Capítulo 18- Primera Cita

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"Contigo dan ganas de vivirlo todo".


Joel Pimentel

Un día agotador fue ayer (del buen sentido), la fiesta ha durado hasta las 5 a.m, no nos quedamos más porque muchos de los invitados no viven aquí, entonces descansarán, se quedarán un día aproximadamente y luego se retirarán a sus respectivos países.

Me levanto a las 11:00, podría haber dormido más, pero me gustaría hoy disfrutar el día como corresponde, y realmente es que no tengo la necesidad se seguir durmiendo.

Antes de entrar a bañarme cojo ropa del estante de Erickin, ya que me he quedado a dormir en su habitación de hotel, por supuesto aquí no tengo mi ropa.

Agarro una bermuda de jeans, que es de las que viene un poco rota. Una camiseta blanca con franjas negras y por últimos las zapatillas mías que llevé a la fiestas, de color negras. Sin olvidarme la ropa interior, que si o si, tuve que agarrar una de él.

Entro a la ducha, y aunque haga calor no pongo el agua totalmente fría. Cierro los ojos y disfruto mucho del agua cayendo en mi. Uno se baña y te conviertes en otra persona, te renueva totalmente.

Luego de unos 20 minutos, al salir y vestirme voy en busca del desayuno.

Salgo del hotel, y guiándome por un mapa, dónde muestra tal cual donde quedan las cosas, busco una panadería que se encuentra tan solamente a cinco cuadras. Al llegar compro medialunas, por favor que no me falten.

–¿A dónde habías ido? -pregunta entre un bostezo

–En busca de medialunas, tenía muchas ganas de comer.

–¡Me encanta! Ya en cinco me levanto. —se recuesta en la cama mirando el techo

–No te preocupes, te traeré el desayuno aquí.

Voy hacia la pequeña cocina, preparo jugo natural de naranja, muy frío, ya que el día de hoy se encuentra caluroso y está bueno despertar y tomar algo refrescante. De igual forma, siempre tomo café caliente aunque estemos en pleno verano.

Pongo los vasos de jugo en una bandeja, junto a unas seis medialunas medianas, qué se ven con una pinta espectacular.

–Estás muy lindo. –le miro sonriendo

Se encuentra sin camiseta, solo en boxers, con el pelo totalmente despeinado, y con cara de dormido.
¡Es hermoso!

–Estoy en la mierda. –niega– Tú si que estas lindo.

–No, estás hermoso.

–Esos dices porque eres mi... –me mira con los ojos entrecerrados– Gran amigo.

–Entonces todo lo que hacemos... ¿con cualquier otro "gran amigo", lo haces?

–Tal vez, quién sabe. –suelta una risa– Ya sabes, mi querido Pimentel, que tienes que hacer para que eso cambie.

–¡Uff vale! Igual me pareces hermoso, de cualquier forma.

–Te quiero.

–Te quiero, pequeño.

Desayunamos entre unas buenas charlas, hablamos de la fiesta y lo buena que estuvo. En lo mucho que hacía que ninguno salía a bailar y que tan bien la pasamos.

Dejé en un momento a Erick, ya que tenía que dar los últimos retoques al lugar donde lo llevaría el día de hoy.

Voy dirección donde me hospedo, encontrándome a Franco, Richard, Christopher y Agustín juntos saliendo del gran edificio.

El Profesor  - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora