Experimento328

Lluvia

Sakura seguia bajo la lluvia que caia torrencialmente, tomo aire y decidió su camino hacia el sur.

Mientras tanto en la base.

- Doctor hwang... debi suponer que ayudarias a 328 - hwang se encontraba atado a una silla, con moretones en su cara y golpes en todo su cuerpo - Esta traición debería costarte la vida, tú mas que nadie sabe lo que esa pequeña insolente puede hacer por la humanidad... pero te dejaré con vida... por lo pronto- en ese momento la puerta se abrió dejando ver a un hombre delgado, de cabello negro y largo, unas ojeras prominentes, un aura y apariencia fria. - Tu iras en su búsqueda, es priodidad que la traigas viva. ¿Entendiste?

- Si señor - el joven asintió y salió al cabo de unos segundos.

- Lo recuerdas, no? Ese chico que encontramos luego de que matara a casi toda su familia despues de verlos tranformados en no muertos... aunque solo sobrevivió el hermano menor

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- El diario de papá esta todo mojado - se quejó mientras lo miraba- Maldita sea... - maldijo mientras seguia caminando bajo la lluvia.

A varios metros pudo divisar una pequeña luz amarilla, sin pensarlo mucho se dirigió hacia allí.

La lluvia solo era una llovizna a medida que se acercaba a lo que pudo distinguir como una cabaña de madera, parecia muy descuidada, rota en lagunas partes, ventanas tabladas y un color marron oscuro humedecido por el agua.

Cuando llego, camino al rededor viendo por donde entrar, ya que lo que habia visto a la distancia era una pequeña parte de la ventana que habia quedado mal tapada. Al cabo de unos segundos intento abrir la puerta, que para su sorpresa estaba abierta. Entró despacio, sus ojos se acomplaron a la oscuridad que era apagada solo por una lintera amarilla.

Parecia no haber nadie, cerró la puerta tras de sí, recorrió toda la habitación con su vista. Planos, mochilas, papeles, una chimenea apagada, se acerco y toco el piso de ésta, estaba tibia lo que le indico que las personas que estaban ahí se habian ido hace mas o menos media hora. Camino hacia la parte compartida, una pequeña cocina sin luz, la heladera vacia, sobres de ramen vacíos esparcidos por el piso.

Diviso pequeñas ramas recas y la coloco en la chimenea, hizo fuego y se quedo cerca mientras secaba su ropa y el diario de su padre.

En la soledad, los ruidos de las gotas que golpeaban contra el techo se convertian en ecos en sus oidos, agachada con la cabeza oculta entre sus brazos repasaba lo aprendido... aunque nadie le habia enseñado como sobrevivir fuera de los frios pasillos del laboratorio.

Unos ruidos la alertaron, voces y pasos se escuchaban cada vez mas cerca, se paró inmediatamente pero no se movio de donde estaba. Esperó y esperó hasta que por fin la puerta se abrió. Una oleada de voces discutiendo llegaron a sus oidos que rapidamente se callaron al verla.

Los dos muchachos sorpendidos, mas por el hecho de ser mujer, la miraban sin saber que hacer o decir, hasta que el más alto reacciono, desenfundó su espada que llavaba colgada y apuntó hacia Sakura.

- Espera, que crees que haces? - le preguntó su compañero intentando que vuelva a guardarla. Sakura miraba a ambos, no sentía que debia temerles. - Guarda eso, si fuera un no muerto nos hubieramos dado cuenta. - No le hizo caso, y siguió apuntando hacia ella.

- ¿Como entraste? - su tono frío hizo que se le pusiera la piel de gallina.

- La puerta estaba abierta - contestó con simpleza

- Eres un inutil dobe, te dije cierres bien antes de irnos.

- Lo siento, dattebayo! - dijo medio nervioso entre risa, su mano en la nuca, miro a Sakura y le dio una gran sonrisa - Mi nombre es Uzumaki Naruto y el amargado al lado mio es Uchiha Sasuke.