CAPITULO 11

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LA GRAN NOCHE (PARTE 1)

David

Todo lo que le dije a Adela fue cierto, a ella no le puedo mentir, esa confesión fue totalmente transparente, ella está en mis brazos, haciendo un diseño de un vestido, para el día de la graduación.

- ¿Te gusta como está quedando? – me mira con unos ojos llenos de ilusión.

- Si, bastante, ya quiero vértelo puesto -

- No sé, faltan 4 meses para la graduación y es un vestido muy difícil de volver realidad, lleva bastante trabajo -

- Eso parece, pero sé que si te esfuerzas lo vas a lograr hacer en 4 meses -

- Sabes, tienes razón, mañana cuando llegue de la escuela, ¿me acompañas por la tela?

- Claro que si – le doy un casto beso – ¿sabes qué hora es?, deje el celular en la camioneta.

- Las 6:30, ya nadie está en la mansión -

- Si, se hizo tarde bastante rápido -

- Supongo, que ya te tienes que ir a tu casa -

- La verdad no tengo nada que hacer en mi casa solo, pero no sé si tú quieras que me quede -

- Claro que sí, no me quiero quedar toda la noche sola, es más, ¿te molestaría quedarte esta noche? -

- Adela ¿y si alguien me ve? -

- Quien te va a ver, déjame les escribo a todos que lleguen mañana después de las 7 -

- Me gusta esa idea y así de una vez te recompenso, por no estar hoy -

- No te preocupes más por eso, ya les escribí a todos, ahora vamos y me preparas algo rico de comer – suelto una gran carcajada, la cual ella responde con una igual.

- Está bien, que quiere mi princesa – y eso salió involuntariamente, pero así es, ella es mi princesa y se puso roja como un tomate – ¿qué pasa? -

- Nada solo que no sabes cómo me gusto que me dijeras así -

- ¿De verdad? -

- Si – la beso, es un beso tan lento, tan especial, siento que de esta manera nos podemos trasmitir todo lo que sentimos el uno por el otro, nos separamos para tomar aire, le doy un beso en su frente y no sé porque con ella me nace ser tierno y dulce, normalmente no soy para nada así.

- Vamos, pero al final no me dijiste que querías que te preparara -

- No sé, soy muy indecisa con la comida, pero la nevera está llena de comida, puedes utilizar lo que quieras – una vez me dijo que su comida favorita era la asiática y yo soy un buen cocinero y una vez trabaje en un restaurante chino, así que voy hacerle una comida asiática, reviso la cocina y hay todo lo que necesito.

- Ya sé que te voy a preparar -

- ¿Que? -

- Es una sorpresa, así que sube y preparas la habitación, yo te llamo cuando la comida este lista -

- Si señor -

- ¿Como? -

- Si señor mandón -

- Adela te dije que no me dijeras así -

- Si, pero yo que culpa si me empiezas a dar órdenes como mi padre, pero igual te voy hacer caso, en un rato bajo -

TU CUERPO, MI NECESIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora