CAPITULO 8

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¿DÓNDE ESTÁS?

David

Despierto y caigo en cuenta que ella sigue encima de mí, no cambiamos de posición en toda la noche, me quedo observándola y de verdad es muy hermosa, dormida se ve tranquila y tan despreocupada, se empieza a mover y abre sus ojos, esos ojos que me gustan desde el primer momento que la vi.

- Buenos días -

- Buenos días -

- ¿Hace cuánto estas observándome dormir? – pregunta con una sonrisa en su rostro, ella es una mujer supremamente expresiva, si esta brava, triste o feliz, es muy fácil identificar como esta su humor.

- No hace mucho, pero déjame decirte que te ves muy hermosa cuando estas dormida -

- Gracias, ¿Tienes hambre? –

- Si, vamos hoy hago el desayuno yo –

- Está bien, ¿Qué hora es? -

- No sé, ayer no recuerdo donde metí mi celular –

- Estoy igual, pero deberían de estar en la sala –

Bajamos y efectivamente los dos celulares estaban en la sala, me dirijo a la cocina, para hacer el desayuno y mi teléfono empieza a sonar, miro la pantalla, veo que es Daniela, volteo a mirar a Adela y está distraída en el televisor.

- Hola -

- Hola, hasta que contestas -

- Discúlpame, pero como te dije ayer he estado ocupado trabajando -

- Si, pero no puedo creer que no tengas tiempo para mí -

- Por favor, ¿hoy en la noche nos vemos en tu casa sí? Ya no quiero discutir más del mismo asusto -

- Está bien, te espero esta noche, con la cena lista -

- Dale amor, nos vemos esta noche – colgamos y Adela sigue en la misma posición.

Después de preparar el desayuno, comemos en silencio y es que con ella podemos estar en dos situaciones o hablamos y nadie nos calla, o simplemente guardamos silencio y no es incómodo, todo lo contrario, se siente bien.

- Voy a arreglar la habitación, porque hoy nos vamos -

- Dale, yo me encargo de la cocina -

Organizamos la cabaña y nos dan las 3 Pm, preparo el almuerzo comemos y apenas terminamos, Adela pone música, y pone un reggaetón viejo "Mayor que yo" empieza a cantarme la canción y se acerca a bailarme.

- ¿Me estas dedicando la canción? – pregunto, aunque ya se la respuesta.

- Si, describe exactamente lo que siento – bailamos unas canciones más y se nos va la tarde.

Nos bañamos, vestimos, dejamos todo limpio y nos dirigimos a la mansión, hacemos una parada a mitad del camino, para poder comer algo y seguimos, ya que se estaba haciendo bastante tarde y al día siguiente ambos teníamos que madrugar, tras mucho tráfico, por fin llegamos a la mansión de Adela.

- Llegamos -

- Si, gracias por este fin de semana David -

- Gracias a ti, hace mucho tiempo no tenía un fin de semana así, me divertí mucho contigo -

- Me alegra escuchar eso, espero algún día repetirlo -

- Igual yo – me acerco y la beso, hasta mañana en la mañana volveré a besarla, y me temo que sus labios se convierten de poco a poco en una necesidad.

TU CUERPO, MI NECESIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora