CAPITULO 12

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LA GRAN NOCHE (PARTE 2)

Adela

Cuando veo que ya está más tranquilo me alejo y pongo una canción de Michele Morrone - Drink Me, me acerco decidida a él y le empiezo a desabrochar la camisa, se la quito, paso mis manos por su pecho, me agacho para quitarle los pantalones, bajo su cierre y se ve espectacular solo con bóxer, nunca lo había podido detallar tan bien y la venda de color vino que tapa sus ojos combina excelentemente con sus bóxer negros, lo acuesto a lo largo de la cama y me pongo encima de su erección, hago círculos con mis caderas y escucho pequeños gruñidos salir de sus labios, me excita tanto saber que yo provoco aquello, saco otro trozo de tela, del mismo color y lo amarro a la cama.

- Adela, me puedes explicar como yo nunca te he hecho esto y tu si a mi -

- Porque fui más rápida señor Diaz -

- ¿Ahora me vas a llamar por mi apellido? – sonríe muy divertido y sé que trata de ver que tan serio es esto.

- Si sigues hablando sin mi permiso, te pondré una mordaza – traga grueso y veo su manzana de adán moverse y me parece la cosa más sexy del mundo; cuando termino de amarrarlo me levanto para verlo y mi sonrisa de satisfacción lo dice todo, verlo amarrado a mi cama, saber que me cedió todo control sobre él, me hace sentir bien y hasta podría decir que poderosa, nunca pensé tenerlo tan "sumiso", me subo de nuevo a la cama y beso sus labios, él quería profundizarlo, pero no, hoy la idea es verlo a mis pies, cuando me separo trata, de pararse, pero sus manos atadas no se lo permiten.

- Mierda – lo dice en un susurro apenas audible.

- Eso no fue muy inteligente de tu parte, ¿me quieres ver? -

- Si, por favor déjame verte – está siguiendo mi juego.

Me levanto y voy hasta la cabeza de la cama, desahogo el nudo de la venda de sus ojos y la retiro lentamente, me paro delante de él y su cara, es un mar de lujuria, de sus ojos brota el deseo, recorre mi cuerpo de pies a cabeza, traigo puesta una lencería de color vino; gateo por la cama, hasta llegar a su bóxer y los bajo, dejando salir su gran pene erecto, paso mi lengua por mis labios y nuestras miradas se unen, la intensidad de la mirada es indescriptible.

Sujeto su pene con mi mano y empiezo a masturbarlo, veo sus gestos y me encantan, su rostro es una mezcla de placer y desesperación, veo que es poco paciente y ya con el juego había sacado mis propias conclusiones de su nivel de paciencia.

- ¿Te gusta? -

- Si – solo salen suspiros de su boca.

Cambio las manos por mi boca, paso mi lengua de abajo hacia arriba, repito el movimiento un par de veces más, doy círculos en la punta del pene y sin previo aviso lo introduzco dentro de mi boca con un movimiento algo brusco y bastante esfuerzo para que no me den ahorcadas tan intensas.

- Adela – hago movimientos ascendentes y descendentes, siento su pene ir creciendo dentro de mi boca, aumento la velocidad y empiezo hacer un poco de presión – Adela apártate, me voy a venir – como si yo le fuera hacer caso, al contrario voy más rápido, cuando escucho un gruñido y siento un líquido caliente invadir por completo el interior de mi boca, obviamente que sé que es y sin pensarlo dos veces lo trago, sigo chupando su pene hasta que ya no sale nada más, es la primera vez que lo pruebo y no sabe nada mal.

- 10 minutos – me pongo de pie.

- ¿Para qué? -

- Para que te repongas, como te dije esta va hacer una gran noche -

- Eso espero – me sonríe y yo a él, la química que tenemos es enorme, espero pacientemente 10 minutos, los cuales se me hicieron bastantes largos – continua –

- ¿Seguro que ya puedes? -

- Si, no te preocupes -

- Está bien – empiezo a quitar mi lencería de una manera muy sensual, me pongo sobre él y empiezo a moverme sobre su pene, el cual poco a poco va tomando más firmeza, me acerco y lo beso esta vez me tomo mi tiempo, sus labios son tan adictivos, meto mis dedos dentro de su cabello y profundizamos más el beso, nos separamos en busca de aire – ¿te gusta? –

- Bastante – cojo su pene en mis manos y lo introduzco lentamente en mí.

- Ah – empiezo a moverme en círculos, siento un mar de excitación y placer recorriendo cada parte de mi cuerpo, es la primera vez que lo hacemos tan calmado y lento, estamos disfrutando el cuerpo del otro de una manera tan sensual y hermosa, el con sus ojos cerrados y maldiciendo por lo bajo, moviendo sus caderas para llegar más profundo, yo siguiendo con un ritmo lento y mis ojos cerrados, deseando recordar este momento para siempre.

- Adela, desátame por favor, ya tuviste el control – sigo el movimiento y me inclino hacia adelante.

- Está bien, solo porque ya necesito tu rudeza – desato sus manos y el no pierde tiempo, las pone en mi cintura y me toma fuerte el sonido de nuestros cuerpos chocando empiezan a inundar toda la habitación, me lleva con el hacia adelante y estoy acostada en él, empieza hacer todo el trabajo y yo siento mi orgasmo más cerca que nunca – más rápido David – me hace caso y ahí estaba un orgasmo, pero nunca había sentido algo así, es el más fuerte que tenido, segundos después él también llega, me deja a un lado de él y me abraza, yo me siento en las nubes, no puedo creer que está aquí a mi lado y en mi cama – y entonces, fue una gran noche? -

- La mejor de las noches, gracias – le sonrió y me besa – por cierto, donde compraste la lencería y las vendas, nunca había visto una como tenías puesta y más que viniera en conjunto con vendas y mordazas.

- No la compre – me mira algo extrañado, tratando de obtener una respuesta - La diseñe yo, es un diseño único de mi colección.

- Adela de verdad eres muy talentosa, te aseguro que vas a llegar muy alto – me abraza y una vez más nos dormimos en los brazos del otro. 

TU CUERPO, MI NECESIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora