XVI

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-¡Chicos!- Llamé la atención de mis compañeros -Aprovechare que Kagome fue a su época para visitar a mi tribu.

-¿Qué?, ¿pero qué crees que haces ___?- Exclamó enojado Inuyasha, mientras mostraba sus colmillos.

-Ya lo dije perro baboso, iré a visitar a mi hermano- Le conteste fastidiada, me molestaba que creyera que soy estúpida -Nos vemos en cuatro días- Me despedí con la mano sin esperar respuesta alguna, no quería que el tonto de Inuyasha siguiera reprochándome. Mis lobos me seguían a una distancia corta.

Mi aldea no queda tan lejana de la aldea de la anciana Kaede. Nosotros no nos alimentamos de humanos, como lo hacía la tribu de Koga, cazábamos animales y recogíamos algunos frutos, es una alimentación balanceada.

Mientras recorría mi camino hacia la tribu iba admirando el bello paisaje del bosque, esas tonalidades verdes tan hermosas, todo esto adornado con el increíble canto de las aves. De verdad era muy relajante.

No demore mucho en percibir mi adorado hogar, a simple vista pude ver que ya estaba restaurada la aldea, las casas estaban como nuevas, pero nada nos devolvería a todas las personas de la tribu que perdimos. Solo queda volver a nuestro equilibrio y seguir mejorando para que esto no vuelva a suceder. Unos cuantos habitantes permanecían con vendajes en su cuerpo, mientras que muy pocos les faltaba una extremidad. De verdad Naraku nos había devastado.

-¡Hermana!, que gusto tenerte de vuelta- Escuche detrás de mi, mientras que los demás volteaban hacia donde se escucho el grito de emoción de Isamu. Este se acerco a abrazarme y yo lo recibí con mucho gusto.

-Yo también te extrañe mucho hermanito- Le dije mientras lo acurrucaba con un poco más de fuerza.

-Oye, no me abraces tan fuerte que me quedo sin oxígeno- Lo observe, y era cierto, su piel se estaba tornando un poco rojiza por la fuerza ejercida.

-Lo lamento- Solté un poco mi agarre- ¿Qué tal te ha ido como líder de la tribu?- Le pregunte curiosa, aunque no dudaba que se veía todo bien gestionado.

-Me ha ido excelente, todo esta volviendo a su equilibrio... Aunque no te negare que el recuerdo de Naraku sigue presente en la mayoría que resultaron afectados- Me comento seriamente. Yo sabía que eso sucedería, pero no hay nada que yo pueda hacer para que esto pase más rápido, lo único que quedaba es vengarme y liquidar a ese maldito desquiciado- También quiero platicar algo contigo, es importante- Su tono de voz se sintió avergonzado, y pude notar un ligero rubor en sus mejillas y nariz.

-Claro, no me negaría a escuchar a mi hermanito- Le respondí un poco confundida, no se porque se avergonzó tan de repente.

-Pero hagámoslo en privado, por favor- Yo asentí y nos alejamos de la tribu adentrándonos en el bosque frondoso, todo esto bajo la mirada atenta de algunas personas. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos me senté sobre un tronco que estaba tumbado en el piso, estaba cubierto con un poco de musgo, pero no le tome tanta relevancia.

-Bien, dime de que querías hablar- Le di un ligero golpe a la superficie del tronco con la palma de mi mano, indicándole que tomara asiento, Isamu obedeció y agacho la mirada todavía con vergüenza.

-¿Te acuerda que una vez le hice una promesa a una niña de que me casaría con ella cuando volviera de su entrenamiento de las montañas, y que después nuestros padres lo hicieron realidad formalizando el compromiso?- Yo solo moví la cabeza de arriba a abajo en señal de aprobación, mientras intentaba entender todo lo que soltó rápidamente- Pues los otros jefes de las demás tribus piden que cumpla con el compromiso para que siga siendo jefe de nuestra tribu- No era algo que me sorprendiera, ya que antes se acostumbraba a formalizar compromisos para unir a las tribus. Afortunadamente yo no tengo que cumplir con algún compromiso, ya que mis padres murieron antes de conseguirme algún pretendiente.

¿El amor es complicado? (Koga Y ___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora