Capítulo 7 - Descanso

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"Cuántos besos se quedan en unos ojos que miran una boca".

- X

Joel Pimentel

Hoy es lunes, se comienza con cero ganas, aunque pensándolo bien, debería de no molestarme ya que hoy no se trabaja y además iré a la casa de mis padres, dónde me encontraré al pequeño Erick y su hermano.

Ya veo que será un gran día largo.

Me levanto, agarro ropa y entro a ducharme, me quedo un poco más de lo normal, me gusta disfrutar del agua cayendo sobre mi, agua caliente en éste acaso, amo bañarme así.

Al salir, me visto inmediatamente aunque el día de hoy lo haré muy deportivo, quiero estar cómodo. Unos tenis blancos, un pantalón y sudadera de color negro. La verdad es que me queda muy bien puesto.

Al estar listo, agarro plata, mi celular, las llaves de mi auto, y me voy para la cafetería de siempre.

-Buenos días. -saludo amablemente a un chico joven

-Buenos días, ¿que desea?

-Un capuchinos y unas tres medialunas.

-Perfecto, ahora se lo llevamos.

Me senté en una mesa de la que tiene vista para la calle, como la mayoría, y que se encuentra en una punta, prefiero estar un poco apartado.

Escucho la campana, de que una nueva persona entra a la cafetería, levanto la vista, como de costumbre y sonrío al ver qien es.

-¡Joel!

-¡Franco! ¿Qué tal estás?

-Muy bien, ¿tú?

-Bien, todo muy bien por suerte.

-¡Me alegro mucho! Joelito. -sonríe- Está mi tío, ¿deseas pasar a saludar?

-¡Me encantaría!

Me levanto de la mesa y sigo a Franco, que entra por una puerta, que lleva a una habitación con una computadora y muchos papeles.

-¡Tío! -llama fuertemente

-Aca estoy, Fran. -sale de otra puerta de las que hay- Oh, no me digas. ¿¡Joel!?

El mismo. -sonrío- ¡Sergio! Que gusto tan grande, es verlo nuevamente.

-Ok, el gusto es mío Joelito. ¿Cómo has estado? ¿Qué fue de tu vida?

-Todo bien, mucho mejor. Me fui a vivir unos años a España, por eso me encontraba muy desaparecido, pero ya tenía muchas ganas de volver. ¿Usted como ha estado?

-Muy bien, todo sigue igual por aquí. Ven vamos a tomarnos una malteada de chocolate.

-Pedí un capuchino pero creo que me iría mejor una malteada. -comento, con una gran sonrisa, es lindo reunirnos después de mucho tiempo

Salimos de la habitación, nos sentamos en una mesa, y al momento ya teníamos unas tres maltadas, ya que Franco se encontraba con nosotros. Unas cuantas medialunas y una buena charla. La verdad lo necesitaba.

-¿Y la vida amorosa?

-Complicada. -respondo

-Es normal, todos hemos pasado por esas etapas.

-Si, espero que pronto todo se arregle.

-Si, no lo dudes. -me da unas palmadas en la espalda y agrega- ¿Y el trabajo?

-¡Perfecto! Ya he empezado, tengo muchas clases, buenos alumnos, la verdad es que me fascina.

-Eso es lindo, es bueno trabajar de lo que te gusta.

El Profesor  - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora