Durante estos días ocurrieron varios sucesos demasiado interesantes.
El primero es que a Sango le salió un pretendiente muy bien parecido, era un señor feudal, el cual conoció cuando apenas iniciaba como exterminadora, lo recordaba como el "niño de la nariz sucia" porque en ese momento se encontraba enfermo aunque en realidad se llamaba Kuranosuke. Él quería contraer matrimonio con la bella exterminadora, pero lo único que se concretó fue la exterminación de un fantasma de un grande demonio oso, ya que Kuranosuke se dio cuenta de la fuerte conexión que existe entra Sango y el monje Miroku.
Otro asunto también relevante fue que el sapo verde feo sirviente de Sesshomaru trató de robar el preciado colmillo de acero para llevárselo a su "amo bonito", me pareció gracioso la forma en que lo llamaba, algún día lo molestare con eso. Total, eso termino con Rin ayudándolo a huir y con su posterior secuestro a manos de Kagura y orquestado por el despreciable Naraku. Lo hizo con el fin de absorber al gran Sesshomaru, pero no lo consiguió, lo que consiguió fue que Inuyasha abatiera su campo de protección con su nueva técnica. Naraku logró escapar con éxito rodeado por sus insectos venenosos. Por otro lado, Miroku, Sango, Kagome y Shippo se encontraron con Kohaku y Rin, el cual intentaba acabar con la pequeña. Estuvimos a tiempo de detener la tragedia, yo tome a Rin y Sesshomaru agarró por el cuello al hermano de Sango, terminó perdonando la vida del chico, ya que él no se rebajaría a las artimañas de nuestro enemigo.
En este momento, Kagome regresaba de su época junto con Inuyasha, se veía agotada y con dolor. Se venía quejando con el muchacho porque no había dormido bien y este la venía apresurando.
-Hola Kagome, te iba a preguntar como estabas pero por tu aspecto no te ves nada bien- Le comente burlona con los brazo cruzados a la altura del pecho.
-Hola ___, gracias por tu alago- El sarcasmo se notaba a leguas, yo solo solté una pequeña risa junto con Sango -Necesito descansar- Exclamo mientras daba un largo suspiro.
-¿Qué te parece si antes de iniciar tenemos una tarde de chicas?, no se, pasear por el bosque y yo podría darte un masaje para destensar tus músculos- Propuse mientras alzaba mi dedo índice. Al parecer les encanto la idea, porque asintieron frenéticamente.
-Estoy de acuerdo, Kagome necesita tranquilizarse un momento, la escuela la dejo agotada- Dijo Sango mientras jalaba a Kagome para que viniera con nosotras.
-¿Qué les pasa?, necesitamos buscar los fragmentos de la perla- Se quejo Inuyasha molesto, sabía que a él no le agradaría la idea.
-Ni siquiera tenemos el rastro de Naraku, se oculto como una sucia rata- Le explique al híbrido -Así que no importara que tomemos una tarde de descanso.
-___ tiene razón, así que nos vamos- Me jalo Kagome y comenzamos a caminar a paso tranquilo.
-Las acompaño señoritas- Nos siguió el monje por detrás, yo me volteé con el ceño fruncido.
-¿Qué no entendiste que dije "tarde de señoritas" o el agujero negro que tienes en tu palma te absorbió el cerebro?- Molesta le dije mientras paraba mi andar. Él también paró y las chicas solo rieron -Bien, ahora regresa con el perrito y el chiquillo- Haciendo referencia a Inuyasha y Shippo, se que me escucho y seguramente este enojado, solo podía escuchar como daba patadas al suelo a manera de berrinche. Yo continúe caminando.
-¿Qué les parece si primero vamos a unas aguas termales?- Propuso la exterminadora, las dos lo aprobamos y tomamos camino a las mas cercanas.
Al llegar nos desvestimos y doblamos la ropa para dejarla a la orilla de las aguas, yo también deje ahí mi mochila y mi espada, no suelo usarla, pero la traigo como último recurso. Nos sumergimos y suspiramos de satisfacción, el agua estaba a la temperatura ideal, sentí como los músculos de mi espalda se relajaban.
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¿El amor es complicado? (Koga Y ___)
Fanfiction___ es una chica lobo, pero es huerfana. Ella es extrovertida, muy fuerte y tiene la ventaja de ser super rapida. Ella vive en la epoca feudal, es aquella epoca en donde existe la llamada "Perla Shikon", que hace realidad tu mayor sueño. A ella no l...