Capitulo 12

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Llegando a la escuela, Liss me estaba esperando en la entrada con una gran sonrisa

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Llegando a la escuela, Liss me estaba esperando en la entrada con una gran sonrisa. La saludé y entramos, me estaba debatiendo en decirle a ella y a Camila sobre  lo que ha estado sucediendo, pero al final terminé diciéndome que lo mejor sería no hacerlo. No cuando alguien me ha amenazado por involucrarme, no les iba a hacer eso. Tomamos caminos diferentes, ya que no estábamos en la misma clase.

Entré al salón de matemáticas viendo a Cami en los últimos puestos. La muy acosadora se había transferido para estar en el mismo salón que Mike. Maximiliano y Liam estaban en año mayor que nosotros, en el último.

—Buenos días estrellita— Me saludó con mejor sonrisa. Las personas aquí si que son mañaneras.

—Buenos días Cami— Me senté a su lado poniendo mis libros en el escritorio.

—¿Cómo te fue ayudándole a tu padre? — preguntó mirándome

—¿Cuándo? — que yo recuerde no he ido a ninguna parte.

—Ayer me dijiste que ibas a ayudarle y por eso te tenías que ir—dijo alzando una ceja. Casi hago un facepalm por ser tan tonta, como se me iba a olvidar de que le mentí para ir con Maximiliano.

—Claro, fue fantástico—sonreí nerviosa.

En el momento en que iba a responder entra Mike con su misma aura de siempre, ropa negra sin mirar a nadie y escuchando música. Me quedé mirándolo tratando de descifrar porqué a Maximiliano le costaba creer que era él que hacia todo esto.

—Por si no te has dado cuenta, te está mirando fijamente—susurró Cami mirando al frente. Salí de mis pensamientos dándome cuenta de que era verdad. El pareció darse cuenta que estaba nerviosa porqué me sonrió y de la manera más burlona y escalofriante que existe.

En el descanso me senté con Cami y Liss. Camila no aguantó más tener que vernos comiendo los alimentos de la cafetería y ahora nos trae a las dos también de su casa. Mientras comíamos se me dio por mirar a la mesa de los deportistas, estaba mi hermano y el idiota junto con otros de sus amigos, cuando llegan las porristas y se sientan con ellos. Me parecían todos unos idiotas y superficiales exceptuando a mi hermano claro está. Liam es la persona más divertida y dulce del mundo.

—Las invito a mi casa a dormir el viernes, mi padres van a viajar y no quiero dormir sola— Me encantaba la idea, una noche de amigas me hará despejarme.

—Dudo que mis padres me dejen ir, son muy sobreprotectores conmigo—Respondió Liss con una cara apenada.

—Tonterías—dijo Camila haciendo un gesto con la mano—coméntales y si no te dejan Maggie y yo iremos a hablar con ellos— En realidad, no quiero que Liss se sienta incomoda, es una persona bastante reservada y tímida.

—Solo iremos a hablar con ellos si tu no los permites—dije dándole una mirada de reproche a Camila.

—Si, lo que ella dijo— Prosiguió Camila rodando los ojos.

Camila y Liss, digamos que la primera ha logrado admitir a la pelirroja en su mundo, pero Liss todavía tiene cierta resistencia para formar un vinculo.

Camila y Liss, digamos que la primera ha logrado admitir a la pelirroja en su mundo, pero Liss todavía tiene cierta resistencia para formar un vinculo

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La casa estaba silenciosa, Liam en su habitación y papá trabajando. La relación con mi padre se deterioró un poco cuando se separó de mamá y llegaron al acuerdo de que Liam se iba y yo me quedaba. Mi hermano y yo no queríamos separarnos, nos mantuvimos llamando durante los cinco años que estuvimos lejos.

Bajé a tomar un poco de agua. Sentada en el taburete de la isla, comencé a analizar el porqué estaba ayudando a Maximiliano, más allá de que considerara que él está haciendo todo esto para descubrir la verdad y hacer justicia, comprendo que para él es un escape para mantener sus pensamientos fijos en un objetivo y olvidarse un poco de la realidad. Tal vez es también lo que me pasa a mí, llegar a este pueblo fue algo abrupto. Mamá solo me lo dijo dos horas antes de montarme en ese tren, siempre fui alguien muy activa, el no conocer a nadie y sentirme tal vez sola me obligó a buscar un sentido para estar aquí estancada en un lugar donde no quería. Si, quería estar con mi padre y hermano, pero siempre fui una chica de ciudad.

Un ruido me sacó de mis pensamientos, me levanto y veo el gran ventanal que da hacia el jardín está todo oscuro seguro es papá como la otra vez. Salgo para saludarlo, pero no veo a nadie. Cuando de repente alguien sale de los arbustos que da a la ventana trasera de mi habitación y sale corriendo volándose la cerca, no me da tiempo de reaccionar cuando ya se ha ido. Miro hacia arriba y veo la ventana abierta. Corro a mi habitación y me encuentro con una nota en mi cama.

"No debiste involucrarte, me pareces buena persona, pero ya eres objetivo también"-M.

Tomo mi teléfono inmediatamente con las manos frías y se la envío a Maximiliano.

Margaret

Ha enviado una foto

Idiota

 ¿Qué es?

Margaret

Mi diario estoy segura que no es, idiota

Idiota

Ya mismo voy para allá

En cinco minutos tocaron el timbre. Abrí y él estaba en pijama, un pantalón holgado y una camiseta blanca y el cabello desordenado.

—¿Quién te la dio? — Fue lo primero que me preguntó cuándo entró. Gracias al universo Liam tenía la música en su habitación bastante alta como para no escuchar y estaba segura de que papá no vendría hoy.

—Alguien entró a mi casa— dije mientras cerraba— o sea alguien entró a la casa del único detective de este pueblo, ¿Qué pasaría si mi padre estuviera aquí?—pregunté acercándome dónde estaba sentado —¿Quién sería capaz de arriesgarse de esa manera?

—Alguien que nos vigila—dijo acercándose a la ventana para observar.
—¿Todavía piensas que es Mike?

—A ver,  ¿Quién vive en nuestro vecindario, tiene mi mismo horario y podría estar acechando las veinticuatro horas del día?.

El ver esa inicial en ese anónimo era lo más claro para mí.

Levitando © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora