3. No te acerques a ellos

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Y ahí estaba.

El robusto sujeto de pelo platino y ojos café le llamaba la atención a un joven con gafas que aporreaba una pilona mientras yo los miraba, flipando y comiéndome un bollo relleno con crema de chocolate.

–Reiner! –Gritó la joven heroína de Marley, que junto con la chica rubia con flequillo y el que creía que se llamaba Falco se habían mantenido a un par de metros del chico de las gafas, escuchándolo sentados en unas cajas.

Al oír eso, alcé una ceja.

¿Reiner?

Me sonaba ese nombre. ¿Es posible que lo hubiera oído antes? ¿Tal vez en alguna reunión de la legión?

No, no había motivos para eso. Ese hombre era un mero eldiano perteneciente a un campo de concentración de Marley, solo que este pertenecía al ejercito y tenía una banda roja.

Aun así, ese no era motivo como para hablar de él en las reuniones, ¿no? Entonces, ¿dónde había oído hablar de él?

–¿Ya puedes caminar? –Le preguntó la joven chica, sacándome de mis pensamientos, mientras se acercaba al que deduje que se llamaba Reiner y lo abrazaba.

Ese mero hecho me sorprendió, pero más que por lo que acababa de hacer la niña me sorprendió por la sensación que había despertado el gesto en mí. Una sensación extraña, algo que no había sentido nunca, o al menos no que yo recordara.

Se me erizó ligeramente el bello de los brazos y mi mirada automáticamente se enfrió en dirección a la niña, pero no tuve tiempo de pensar el porqué de esa reacción por mi parte, pues el pequeño grupo de eldianos empezó a hablar.

– Sí. ¿Estáis todos bien? –Preguntó Reiner, relajando así mi estado de ánimo. ¿Porqué esas simples palabras me habían tranquilizado? No lo lograba entender, pero una leve llama se encendió, quemando cálidamente en mi interior, al ver que se preocupaba tanto por esos niños.– ¿Gabi?

– ¡Sí! –Asintió la chica con una coleta de color marrón oscuro, dibujando una amplia sonrisa en su rostro, en dirección a Reiner.

– ¿Udo?

El chico de las gafas, que había parado de molestar a la pilona, también asintió mirando al robusto hombre con una leve sonrisa.

– ¿Zofia?

–Como siempre. –Se limitó a responder la chica rubia del flequillo, pero las comisuras de sus labios ahora parecían ser tiradas ligeramente hacia arriba por una fuerza invisible, y el tono frío que antes lucía había desaparecido en cierto modo.

Por último, Reiner se giró hacia el cuarto del grupo, el chico rubio y algo desaliñado que se había disculpado conmigo anteriormente por algo que había hecho su amiga, la que supuse que se llamaba Gabi.

– ¿Falco?

– Hola. –Dijo simplemente el chico, apartando la mirada.

Sin esperar a que pudieran intercambiar ninguna palabra más, Gabi se puso a gritarle a Reiner:

– ¡Podremos volver a Liberio! Paseemos por la ciudad de mientras.

– Oye... –Intentó retenerla Reiner, pero la joven heroína no le hizo ni caso y siguió replicando.

– ¡Es nuestra oportunidad!

Su tozudez empezaba a despertar cierto sentimiento de desprecio en mí, pero sobre todo lo hacía el hecho de que Reiner, el rubio de la banda roja, no le dijera nada. ¿Es que acaso no se daba cuenta de la actitud de esa cría?

La guerrera de la banda gris [Reiner Braun x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora