EL PRIMERO DE MUCHOS
Adela
Bajo con el mayor intento de disimular el dolor de mi entrepierna.
- Papá, mamá que hacen aquí, pensé que estaban de viaje –
- Si hija, pero hoy llegamos y además nos llamaron de la escuela, ¿Por qué no fuiste hoy?, ¿Y porque estás aquí? -
- Hoy he tenido mucha migraña y falte por eso, a ver si me sentía mejor y no, así que decidí venir aquí ya que es un lugar muy silencioso y tranquilo -
- Entendemos hija, pero a la próxima avísanos, así no nos preocupamos tanto -
- Si señora, pero ¿cómo sabían que estaba aquí? -
- La cabaña, tiene una alarma en caso de ladrones y eso nos avisó, así que asumimos que eras tú ya que no estabas en casa -
- Oh entiendo -
- Hija y ¿David? -
- El vino y me dejó aquí, y después le dije que se fuera y pasará mañana temprano por mi -
- Eso está muy bien, entonces nosotros nos vamos, descansa hija -
- Gracias, nos vemos mañana en la mañana –
- Si llegas antes de que nos vayamos si hija –
- No comprendo, para donde se van –
- Un viaje de la empresa -
- Pero acabaron de llegar, no se podrían quedar este fin de semana, acabaron de llegar –
- No hija, perdón, pero en un viaje de negocios importantes –
- Está bien, entonces hasta después –
Les doy la espalda y espero a que se vayan para ir a encerrarme al baño, no entiendo por qué no se pueden quedar, no pasan ni dos días seguidos conmigo y de repente ese sentimiento de soledad y vacío vuelven a mí, es una sensación tan horrible que no puedo evitar llorar.
- Adela, ¿estás bien? – olvide por completo que estaba con David.
- Si, salgo en un momento – no quiero que me vea así.
- Te espero abajo, voy a ir haciendo la cena -
- Gracias – me limpio el rostro y espero unos minutos más para calmarme y salgo del baño.
- Ya casi esta lista la comida, ve sentándote – solo le obedezco, sin decir ni una sola palabra – oye -
- Dime -
- Ven para acá – me coge como si fuese un bulto de papas y me sube a su hombro.
- Estás loco, ¿Qué estás haciendo? -
- Te voy a dar un orgasmo a ver si se te pasa eso que no me quieres decir -
- Te dije que estoy bien, por favor bájame -
- No, no estás bien y tampoco te voy a bajar – llegamos al cuarto y me tira LITERALMENTE sobre la cama, devora mi boca, y eso era lo que necesitaba, lo agarro del cabello para profundizar más el beso, aprieta fuerte las nalgas y de mi boca sale un gemido, que de inmediato es silenciado por su boca, acaricia mis pezones y nuevamente empieza a besar todo mi cuerpo, masajea mi clítoris e introduce dos dedos en mí.
- ¡¡DAVID!! – me embiste con sus dedos cada vez más rápido, los saca y los reemplaza por su lengua, lame y chupa mi clítoris a su antojo, aumenta su ritmo y me siento en el paraíso, creo que estoy cerca – Ahh – suelto un gemido desde lo más profundo de mi garganta y siento mis ojos adormecidos, trato de normalizar mi respiración, mientras mis piernas no paran de temblar y creo que, si llegue, si así se siente un orgasmo, quiero mucho más.
- ¿Ya estas mejor? -
- Estoy de maravilla – una gran sonrisa se forma en mi rostro y en el del igual.
- Me alegra saber que causo eso en ti, ahora vamos a comer algo y me cuentas que le dijiste a tus padres – los nombra y de una vez se borra la sonrisa, a pesar de todo ellos me hacen falta, siempre están ausentes, esa es otra razón por la cual no quiero alejarme de David, el llena un poco ese vacío y me hace sentir feliz – Adela ¿dije algo malo?
- No, vamos y te cuento -
- Está bien – me sirve lo que hizo de comer y cocina muy muy bien.
- Vaya, no está nada mal -
- Me alegra que te guste, ¿tu cocinas? -
- No en absoluto, soy pésima -
- ¿De verdad? -
- Si, porque crees que hay alguien que me prepara la comida -
- Mmm porque eres una niña consentida -
- No tonto, primero no soy consentida y segundo es porque todo lo que hago queda incomible -
- Oh entiendo, si quieres yo te puedo enseñar -
- ¿A cocinar? – lo miro y me muerdo el labio inferior, es que el fuego que el produce en mi interior es incontrolable, el enarca una ceja y se levanta hasta quedar al frente mío.
- A cocinar y a lo que tú quieras – lo enrollo con mis piernas y lo jalo de la camisa.
- Después la clase de cocina, por hoy quiero clase de sexo.
- Tus deseos son ordenes – me levanta de la silla y yo sigo enrollada en el cuerpo de él, nos adentramos en un profundo beso, me recuesta en el sillón, mientras me desviste – eres tan hermosa – acaricia mis pezones y en seguida se lleva uno a la boca y después el otro, se pone un condón y entra poco a poco en mí, y de verdad duele pero mi placer es mucho más grande que el dolor – ya te entro todo – me susurra al oído eso y no tengo ni la más remota idea del porque eso me calienta, sigue con sus embestidas lentas y suaves, pero mi cuerpo me pide más.
- M-más fuerte –
- ¿Estás segura? -
- Si – sus embestidas empiezan a ser más rápidas y fuertes, escucho el eco que hacen nuestros cuerpos a la hora de chocarse y a eso le sumo nuestros gemidos, eso es música para mí.
- ¿Puedo? – pone su mano en mi cuello esperando mi autorización para ahorcarme y asiento muy convencida con la cabeza – creo que te va a gustar el sexo duro – le sonrió y empieza hacer presión en mi cuello y eso me encanta, el, su cuerpo me encanta.
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TU CUERPO, MI NECESIDAD
Romance"Cuando es de madrugada y todas las luces están apagadas, algunas personas durmiendo, otras llorando o bebiendo por una relación fallida, mientras la mayoría de personas hacen eso queda un pequeño grupo de personas que están follando como animales s...