EXTRA 1: Qué hacer cuando le quieres dar celos a tu prometido

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Bienvenidos al primer extra ^^

Para que os ubiquéis, los extra serán episodios espaciales que voy a hacer de vez en cuando para celebrar cosas como, en este caso, los 200 votos (aunque ya hace un tiempo que los hemos pasado ^^'). Cabe recalcar que van a ser historias completamente desconectadas de la trama principal. Puede que me dé por hacer que la protagonista tenga un titán, o incluso que estén en una realidad con superpoderes; voy a hacer lo que me dé la gana. Pero también debéis saber que los extra se van a centrar en la relación de Reiner y la protagonista. Serán capítulos ligeramente más largos de lo normal (o, directamente, MUCHO más largos de lo normal) pero eso es porque son historias completamente aparte, y tengo que ubicaros en el entorno y demás.

Tengo intención de subir un extra más o menos para los 300 votos, los 400, los 500 y ahí ya iría de 1000 en 1000 (siempre y cuando me pille que aún esté escribiendo el fanfic), aunque es un numero altísimo y sería muy difícil llegar :'u Me haría mucha ilusión? Sí, pero entiendo lo difícil que sería llegar a esa cifra :')

Bueno, como ya he dicho, este es el especial 200 votos, "Qué hacer cuando le quieres dar celos a tu prometido".

Espero que lo disfrutéis, y recordad que hasta que lleguemos a otra de las metas que ya he nombrado, no va a haber más extras, por lo que los siguientes capítulos van a ser de trama normal uwu Ah sí, y voy a utilizar los mismos personajes de la trama habitual de este fanfic, los que son invención mía también u_u

Aviso: este capítulo es MUY largo (relativamente)

Ahora sí, empezamos. Espero que os guste :D

* * *

– ¡Corre Artemis, que vamos a llegar tarde! –Gritaba Evelyn, mi hermana pequeña, en ese momento.

Yo, en el baño de mi habitación, me estaba terminando de acicalar. Ya me había lavado el pelo, peinado, hecho los tratamientos de piel, y vestido, pero aún tenía que retocarme el maquillaje antes de ir al baile.

– ¡Ya voy!

Terminé de aplicarme rápidamente la sombra de ojos y, con la barra de pintalabios carmesí en la mano, bajé al piso de abajo. Con la mano sobrante agarrando la larga falda del elegante vestido que llevaba para evitar tropezarme, bajé las escaleras rápidamente.

– ¡Evelyn! –La llamé, mostrándole la barra de pinta labios que sostenía, y por suerte lo entendió. Se acercó a mí, tomó el pintalabios que le tendía y, con su habilidad característica, me pintó los labios en un abrir y cerrar de ojos.

Tapó la barra y le dio a Carmen, la ama de llaves, que se esperaba al lado de la puerta, para que lo guardara. Mientras, yo me acerqué a uno de los elegantes espejos con marcos elaborados de plata y oro que colgaban en las paredes de la mansión. "Perfecto, como siempre", pensé, mirando mis labios. Se notaba la facilidad que tenía mi hermanita para el maquillaje.

– ¿Estáis listas? –Preguntó mi madre, bajando la amplia escalinata apresuradamente, demostrando su control con los tacones y los vestidos de gala.

– Sí –Asentí–. ¿Papá no va a venir?

– Por supuesto que va a venir –Replicó mi madre, mientras se colocaba los finos guantes de tela que Carmen le tendía. Cuando acabó, tomó el bolso que también le tendía nuestra ama de llaves y continuó:–. Pero voy a tener que recogerlo en la empresa. Hoy también ha salido más tarde de lo que debería.

– ¿Vas? –Preguntó mi hermana, ignorando el comentario final, remarcando el verbo en singular que mi madre había utilizado.

– ¡Por supuesto! No podemos permitirnos que toda la familia llegue tarde. Vamos a ir con dos carros, y vosotras os vais a adelantar. Los chicos os esperan.

La guerrera de la banda gris [Reiner Braun x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora