Capitulo 1

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

Sin duda alguna cambiar el lugar donde viviste toda tu vida viene con una sensación extraña de dejar todo atrás, pero solo te queda aceptar la realidad. Esto es lo que está viviendo Margaret pero como todos sus amigos y allegados le dicen, Maggie.

Al momento que salió de la estación de buses suspiró con sus maletas en mano, era obvio que su padre no la vendría a recoger. Cuando su madre le dijo acerca de esto, no le dio la oportunidad de elegir. Decidió tomar un taxi y guiarse por la dirección que tenia en el mensaje de texto enviado por su padre; se miró de arriba abajo y se dio cuenta que no venia vestida de acuerdo al clima hacia demasiado calor y ella tenia un suéter de lana que acostumbraba a usar en su ciudad, era todo un caos, la gente la miraba extrañada, ya sabía con antelación que no iba a encajar. Volteó la mirada para ver si se acercaba cualquier taxi pero no había ninguno, veo una motocicleta avanzar hasta estar frente suyo un chico guapo, de cabello negro, ojos azules, y totalmente tonificado se quita el casco.

—¿Ese suéter tiene aire acondicionado?— preguntó burlón. Al principio no entendía a que venia su pregunta, hasta que se dio cuenta que como todas las personas a su alrededor, tenia puesta una bermuda y una franela. Pero de todos modos quien se creía, ella no iba dejar que la tomaran para hacerle buillyng desde el primer día.

—¿Te importa acaso?— lo miró con los ojos entrecerrados — además prefiero estar vestida así que como otras personas con un sentido de la moda por el suelo—dijo mirándolo de arriba abajo.

—Mi sentido de la moda y tu estatura están al mismo nivel— dijo con una sonrisa.

—vaya, las personas aquí si saben como dar una bienvenida, ¿o solo eres tú?

La miró y sin responderle volvió a encender la motocicleta y arrancó echándole todo el humo en la cara. Definitivamente lo que acababa de pasar no le dejaba unas expectativas muy altas de su estadía en ese lugar.

Después de 30 minutos de estar esperando el taxi, por fin llegó y no tenia aire acondicionado para variar, una vez llegó a su destino se bajó, se notaba que era uno de los mejores vecindarios, las casas eran grandes y hermosas. Entró pensando en el nuevo cambio, pasar de vivir con su madre a vivir con su padre y su hermano mayor le resultaba agobiante hace años que se fueron de casa por los problemas maritales de la pareja.  Subió las escaleras y entró a lo que supuso que era su habitación, era linda, de un tamaño grande, con un baño, la cama en la mitad, el closet, un escritorio y la ventana daba al jardín principal de la casa. Se dio una ducha y se acostó el viaje de 4 horas la dejó cansada.

La alarma de su celular sonaba en toda la habitación, lo que la hizo despertar ya era de noche las 19:00 para ser más específicos, bajó para encontrarse con su hermano sentado en el sofá con su laptop en las piernas, estaba muy feliz de verlo desp...

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La alarma de su celular sonaba en toda la habitación, lo que la hizo despertar ya era de noche las 19:00 para ser más específicos, bajó para encontrarse con su hermano sentado en el sofá con su laptop en las piernas, estaba muy feliz de verlo después de tanto. Se acercó con cuidado cubriéndole los ojos con las manos.

—¿Adivina quien soy?—dijo con una enorme sonrisa en su rostro.

A pesar de tantos años el no olvidaba el olor característico de su hermana pequeña, a pesar de que ella venía a visitarlos cada 4 años, tenia sentimientos encontrados al momento que se dio cuenta que ella estaba ahí, era algo que no se esperaba.

—Maggie—susurró sonriendo, cuando abrió los ojos volteó a verla y se levanto a abrazarla.

Los dos sabían cuanto se querían y el hecho de que sus padres decidieran separarlos no era motivo para dejar de hacerlo.

—sorpresa—dijo con una sonrisa tímida y las manos en su espalda unidas.

—¿Por qué no me avisaron que venias?
—dijo frunciendo el ceño—pude ir a recogerte.

—Papá dijo que estabas en la escuela, es tu ultimo año no quiere que comiences con el pie izquierdo.

—Como sea—dijo rodando los ojos—ahora tengo que poner un plato más en la mesa.

—¿Papá no viene a cenar? —preguntó frunciendo el ceño.

—No, viene de vez en cuando, hoy solo seremos tres—acotó caminando hasta la cocina.

—¿tres?—preguntó mirando entre ella y él confundida.

—Si tres, un amigo que va a venir a hacer un proyecto conmigo, incluso vive al frente, tu y yo.

—Está bien.

Después de terminar de ayudar a su hermano con la cena, tocaron el timbre, Liam fue a abrir la puerta mientras ella organizaba los platos. Escucho las voces a lo lejos y se dedicó a servir.

—Maggie, este es Max—subió la mirada y pensó que esto debía ser una broma, era el mismo idiota de la motocicleta en la estación de buses y solo estaba mirándola con una sonrisa divertida. 

—Mucho gusto Maggie, ¿De donde viene ese nombre?—preguntó.

—En realidad su nombre es Margaret, pero le decimos Maggie de cariño— respondió su hermano antes de ella poder decir algo.

Margaret, se escucha mejor—dijo mirándola.

Ella no tenia ganas de dirigirle la palabra ya había oído lo suficiente para saber que le caía como una patada en el estómago.

Se sentaron a comer y las únicas voces que se escuchaban eran la de los dos chicos, ella no le interesaba saber de que estaban hablando solo su fabulosa comida.

Después de la cena se sentaron en la pequeña mesa de la sala a hacer el proyecto de arte, mientras ella se sentaba a ver y cambiar los programas de televisión, cuando un teléfono comenzó a sonar, volteó viendo que no contestaban y el insistente sonido no se apagaba. Era el teléfono del idiota con motocicleta.

—¿No vas a contestar?—le dijo mirándolo —me vas a dejar sorda.

—Contesta y ponlo en altavoz—dijo enseñándole sus manos llenas de pintura. Ella rodó los ojos y solo lo hizo para que ese sonido tan molesto se quitara.

Maximiliano, necesito que estés aquí en cinco minutos—se escuchó del otro lado del teléfono un hombre y colgó de inmediato.

—Tengo que irme ya—dijo levantándose—mi padre está furioso—dijo metiendo las manos en el agua limpia que le trajo Liam.

—Que lástima que te tengas que ir ya, me encanta tu compañía—dijo ella sonriendo de forma sarcástica. Él solo sonrió observando su cabello rubio y sus ojos verdes, era bastante linda no lo podía negar.

—Buenas noches, Maximilianodijo sonriendo falsamente y cerrándole la puerta en la cara.

Nota de la autora: Hola!, mi nombre es Claribeth,  sé que tiene errores la historia pero en el momento no la he terminado de crear, pero cuando termine de publicarla es algo que voy a modificar.

 Voy a ser muy constante, ojalá puedan apoyarme en esta novela dejando su voto.

Love
-C

Levitando © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora