Capítulo 2 : No me asustas

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Siempre hacia una rutina de ejercicios antes de ir al colegio por lo que me tenía que levantar temprano, me gustaba cantar esa canción a todo pulmón pues era la perfecta descripción de mi y de lo que pasaba en mi vida. Baje a coger una botella de agua y una manzana para desayunar, el brazo de alguien me rodeó el cuello, estuve a punto de coger el cuchillo y clavarselo en el estómago pero no quería pasar los mejores años de mi vida en la cárcel por asesinar a un desperdicio. Empuje su brazo bruscamente y volví a mi habitación, al tirar la puerta no oí el estruendo, me gire y lo vi parado en la puerta sin ningún tipo de ropa que cubriera la parte superior de su cuerpo.

- Lárgate Marcus.

- Porque eres tan fría conmigo? Se que te gusto...

- Fumaste más droga de lo habitual hoy si piensas así, ahora fuera de mi cuarto.

- Eso no va a pasar, hoy nos divertiremos juntos.

Se relamio los labios y sentí que las náuseas se hacían presentes, vi los deberes encima de la mesa y suspire molesta, no estaba para las estupidez de un drogadicto que ni siquiera sabía pensar con el cerebro. Camino más hacia mi pero yo no me moví mucho, me senté en la cama y bufé molesta, todos los días era lo mismo y nunca se cansaba de recibir mis palizas. Lo que mi madre no se daba por enterada es que mientras ella pensaba que iba a la escuela y era más o menos normal, yo me junte con unas personas que me enseñaron como defenderme por las malas.

- Nunca te vas a cansar de que te disloque el tabique? Tal vez tendré que romperte un hueso para que me dejes de molestar.

Incorporé mi cuerpo y las risas de Marcus llenaron el silencio que se extendía por toda la casa. Quizo acercarse más a mi pero no se lo permití, las patadas y golpes a sus puntos más débiles lo fueron cansando hasta que cometió un error y aproveche ese momento, dezlice mi cuerpo con elegancia detrás del para apretar su tráquea con mis manos.

- Un solo movimiento y dejarás de existir, déjame en paz! O te juro que la próxima no seré tan condescendiente.

Se fue de mi habitación corriendo y seguro tendría una pelea con mi madre más tarde pero no iba a hacer la víctima nunca más. Aún tenía las huellas de sus manos por todo mi cuerpo y después de pasar 4 años todavía restragaba una y otra vez con fuerza la esponja tratando de quitarme esa sensación de mi piel. Me pare frente al espejo, ahogando un grito lo rompí en mil pedazos con mis nudillos, comenzaron a sangrar, llene la tina y me hundí en ella para olvidar todo por el resto del día.

- Mi niña ya no hagas más eso...

- Papá...Lo siento pero es mi manera de liberarme, solo eres una alucinación pero siempre me alegro de hablar contigo...

Odiaba tener que despedirme de las personas que amaba pero al parecer esa era nuestra patética vida, hacer de todo para después morir... Estuve horas llorando, dejando que todo mi dolor saliera a pesar de que era vulnerable al mostrar mi emociones de esa forma, era un descuido de mi parte, secaba mis lágrimas derramadas como la misma lluvia... Cargada de tristeza, de pensamientos desgarradores que atormentaban mi interior y no dejaban que siguiera adelante.

- Eres débil... Muy débil...

La bañera estaba llena de sangre, el agua se había teñido por la cantidad que salían de mis cortes, nunca parecía suficiente dolor, suficiente castigo porque sabía muy en el fondo que todo era mi culpa. Mi cuerpo se negaba a morir a pesar de perder tanta sangre, era como si produciera el doble a propósito para evitar que muriera. Tome el albornoz y me envolví, por suerte el carro no estaba en su aparcamiento y supe que esta noche estaría sola. Baje sin mucho ánimo las escaleras, después de ponerme una piyama negra algo holgada pedí una pizza y comí tranquila frente al televisor mientras daban las noticias de unos asesinatos.

Conversación por chat

- Bitch estas despierta?

- Hola Angela, que paso?

- Es que tu increíble prima no te puede llamar porque te extraña?

- No lo haces seguido.

- He estado trabajando como una esclava y mi jefe apesta.

Pase media hora hasta que nos despedimos y fui dormir. Al despertarme sentí un fuerte dolor en mis ovarios, y agarre con fuerza las sábanas, pero que demonios? Mi período había pasado hace algunos días, no era eso. Llegué al baño cogeando y vi unos moretones morados por todo mi cuerpo, ate cabes sueltos cuando un fuerte dolor de cabeza me saludo.

- Maldito Marcus!

Me drogo! El muy cabron me drogo para poder violarme!!! Llame a la policía pero como siempre mi madre desagreditaba todas mis palabras, yo terminaba llena de golpes, castigada y su novio se iba de rositas sin ninguna consecuencia pero esto no se iba a quedar así.

La noche callo antes de que me diera cuenta, estaba preparando todo para poder obtener mi venganza cuando oí los gritos de mi madre, camine hasta donde estaba su cuarto y alce la vista. Marcus estaba tendido en la cama, atravesado por un hierro, su abdomen estaba abierto con todos sus órganos esparcidos por el suelo, me acerque un poco más y vi lágrimas en sus ojos, no llevaba mucho tiempo muerto... Lo miré con asco y me acerque para susurrarle.

- Parece que alguien se me adelanto...

Al voltearme vi escrito con sangre "Go to Sleep" en mayúsculas. Una gran colmoción se extendió una vez las autoridades llegaron, nos interrogaron a las dos pero ni siquiera yo sabía lo que había pasado, cellaron la habitación y retiraron el cuerpo. Nos recomendaron que cerraramos todo con seguro pues esto se parecía a unos asesinatos en cadena que habían ocurrido a partir de unos años atrás.

Me tire a la cama cerrando los ojos, antes de quedarme dormida sentí la presencia en una esquina, me incorpore en la cama y me le quedé mirando.

- Gracias...







Wrapped in bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora