Capitulo 1

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La campanita de la puerta suena y el aroma a café recién hecho inunda mis fosas nasales, le sonrió a la empleada quien ya tiene listo mis cafés a la mano

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La campanita de la puerta suena y el aroma a café recién hecho inunda mis fosas nasales, le sonrió a la empleada quien ya tiene listo mis cafés a la mano.

—Sus cafés señorita López que tenga un buen día — me sonríe.

—Gracias Sofia, igualmente — le agradezco.

Pago rápidamente y al ver la hora en mi reloj me apresuro, agradezco mentalmente que solo son dos cuadras del trabajo. Corro lo más que puedo en tacones y no tardo en ver el edificio con las letras Rojas el nombre de la empresa. Cuando entro saludo a quienes se me cruzan de mis compañeros de trabajos y entro corriendo al elevador. En el espejo reviso rápidamente mi aspecto, que ninguno de mis castaños cabellos esté fuera de su lugar y mi vestido color rojo vino no se vea arrugado. Quien diría que ser la secretaria de la jefa tienes que ser miss perfecta.

Cuando las puertas del elevador al fin se abren me apresuro a colocar el café de la señora Rojas en su escritorio, luego corro a mi escritorio afuera de su oficina y por fin me dejo dar un respiro. Dejo mi bolso a un lado y estoy por darle un sorbo a mi café cuando mi mejor amigo viene y me toma de la cintura sacándome un tremendo susto.

—¡Bryan! — lo miro furiosa, por suerte nada del café se derramo.

—Buenos días para ti también jovencita — se burla él.

Yo le sonrió y le doy un rápido beso en la mejilla y le entrego su café también.

—¿Por qué tan bella hoy? — pregunta — Soy yo o tu piel blanca se ve más radiante de lo normal, no, son tus hermosos ojos verdes que tienen brillo especial.

Me hace reír.

—Nada de eso señor halagos, ¿Por qué tan amable el día de hoy? — algo debe ocultar atrás de esa sonrisa inocente, normalmente se burlaría de mi piel pálida y me diría vampiresa.

—Pueess... ya que preguntas eso. Baby necesito que me ayudes a conseguir el número del de la cafetería.

Sabía que este hombre traía algo entre manos, lastimosamente para la raza femenina mi increíblemente guapo mejor amigo está en el otro bando y prefiere los penes. Y no solo lo digo por mí, todas en la empresa no oculta que babean por él, y no solo con los labios de arriba. Quien no se volvería loca con sus penetrantes ojos café claros, su cuerpo bien tonificado, su despeinado cabello castaño oscuro y su piel bronceada.

—Hmm... déjame lo pienso.

Él estaba a punto de reprochar, pero justo en ese momento se escucha el sonido del elevador y todo el ambiente se vuelve callado y tranquilo. La señora Rojas acaba de llegar, permanecemos así unos segundos hasta que ella se encierra en su oficina.

En eso llega mi otro mejor amigo Noah quien se puede describir como dios griego también, su negro cabello azabache bien peinado hacia arriba, unos cautivantes cafés oscuros y una piel bronceada que da hasta antojo de lamérsela por veces más porque sé que debajo de ese traje tiene unos abdominales que bendecido sea el gimnasio en el que va siempre. Pero, es un fuckboy, lo que mato mi interés en él.

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