El Profesor - Joerick

Capítulo 10 - Competición

"Algunos días somos cementerios, otros días somos museos".

– Ron Israel

Joel Pimentel

Despierto por el sonido de la alarma, la puse para que me despertará a las 7:00. Tengo ganas de salir a caminar, despejarme un poco y no hay mejor lugar que en el que estoy.

Me levanto, tratando de no hacer tanto ruido para no despertar a Christopher.
Abro el estante de ropa, y agarro unos jeans negro, una camisa gris, unos zapatos cómodos pero que queden bien. Al estar cambiado, salgo de la cabaña y me dirijo a la cocina, que su horario empieza a las siete de la mañana y cierra a las nueve de la noche. Es un horario un poco temprano el que cierra pero luego, tenemos una lugar grande con comida chatarra, que podemos comer fácilmente y de la cual no queda fea. Donde podemos ingresar las 24 horas. Y en otro lado tenemos para hacer Malvaviscos, al fuego, algo que siempre hacen en campamentos. Al final de éste día, lo haremos.

–Buenos días. –saludo amablemente al entrar a la cocina

–Buenos días, ¿profesor?

–Joel Pimentel, un gusto.

–El gusto es mío, profesor Pimentel. Me llamo Karina.

–¿Cómo le va?

–¡Bien! Estamos terminando algunos desayunos. ¿Qué desea desayunar? Tenemos café, capuchino, jugo de naranja. Y de comer, hay tostadas, medialunas, huevos revueltos y fruta picada.

–Un café y una medialuna, si pueden darme el café para llevármelo.

–Por supuesto, se lo traigo en un momento.

La cocina es grande, hay una barra donde también hay asientos, para si quieres esperar ahí y luego en el centro se encuentran unas cinco mesas con seis asientos cada una.

Tenemos suerte que contemos con cocineros, ya que sino deberíamos de cocinar nosotros, separados por grupos. Todo es así, porque es un instituto privilegiado, y los nenes de mamá y papá, no todos, no iban a querer cocinar o tener que limpiar.
Aunque el día de hoy, habrá una búsqueda del tesoro por decirlo de alguna forma, el primero en llegar a la meta, de los grupos. Tiene el derecho de librarse de algunas cosas que debemos hacer obligados y lo bueno, poder ponerle un "castigo", al grupo perdedor. Estoy ansioso por jugar.

–Aquí tiene, que lo disfrute.

–Muchas gracias.

Salgo de la cocina, y veo todas las cabañas, no hay nadie fuera, el horario de levantarse obligado es a las 9:00 y falta una hora para eso.

Comienzo a caminar, tan sólo un poco dentro del bosque. El día está soleado, está calor pero hay una pequeña brisa que hace el ambiente más perfecto.

Camino y la variedad de árboles, los grandes que son, plantas de mucho tipos, el sendero con las luces para de noche, la verdad éste lugar es hermoso.

Caminé un montón hasta que me encontré con un árbol muy conocido, históricamente, muy lindo. Me tomo una selfie, aunque sería mucho mejor si tuviese alguien que me saque la foto. Pero igual, me quedo satisfecho con el resultado.

Christopher:

¡Brother! ¿Dónde estás?

Salí a caminar. ¿Por?

¡Joel! Que son las 10:00, están todos preguntando por ti.

¿¡Que!? Mierda, se me pasó la hora. Ya voy para ahí.