Llega el siguiente día y por desgracia debo volver al trabajo, me debato entre decir que cogí un resfriado y no ir, pero sería muy irresponsable de mi parte.
Llevo mi café a la mano tratando de contralar los nervios, supongo que fue una mala idea pedir café. Temerosa entro a la empresa y lo primero que me encuentro es a Bryan quien tiene la intención de acercarse lo cual no quiero porque se lo que va a pasar.
—Baby — me llama.
—Hola — lo saludo evadiendo por completo su mirada.
—¿Estas bien? ¿Hablaste con él?
—Luego te cuento bebe, tengo mucho trabajo que hacer — me apresuro a darle un beso en la mejilla he irme a mi escritorio.
Cuando llego y me acomodo, asomo la cabeza al despacho del jefe, logro ver que está en una llamada mientras escribe algo en un papel y me escondo de nuevo antes de que se diera cuenta.
Enciendo mi computador suspirando de alivio, pero eso no me duro mucho porque recibo un mensaje de parte de él, quien me ordena ir a su despacho. Primera vez que no me llama con un grito.
Maldigo en mi interior por existir y me maldigo el doble porque al entrar no puedo evitar suspirar al mirar lo sexy que se ve en ese traje y solo recordar cómo se ve sin él.
—Necesito que envíes unos cheques a esta dirección y cualquier llamada para hoy di que no tengo especio hasta mañana, debo atender unos asuntos en la nueva fábrica.
Asiento escribiendo todo rápido en mi libreta roja y me acerco para tomar la dirección que me ofrece en un post-it.
—Anoche me dejaste duro — lanza una bomba que me paraliza al escucharlo.
—Señor A- — él me toma de la muñeca aprovechando que estaba cerca y hace que me acerque aún más.
—Eres tan exquisita — este hombre quiere que se me salga el corazón del pecho —Me has vuelto loco desde la primera vez que te vi.
—Andrés, esto no es correcto, por favor deje de jugar.
—¿Quién dijo estaba jugando? Lo único con lo que me gustaría jugar es con tu cuerpo — siento como si mano pasa a mi muslo y sube lentamente.
—Por favor — suplique, en parte para que parase esta tortura y en parte para que siguiera con lo que estaba haciendo.
Él se levanta y pasa detrás mío sin quitar su mano de donde estaba en cambio hacia circulitos con está provocando que mi piel se ericé.
—Ver cómo te retorcías anoche en mis dedos fue la mejor fantasía — mi cerebro ya no está funcionando, solo estoy concentrada en lo que me está diciendo y la sensación de sus dedos en mi piel —Tus gemidos me pusieron duro como una roca, anhelaba tanto llenarte — suspiro.
—Te he deseado desde el primer momento en que te vi — me dio media vuelta para mirarlo a la cara, su cuerpo me acorralo en su escritorio dejándome inmóvil y no apartaba su mirada de la mía dejándome atónita en su mirada viéndome en completa lujuria. Su mano viajo de mi muslo subiendo mi falda hasta llegar a mi glúteo y apretarlo y gemí. Acerco su boca a la mía, lo suficiente cerca para rozarse, pero no pasa de ahí.
—Dime que es lo que quieres — pide.
—No quiero esto — trato de razonar de nuevo. Se que esto no es correcto, pero sé que también he sentido atracción por el desde que lo vi.
—Tu vagina no opinaba eso anoche ¿O sí? ¿Qué pensara ella ahora? — su mano viajo a mis bragas apartándola para descubrir lo que yo ya sabía que estaba totalmente mojada.
Su acción fue detenida al sonido de la puerta y Noah entra hablando de algo, pero se calla al lograr ver como Andrés me suelta de sus brazos alejándose. La expresión del cambia a una molesta.
—Esto son los papeles ya firmados — dice y le da los papeles al él, pero sin dejar de mirarme con decepción. No dijo ninguna palabra y salió de ahí claramente hecho furia.
No puedo creer que el me viera de esa manera, siento que acabo de fallarle a mi hermano mayor. Decido ir tras el quien localizo está en el ascensor y antes de que las puertas de este se cerraran logro entrar a tiempo.
—No quiero hablar contigo Francia
—No escúchame, eso que viste - — él no me deja terminar.
—¿Qué? ¡Me vas a decir que eso no fue nada! — sus gritos me hacen temblar —Él te estaba tocando maldita sea, como si fueras su maldita puta.
—No me llames así.
—¿Por qué no? ¡Porque eso vi que eras!
—¡Soy una mujer lo bastante grandecita para saber lo que hago y no tienes el derecho de llamarme una ramera cuando esto no te incumbe!
—¡Tal vez no me incumba, pero te quiero demasiado como para dejar que hagas esta mierda!
—¡No es tu obligación protegerme!
—¡No, no lo es!... pero no soporto verte con otro — la rabia se me bajo de un tirón, él se puso más tranquilo y se acercó más —Estoy enamorado de ti, desde hace años incluso antes de llegaras a esta empresa.
No... no esto no me puede estar pasando.
—Te amo Francia.
—Noah... tu ... tú eres mi mejor amigo, mi hermano mayor siempre has estado para mí y siempre te he visto así.
—Para mí eres más que mi mejor amiga — su mano acaricio mi mejilla y en ese momento me dieron ganas de llorar.
—Esto debe ser una broma tuya.
—No, no lo es porque mis sentimientos por ti son más fuertes que cualquier terremoto, tsunami o tornado. Lo que siento son como un desastre natural por que nunca espere querer a alguien como yo te quiero, y eso revolvió todo mi mundo.
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Pasión Irresistible
RomanceFrancia López secretaria en una de las más grandes empresas de New York. Desde el momento en que Andrés Rojas su nuevo jefe posa los ojos en ella su mundo comienza a tabalearse. Tensión sexual Atracción inevitable Ambos comparten una pasión irres...