39° [N&W]

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[NARRA NATASHA]

-¿Llevas mucho tiempo aquí? - Pregunto abriendo el salón.

-No, no. Sólo unos días, estoy quedándome en un departamento de la calle Luther King.

-¿Qué edificio? - Pregunto rápidamente mientras dejo mi maletín sobre un mesón. - Yo vivo en esa calle.

-Edificio A, piso diez. - Comenta ella.

Comienzo a reír notando que es mi piso.

-¿Qué departamento? Yo vivo en el cuarto, y sólo somos cuatro personas por piso...

-Dos. - Comenta riendo. - ¿Me hablas en serio o...?

-¿Por qué no supe que Lena se mudó? - Comento rápidamente. - Extrañaré sus galletas.

-Lena no se mudó, es mi abuela. ¿La conoces? - Habla rápidamente.

-Lena siendo alemana... ¿Quién lo diría? - Comento riendo. - Claro que la conozco, Lena y yo hemos pasado navidades juntas. Es increíble.

-Mi abuela no me dijo nada, le preguntaré. Que emocionante. - Sonríe. - Que pequeño el mundo.

-Es extraño que en una ciudad tan grande se coincida tanto. - Suspiro y le entrego sus horarios. - Tengo que dejarte o llegaré tarde a mi clase y ya me perdí la hora con el nivel guía.

-Oh, bien. - Sonríe. - Me dieron al último año de psicología.

-Me lo imaginaba. Nadie los soporta. Llegan siendo increíbles en primer año, y se transforman en pequeños imbeciles.

-No aparentas más edad que ellos. - Murmura Sylvie.

-Es porque tenemos casi la misma edad. Tengo un año más solamente. - Murmuro. - Salí antes de la universidad, hice los semestres adelantada, porque...

-Eras demasiado buena para tener la misma cantidad de carrera. Escuché tu caso. Romanoff, claro... Eras una leyenda en mi universidad.

-¿En serio? - Hablo emocionada.

¿Leyenda yo? Wow.

-Claro, todos hablaban de ti, yo no pude hacer todo así de rápido, sólo me pude saltar tres semestres. - Comenta ella. - Te admiraba mucho.

-¿Cuántos años tienes? - Enarco una ceja.

Cuando choqué con ella creí que era una alumna, se ve joven.

-Veintitrés. ¿Y tú?

-Veinticuatro.

Nos sonreímos y me despido rápidamente al sentir el timbre sonar.

Me agrada Sylvie, es genial tener a alguien con quien charlar. Clint casi siempre está ocupado cuando yo tengo libre.
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[NARRA WANDA]

Me detuve en la entrada unos minutos pero Romanoff no apareció, caminé a mi asiento y me crucé con Thor.

Él me sonrió y yo estiré mi puño hacía él. Lo chocó y sonrió levemente agachando la mirada.

-Buen peinado, rapunzel. - Murmuré desordenando su cabello.

Llegué junto a Visión y me lancé en la silla sobre él.

-Ay, Wanda. Quítate, bestia.

-Cuidado, tengo una mano mala. - Murmuro. - Y sí rompes, pagas.

-Joder. ¿Quién me mandó ser amigo de una lesbiana ninfomana? - Gruñe quitandome y sentandose en su silla.

-Nadie. Tú me buscaste.

¿Maestra Romanoff? ; scarletwidow / Wandanat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora