XIX

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Un nuevo día comenzó, apenas estaba amaneciendo ya que el cielo se podía apreciar entre tonos anaranjados con toques amarillos, aún no eran molestos los rayos del sol, así que supuse que no era tan tarde. Las avecillas empezaban a entonar sus bellas melodías, así que supe que era momento de levantarme para comenzar el entrenamiento. Me paré con mucho cuidado de no despertar a Rin y la deje con la cobija puesta, aún permanecía algo del frío nocturno y no quería que se enfermara. 

Estiré un poco mis músculos, intentando destensarlos porque estaban un poco contracturados por la inactividad del sueño. Observé alrededor y vi a Jaken hecho bolita en la base del tronco en donde permanecía el Lord Sesshomaru, se notaba a leguas que el pobre tenía frío. Lo agarre con cuidado de no despertarlo y posé su pequeño cuerpo de duende a un lado de Rin, a parte de que también lo cubrí con la cobija. Al voltearme, el Lord Sesshomaru estaba en el suelo, estoico e imperturbable, me paré firme y asentí.

Él comenzó a caminar, alejándose de donde estaba nuestro pequeño campamento improvisado, ya que, obviamente no entrenaríamos cerca de la pequeña Rin, todo esto sería extremadamente peligroso para ella, y este entrenamiento sería mortal. Ya al estar alejados, él dijo sencillamente.

-Muéstrame lo que tienes- Se quedó parado, sabía que quería que diera el primer golpe, pero también sabía que el lo esquivaría con sencillez. 

Me quedé pensando brevemente, y opte por algo coherente. Me abalancé con un ataque frontal, sabiendo que él pensaría que haría eso, para posteriormente desplazarme a la izquierda, quedando frente al Lord Sesshomaru. Al faltarle el brazo izquierdo, él buscaría moverse a su lado bueno, después de ello me deslicé por debajo de sus pies para quedar detrás de él y tratar de darle un zarpazo, cosa que fallo porque salto. Al tener una posición elevada tenía una mayor ventaja, por lo que di tres saltos hacia atrás, tratando de alejarme, pero no sabía que utilizaría su látigo de veneno, con el cual me acertó un rasguño, este ardía como el demonio, aunque eso no evitaría que siguiera con esta batalla. 

Salté en su segundo intento por atacarme, así que ahora no pudo darme con el mismo truco. Parecía que él iba analizando cada uno de mis movimientos, y yo trataba de aprender cada cosa que hacía, también trataba de guiarme con mi instinto, que muchas veces me ha salvado de la muerte inminente. Cada vez calculaba mejor mis movimientos, teniendo cuidado de no dejar ningún espacio descubierto en mi defensa. Pero era claro que el Lord Sesshomaru es muy fuerte, y podía darme uno que otro golpe. Después de unas cuantas horas estaba muy agotada, cosa que había notado el Lord, por lo cual paramos.

-Me sorprende la condición que tienes para la especie que eres, pero aún hay muchas cosas por mejorar- Explico, manteniéndose de pie. Yo, por lo tanto, me encontraba sentada tratando de recuperar un poco el aliento -Haces un movimiento repetitivo hacia la izquierda, es muy notorio después de estar combatiendo durante largo tiempo, tus movimientos deberían de pasar desapercibidos y debes de desaparecer ese patrón para que sean impredecibles. A parte de que hay que mejor la velocidad- Concluyó el análisis de mi técnica de combate, me sorprendió que fuera detallado, porque pensé que él era hombre de pocas palabras, pero es un excelente mentor -Así que no creo que te tome bastante tiempo mejorar tu técnica. Por hoy será todo- Se alejo lentamente de nuestra ubicación hacia no se donde, pero no iba hacia el campamento.

Yo opte por volver a ver como estaba Rin, ahora ya era medio día y supongo que aquellos dos ya estaban despiertos, cosa que no me equivocaba. Rin se encontraba sentada tarareando una canción mientras dibujaba en la tierra con un palito. Jaken solo observaba el cielo, montado sobre Ah-Un, que estaba recostado en el fresco pasto. La niña levanto la mirada y se emociono.

-Ya volvió ___, señor Jaken- Este solo volteó y asintió con aprobación, se paró la pequeña del suelo y se acerco hacia mi con unos cuantos frutos -Los recolecte hace rato, y guarde algunos para cuando volviera de su entrenamiento- Me extendió los brazos y dejo en mis manos tres manzanas y unas cuantas moras.

-Gracias Rin, tenía mucha hambre- Revolví suavemente su cabello y tome asiento a la orilla del rio. Le di una mordida a la primera manzana, y si que estaba deliciosa, muy fresca y tenía un gran dulzor que sabía a gloria, así que devoré todo con rapidez. Al terminar, me volteo hacia atrás y fijo mi mirada en la niña -Rin, me causa curiosidad algo- Frote mi barbilla con mis dedos índice y pulgar, denotando que tenía ciertas dudas.

