«Les costará sangre y lágrimas descubrir la verdad. En este pueblo donde todo es un misterio, el asesino podría ser cualquier persona, incluso ellos mismos»
¿Las pistas de su investigación los dejará en tierra firme o estarán levitando?
-Comienzo 23...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No voy a explicar porqué razón estoy arreglándome para la súper fiesta de Maximiliano Forbes porque ni yo misma la sé, Camila y Liss llegaron a mi casa sin yo haberles dicho nada, conociendo a Cami apenas le dijeron fiesta probablemente ya estaba lista y perfumada, es su esencia. Me miro al espejo luciendo un vestido vino tinto algo corto, me lo habían dado de cumpleaños mi antiguas amigas si es puedo llamarlas así que hacia juego con los pendientes de mi madre, la extraño pero se que ella no a mí, solo le importa su vida y nada fuera de ella. A veces pienso que venir a este lugar fue un regalo, estoy con mi familia, bueno mi padre siempre está en su trabajo, pero está el tiempo suficiente para sentirlo presente, tengo amigos, y también a Max, que me di cuenta hace algunos días que no quiero que solo quede en una amistad, pero el tiempo lo dirá y tampoco es el momento por toda la situación que está atravesando.
—Te ves fabulosa Maggie— Camila me hace exaltar de lo concentrada que estaba. Su sonrisa perfecta va a juego con el espectacular vestido verde esmeralda que se le amolda perfectamente a sus curvas, no me voy a cansar de decir que es preciosa. Liss estaba un poco reacia lo último que supe fue que Camila la paso a recoger y la trajo hasta aquí a base de mentiras y trabajos de la escuela.
—Lo sé, querida, lo sé— bromeo, dándome una vuelta y un acento sofisticado. Haciéndolas reír.
—Tu ego y yo no cabemos en el mismo lugar— sonriendo en modo de broma— Liss, es momento de que te vayas a cambiar, ya son casi las diez de la noche y este vestido que te traje es el mejor y está nuevo— La apura y la mencionada hace una mueca.
—Camila, mañana hay clases, no puedo ir— Balbucea enterrando su rostro en mi almohada.
—Búscate una excusa mejor, mañana es sábado— pone sus brazos en forma de jarra ladeando la cabeza—suerte a la próxima, querida— dice imitando el tono que utilicé anteriormente. Liss dándose por vencida toma el vestido y entra al cuarto de baño., haciéndonos sonreír mientras nos miramos.
Cruzamos la calle para llegar, y observamos la cantidad de gente para entrar. Ya habían ebrios acostados en el césped de la entrada y parejas metiéndose la lengua hasta donde no quiero saber. Ingresamos empujando a unos cuantos hasta que por fin pudimos respirar totalmente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Según Liss, veníamos temprano— dice Camila mirándonos con las cejas alzadas
—En mi defensa, solo había ido a una fiesta— Liss alzó las manos en forma de disculpa
—Está jugando contigo, tranquila— paso mi brazo por los hombros de ella, guiándola hacia la barra. Le ofrezco varios tipos de cerveza que se encontraban ahí, pero todas las rechaza amablemente. Camila rueda los ojos y toma una lata abriéndola dándole un gran trago y sonriéndonos, hago lo mismo, pero tomo mi tiempo no quiero terminar borracha.
Bailamos hasta más no poder cerca de la piscina, ya habían varias personas ahí con sus trajes de baño divirtiéndose en ella. Incluso me sorprendió cuando Liss también se puso la suya, pero se veía deslumbrante. Yo no me había cambiado, me daba pereza, lo haría más tarde. Volteo hacía la izquierda viendo a Max muy cerca de Bry, bailando totalmente pegados, sentí un frío recorrer mis manos. Ella solo llevaba un bikini muy ajustado y pequeño de color rosa chillón y el solo una pantaloneta sin camiseta, me estaba preguntando como olvidar esa imagen. Me siento en el descanso más cercano a terminarme mi cerveza dejando a las chicas divertirse.
Veo como todos voltean hacía la entrada que da la piscina viendo nada más y nada menos que a Mike, mi boca se abre sorprendida y conecto miradas con Camila y eso no es lo que más sorprende sino el hecho de que ahora me está mirando fijamente y acercándose hacía donde estoy. Me siento derecha pensando que hacer, decido por quedarme donde estoy, no importa los nervios que tuviera. Volteo y Camila y Liss me están mirando con los ojos abiertos y solo logro alzar los hombros y del otro lado Max mirándome junto a Liam con el ceño fruncido, la tensión del momento sobrepasaba la el volumen de la música y la adrenalina de los invitados. Trato de ignorar a todos y bajo un poco mi vestido hasta que finalmente se sienta en el espacio libre del descanso en el que estoy sentada.
—Hola Maggie—dice Mike demasiado sonriente— te tengo una propuesta.
Nota de la autora: Aquí estoy como les prometí más constante que nunca, gracias por su apoyo me emociona demasiado.
