo.
- Ok, ok, está bien, pensemos Pups. - tomó aire. - ¿Debería salir? Literalmente tengo la puerta al lado... ¿Pero a dónde iría? Ugh, descartado. - rascó su cabeza. - ¿Y si grito por ayuda? Eso podría funcionar...si no rompo sus tímpanos en el proceso, pero al menos alguien vendría a ayudarme.
Tomó todo el aire que su cuerpo podía tomar, se preparó para gritar por ayuda, pero antes de soltarlo se arrepintió.
- ¿¡Por qué no solo busco a alguien en vez de llamar la atención de todo el lugar!? - gritó para sí mismo, como si hablara con el mayor idiota que ha conocido en toda su vida. - A veces dudo de mi coeficiente intelectual... ¡Agh! ¡NO NO NO, al grano, al grano! ¡Buscar a alguien! Sí, eso.
Giró su vista una vez más hacia el frente para buscar a alguien, quizás un empleado o una de esas mascotas que le ayudasen y que le dieran una buena explicación al asunto, pero dos figuras aproximándose a él lo hicieron detener su plan; una pequeña niña de no más de 9 o 10 años y, a su lado, una figura alta y sonriente caminaba a la par hacia él.
- ¡Eeek! - chilló mientras de un salto salía de la caja, ya que el sujeto alto había comenzado a entrar a esta también. Por ser descuidado y no prestar atención donde pisaba perdió el balance y calló de espaldas al suelo.
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Canciones del pasado
Fanfiction- ¿Señor Henry? - dijo Helpy en un tono algo temeroso pero audible. - ¿Si, Helpy? - Exactamente, ¿Para qué estoy aquí? A esto, Henry lo mira por un momento, pensando un poco en sus palabras para después responder: -Te necesito para que juntos hagamo...