RECUÉRDAME; Walls

16.

SIGUE NARRANDO DANIEL

-Bueno y...¿Cuándo nos cogemos la borrachera de nuestras vidas?-Preguntó.

-Pero si no querías ¿no?-Le recordé.

-Bueno igual ahora sí que quiero-Afirmó él.

-Ginés...-Le dije.

-Ay vale, menos mal que no pasaba nada.-

-Y no pasa nada pero hay que deshacer las maletas-Asintió y empezó a hacer lo que le dije.

-Gin-Le dije. Me miró. -Voy a ir a la azotea a fumarme un cigarro, si necesitas algo, llámame ¿vale?-Le informé.

-Okey-Dijo.

NARRA GINÉS

Cuando vi a Dani desaparecer por la puerta, me di cuenta enseguida de que pasaba algo. Pero...¿Y a mí? ¿A mí me pasaba algo? Me miré en el espejo y me senté en el suelo frente a él. Comencé a hablar conmigo mismo, y sí, sé que parece que estoy loco, pero probadlo, nadie os conoce mejor que vosotros mismos, además, podéis engañar a todo el mundo, pero al del espejo no. 

"A ver Ginés, relájate, está todo bien, no entiendes nada de lo que pasa dentro de tu pecho pero todo eso, un día se irá. ¿Qué nos está pasando rubio? ¿Te estás enganchando de tu mejor amigo? No no, a ver, en serio, vamos a relajarnos y a respirar profundamente. Se supone que si tu mejor amigo y tú no parecéis novios, no sois mejores amigos, entonces, no hay ningún problema parecéis novios porque sois mejores amigos."

MIENTRAS, EN LA AZOTEA....

NARRA DANIEL

¿No os pasa que a veces sentís un nudo dentro y no sois capaces de encontrar la razón de su aparición? ¿Por qué aparentamos normalidad? Nada de esto es normal, mi mejor amigo me ha besado, y no, no hay ningún problema, tampoco es la primera vez que ocurre, al menos no es la primera vez si ambos vamos borrachos y no sabemos ni dónde estamos, porque sí, ¿quién no se ha besado alguna vez con un colega entre copa y copa? Todos lo hemos hecho ¿verdad? Bueno ese no es el caso. El caso es que joder yo no estaba borracho y ¿él? él tampoco, bueno al menos hasta donde yo sé, los ColaCao que hice, no llevaban alcohol. Vale, ahora, ahora os cuento mi problema. Mi problema es que no sé por qué estoy pensando esto si llevo desde ayer diciéndole a Ginés que no había ningún problema. Y es que la verdad es que se lo decía enserio, no hay ningún problema, al menos no con él. Porque él nunca es un problema. Y si él no es el problema, entonces lo soy yo, que no entiendo al nudo de mi pecho ni a los pensamientos de mi cabeza. 

LLAMADA ENTRANTE→Ginesín🧸💗

ACEPTAR

-Dime- Respondí al teléfono.

-¿Estás bien?-Me preguntó Ginés.

-Claro, ¿qué pasa?-Pregunté.

-No pasa nada, es que he pensado que si quieres podemos ir a dar una vuelta por la ciudad, hace buen día y aún anochece pronto.-Me propuso.

-Vale, ahora voy, no te muevas de la habitación.-Finalicé.

COLGAR

Bajé a la habitación y estaba Ginés, con un vaquero azul, una camiseta blanca y sus míticas Converse blancas.

-¿Te has puesto guapo y todo?- Le vacilé.

-¿Perdona? Querrás decir, que guapo vas siempre Ginés.-Se hizo el ofendido para después añadir un -Venga vámonos-

-¿Qué? No, claro que no, ahora te esperas, yo no puedo salir en chándal y tú todo pijo, me cambio y nos vamos.-Me defendí.

-AAAAAA que tardas horas en cambiarte Daniiiii-Se quejó él.

-Pero ¿te quieres callar? Si me desconcentras tardo más, pesado.-Le repliqué. 

Después de estar toda la tarde recorriendo las calles de Madrid, ocurrió lo que no sé si puede ser el fin o el principio renovado de la amistad que Ginés y yo tenemos la suerte de compartir desde hace casi 5 años. 

Y es que estaréis pensando ¿QUÉ NARICES HA PASADO AHORA DANI? Vale vale, no me grites, te lo cuento...

Salíamos del Museo del Prado. A Ginés se le antojó ir y ¿quién soy yo para privarnos a ambos el apreciar aunque sea una pizca de arte? Íbamos caminando de camino al metro y fue entonces cuando ocurrió...

NARRA GINÉS

No fue a propósito, ni siquiera fui consciente de ello, pero pasó.