CAPITULO 4

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LA PRIMERA VEZ

Adela

Por fin amanece y estoy bastante nerviosa, ya que no sé cómo le voy a decir o como y ni siquiera como lo vaya a tomar el, finalmente me levanto, me baño y arreglo y salgo, bajo las escaleras y lo veo, esa sonrisa coqueta me encanta, pero tengo que estar algo seria, porque no se me puede olvidar que tiene novia y quien sabe cuánto tiempo llevaran.

- Buenos días señorita -

- Buenos días – no lo miro solo sigo de largo, me estresa tantos incognitos, subimos a la camioneta y arranca.

- Adela estas enojada conmigo? -

- Si -

- ¿Por qué? -

- ¿Por que no me dijiste que tenías novia? - frena bruscamente.

- De qué hablas – ruedo los ojos, no puedo creer que no lo admita.

- Si, porque no me dijiste que tenías novia, ayer me entere, así que no trates de negarlo -

- No lo vi necesario -

- ¿No lo viste necesario? Normalmente uno no besa a otras personas cuando tiene pareja -

- Disculpa por no decirte, pero no sé qué me paso contigo -

- Si tú lo dices -

- Entenderé si quieres dejar todo hasta aquí y quisieras que todo cambie – hora de decidir, el me hace feliz y quita la soledad en mí, y es cierto que no conozco a la novia.

- ¿Cuánto llevas con tu novia? -

- Para que necesitas saber eso -

- ¿Cuánto llevas con tu novia? -

- 5 meses – no llevan casi nada, no sé qué hacer, creo que le voy hacer caso a Jessica.

- Nada va a cambiar -

- Estas segura? -

- Si -

- Está bien, ya que esto quedo arreglado, ¿me puedes dar un beso? -

- David eres un descarado, pero si –

- Tú también eres una descarada – acaricia mi mejilla y me besa y de verdad que necesitaba sus besos, jala mi cabello hacia atrás para poder tener mejor acceso a mi cuello.

- Mmm – y de repente vienen dos cosas a mí me mente una es la escuela voy a llegar más que tarde y la otra es que puedo faltar y pasar el día en una cabaña a las afueras de la ciudad que nunca se utiliza y es de mi familia, creo que iré por la segunda opción – David -

- ¿Qué pasa? -

- La escuela -

- Mierda cierto, vamos -

- No, espera – me mira algo extrañado – no voy a ir hoy, diré que estoy enferma, podemos ir a otro lugar -

- ¿A dónde quieres ir? -

- Ahh ya lo veras, solo conduce que yo te guio -

- Adela te vas a meter en problemas -

- No, confía en mí, vamos conduce -

- Está bien – antes de que arranque le doy otro pico y nos vamos.

- Donde vamos a ir está por ahí a una hora -

TU CUERPO, MI NECESIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora