—No es un comentario apropiado señor Rojas.
—Señor... me gusta cómo suena de tu boca.
Ruedo los ojos, siento que estoy lidiando con una adolescente con las hormonas a mil.
—No ruede los ojos señorita López, se lo advierto — su voz tan grave me está comenzando a poner muy nerviosa así que decido imaginar que no hizo ese comentario.
—¿Algo más señor?
El solo niega mordiéndose el labio superior provocando que las piernas me flaqueen así que me apresuro a excusarme y salir de ahí antes que me le tire encima.
Veo a Bryan a lo lejos y el a notar la expresión que tengo mueve la cabeza preguntándome que me pasaba, yo le negué como si no fuera nada, solo comienzo a sentir mucha atracción sexual hacia mi jefe.
(...)
Ya comenzaba a hacerse tarde en la oficina, el personal ya comenzaba a retirarse, en cuanto me despedí de mis dos mejores amigos que se van antes gracias al grandioso jefe que tengo, según él iba a salir temprano el muy desgraciado.
Decido hacerle una llamada a mi familia aprovechando que tengo este momento libre, y por fin ver a mi madre y mis pequeños tres diablitos que me dijeron eran mis hermanitos.
En cuanto en la llamada de Skype aparece el rostro de mi padre sonrió automáticamente.
—Hola mija ¿Cómo esta?
—Papaa muy bien pa, cansada pero bien.
—Hija deberías estar en tu cama a estas horas — dice al notar que sigo en la oficina.
—Si papa, pero así es la vida — digo tratando de tomarlo con gracia aun que me muero por tomar un largo baño y morirme encima de mi cómoda cama, él se ríe y entonces comienzo a escuchar risitas al fondo y supe que eran los diablitos porque papa los comenzó a regañar.
—¿Cómo esta mama? — pregunto con temor, nunca se sabe cuándo son buenas o malas las noticias.
—Pues bastante bien, se fue a dormir temprano hoy, pero ha estado relativamente tranquila estos últimos días — sonrió con tristeza.
Mi madre tiene leucemia desde hace cinco años y comencé a trabajar desde temprana edad para ayudar a mi padre con las facturas del hospital y mantener a todos. No ha sido fácil para ninguno, y aun que ella se esfuerce en tener su vida como si esa enfermedad no la consumiera me rasguña el corazón verla cuando debe hacer quimio.
—¡Francia! ¡Francia! — escucho la chillona voz de Fallon mi hermanita de nueve años y papa le entrega el celular —Mira por fin se me callo el diente de leche — me dice mostrándome su sonrisa donde es evidente el hueco del diente que hace falta.
—Es asombroso Fallon, pronto de crecerá el otro — la felicito — ¿Cómo van tus hermanos? ¿Sigues golpeando a Ricardo? — ella hace un puchero.
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Pasión Irresistible
RomanceFrancia López secretaria en una de las más grandes empresas de New York. Desde el momento en que Andrés Rojas su nuevo jefe posa los ojos en ella su mundo comienza a tabalearse. Tensión sexual Atracción inevitable Ambos comparten una pasión irres...