-Dime- Murmuró de manera muy inocente, lo que me dio confianza para preguntarle.

-Me preguntaba como es que llegaste a servirle al Lord Sesshomaru. Tengo entendido que él solo suele tratar con demonios o cosas que tengan aura demoníaca, pero tu solo eres una pequeña niña humana inocente...

-Oh, verás- Su semblante se ensombreció al instante, me pareció curioso su cambio repentino de humor -Hace tiempo, encontré al amo Sesshomaru herido en las profundidades del bosque, era cercano a la aldea que habitaba, yo siempre trataba de ofrecerle comida para que se recuperará, pero él se negaba a comerla. Así fue durante unos días, entre ellos, una vez me interceptaron los aldeanos mientras cazaba unos peces para el amo y me dieron una golpiza, después fui a verlo aunque estaba golpeada. Al momento de regresar a mi casa me tope con un ladronzuelo que hurgaba en mis cosas, pero al parecer solo buscaba refugiarse de algo que lo perseguía- Paro un momento, tratando de digerir las palabras que decía, era complicado para la pequeña proseguir, así que, para que se sintiera más segura posicione mi mano izquierda sobre su hombro, en señal de apoyo -Se escucharon gritos y varios sollozos fuera de mi choza, él hombre huyó asustado y murmuraba cosas. Vi como lo atraparon unos lobos en el rio y lo llevaron a la orilla, después llego su jefe, portaba pieles de color café y una coleta alta, y asesino al hombre de un zarpazo en la cabeza. Alrededor se podía ver toda una masacre, yo solo pensé en correr muy lejos, trate de ir con el amo, pero una jauría de lobos me ataco y fallecí- Tragó saliva fuertemente y soltaba unas pequeñas lagrimas. Demonios, por la descripción que dio lo más probable es que el jefe sea Koga, ¿cómo pudo atacar a una inocente niñita?, no se como lo veré la próxima vez que me lo tope.

-Lo lamento mucho Rin, no sabía que todo eso te sucedió- Abruptamente la tome de ambos hombros y la jale hacia mi, dándole un abrazo sobreprotector -No debes de temer, yo estaré para protegerte, también estará Jaken y el Lord Sesshomaru, así que nada te pasará- Ella correspondió el abrazo, pude sentir mis prendas mojadas a la altura del pecho.

-No te preocupes ___, desde que paso eso he vivido mejor, me siento feliz de haberlos conocido- Levanto su rostro y me brindó una grande sonrisa -Si no hubiera sucedido no los tendría a mi lado- Podía escuchar moquear al enano verde detrás de nosotras.

-Dejando de lado lo sentimental, ¿qué te parece si ahora te peino?- Ella asintió frenéticamente y se sentó enfrente de mi para darme mejor acceso a su cabellera. Tome delicadamente unos cuantos mechones y comencé a trenzarlos con cuidado de ajustarlo demasiado, paso a paso iba terminando el peinado, la niña se veía hermosa, pero le faltaba algo -Ven Rin, vamos a buscar unas flores para decorar tu trenza- Ella se paro emocionada y corrió dando saltitos al bosque. Solté una pequeña risita tapando un poco mi boca. Seguí el paso la niña y entre unos arbustos encontramos unas camelias preciosas, la tomamos con cuidado y yo le puse unas cuantas entre algunos gajos de la trenza.

-¿Podría agacharse un poco?, por favor- Yo le hice caso y me coloco una de las flores detrás de mi oreja -Se ve muy linda- Me sonrió con los labios cerrados y achicando sus párpados. Me dio mucha ternura la expresión de la más chica -Le llevaré unas a Ah-Un, otra para el señor Jaken, y una más para el amo Sesshomaru- Numeraba la niña mientras las cortaba, yo solo observaba con tranquilidad cada detalle de los movimientos que hacía, es una niña muy especial -Listo, ya podemos regresar- Ella portaba unas cuatro flores entre sus manitas.

-¿A dónde fuiste, mocosa?- Llegó el enanito un poco enojado, agitando sus manos histéricamente.

-Lo siento señor Jaken, no le avise a donde iríamos... Pero le traje un regalo- Le extendió la florecilla con ternura, pude sentir que este se puso feliz, aunque no lo demostró y solo la tomo sin decir nada. Eso no parecía preocuparle a Rin, porque ella misma sabía como es el lenguaje de Jaken -Ah-Un, también les traje una- Se acerco a ellos y le colocó uno a cada uno.

-Se ven preciosos- Acaricie ambas cabezas y estos solo se dejaron querer. Estuvimos jugando un rato entre Rin y Ah-Un hasta que llegó Lord Sesshomaru.

-Amo Sesshomaru, le traje esto- Le acerco la flor y él solo la observó durante unos segundos, seguía con su expresión seria, pero tomo con delicadeza la flor. Vaya, el vínculo de él con la pequeña es grande, eso me sorprende, pero me alegra que tenga empatía y cariño por ella.

¿El amor es complicado? (Koga Y ___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora