[XI]

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𝑨𝒏𝒅 𝒊𝒇 𝑰 𝒕𝒓𝒚 𝒕𝒐 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒈𝒆 𝒎𝒚 𝒍𝒊𝒇𝒆 𝒐𝒏𝒆 𝒎𝒐𝒓𝒆 𝒅𝒂𝒚
𝑻𝒉𝒆𝒓𝒆 𝒘𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒃𝒆 𝒏𝒐𝒃𝒐𝒅𝒚 𝒆𝒍𝒔𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒂𝒗𝒆
𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒈𝒆 𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏 𝑰 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒃𝒆, 𝒔𝒐

- 𝑷𝒂𝒏𝒊𝒄 𝒂𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒐

La mano de Kuroo les indicaba cuando avanzar, y paso a paso confirmaban la veracidad de la información obtenida por Akaashi, nadie se encontraba allí

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La mano de Kuroo les indicaba cuando avanzar, y paso a paso confirmaban la veracidad de la información obtenida por Akaashi, nadie se encontraba allí.

Con los primeros dos pisos recorridos de pies a cabeza, no había moros en la costa y su camino al último piso cada vez se hacía más y más eterno.

Aunque nadie dijera nada todos pensaban lo mismo.

¿Y si Kōjiro no estaba allí?

¿Y si tampoco lo hacía Tendō?

O siquiera alguien que pudiera darles información, o al menos ser torturado hasta escupir lo necesario.

Pero todo cambió de un momento al otro, al menos en la retaguardia.

Kenma y Keiji avanzaban codo a codo con sus armas en alto, pero apenas el último escalón estaba bajo los pies de los alfas, sus platos tintinearon.

El inconfundible aroma a césped recién podado y otro confuso, al menos para Kenma, los hizo moverse a toda velocidad.

Akaashi corrió hacia el frente, cuando de manera inconsciente Kozume reaccionó a tomar a Tetsurō por la chaqueta y atraerlo en su dirección.

Un estallido y un grito de dolor.

El sonido de la madera bajo las botas de trabajo.

La desesperación en la voz de Keiji.

- ¡No disparen! - Rogaba, casi como si estuviera llorando. - Tiene a Kōji, tiene a mi bebé.

El dedo ansioso de Kuroo se alejó del gatillo al instante que Kenma se agachó a observar a Eita inmóvil en el suelo.

- ¿Cómo está? - Kuroo preguntó sin perder de vista la cabellera roja.

La mano temblorosa de Kenma se acercó al cuello pintado de rojo.

- Maldita seas Satori. - La furia de Keiji sonaba al igual que sus dientes rechinar. - ¡Kenma rápido!

El frío bajo sus dedos y ningún movimiento, no quería ver, no quería saber, pero debía crecer.

- ¡Kenma! - Kuroo le ordenó.

Un agujero perfecto y brotando sangre, era obvio.

Se paró sin decir palabras alguna, y aunque durante segundos tembló y entró en pánico, su mente había quedado en blanco.

Thank you for the venom ꈍ KuroKenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora