Capítulo 2 - Corazones rotos

655 47 0
                                    

"Hay que saber cuando no encajamos en la vida de alguien.
Más que nada, para no rompernos tanto".

– Laia Gairí

Erick Colón

Apago la alarma, y me parece que ya es la tercera vez, que presiono para que deje de sonar.

¡Mierda!

Me levanto muy rápido, agarro ropa, lo primero que veo, si tengo prácticamente lo mismos modelo de ropa, y siempre los mismos colores; negro, blanco y gris.

–Elías, levántate, y ponte el conjunto del colegio rápido, por favor. –le hablo fuerte al pasar por su cuarto

–Mmm, ¿Qué hora es?

–Tarde, tarde. –respondo mientras me muevo de un lado a otro buscando las cosas, paro un momento para mirar la hora– Son 6:50, tienes que desayunar, pasaremos por una cafetería.

Elías se levanta, se cambia, va al baño para hacer sus necesidades, lavarse la cara, la rutina de uno.

–Ya estoy, Erick. ¿Estás?

–Sí, vamos.

Reviso una última vez, que nada me falte y nos vamos. Caminos unas dos cuadras, bastantes cortas, donde se encuentra Pop's.

–¡Buenos días! Erick, el zombie.

–¡Lucas! –saludo a un gran amigo– Necesito un café para llevarme y una malteada. Hermano ¿qué quieres de comer?

–¡Donas!

–Ok, y dos donas.

Me despido de Lucas, que luego nos veremos, y vamos a la parada de autobús, para ir al colegio de Elías.

–Erick.

–¿Si?

–¿Extrañas a nuestros padres?

–Siempre. –respondo rápidamente

–En dos días hacen fecha.

–Lo sé. –asiento con la cabeza

–¿Vamos a ir al cementerio? Me prometiste que al ser más grande podría ir, ya tengo 10 años.

–Eres pequeño todavía.

–Por favor, Erick. ¡Erick!

–...

–Quiero que me cuentes más de ellos, quiero saber como se conocieron, quiero saber como fue crecer con ellos. –su voz apagada al final me pone mal

–Está bien, lo pensaré.

–¡Gracias! Ya llegamos.

Al bajar del autobús, cruzar la calle, me da un abrazo, y corre hacia adentro donde muchos niños, maestros, se encontraban ahí.

Miro la hora, 7:20, otro día, sin llegar temprano. Me tomo un taxi, porque si espero a que pase un autobús, estaré unos 20 minutos. Y de aquí al instituto ya son 15, así que más tarde llegaría, todavía.

–¡Gracias! –hablo al bajar del taxi, luego de pagar, no sale tan caro no es un viaje muy largo

Camino, ya no queda nadie afuera, ya son 7:40, por lo cual hace 10 minutos, que todos entraron.

–¿A qué horas entras? –esa voz detrás de mi, hace que me quede quieto

–No le interesa. –respondo al segundo de pensarlo, para luego retomar el camino

El Profesor  - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora