TU CUERPO, MI NECESIDAD

CAPITULO 19

CORTO INFIERNO

Adela

Salgo de esa casa y voy directo a la estación de autobuses empiezo a llorar y desearía que el tiempo se parara cuando estoy con él, todo paso tan rápido y parece que las promesas se fueran a desvanecer, miro el cielo y de el empiezan a caer gotas y eso era lo que me faltaba, que lloviera y nada que pasa el bus que necesito, la intensidad de la lluvia aumenta por montones, es en serio que mierda o tal vez el cielo también sienta esta inmensa tristeza y le dan ganas de llorar, me rio de mis propias estupideces, quien iba a pensar que después de pasar los dos meses mas feliz de toda mi vida después iba a vivir un completo infierno, ahora entiendo que todos esos filósofos no están del todo herrados al decir que la tierra es el verdadero infierno.

Después de esperar bajo la lluvia 15 minutos bajo la lluvia por fin llega el maldito autobús y cabe resaltar que tengo falda y camisa blanca, la cual esta transparente por la lluvia, definitivamente esta no es mi semana, me siento y espero la hora y media que se demora el bus a llegar hasta la mansión y por fin llegue, recuerdo como hace años llegaba aquí y la admiraba tanto, adoraba esta casa y el hoy llegar aquí y verla con desprecio y decepción es bastante difícil y además una muestra de cuanto han cambiado las cosas.

Camino hasta la puerta y busco las llaves dentro de mi bolso, pero antes de encontrarlas me topo con una caja pequeña, la abro y hay una tarjeta "David", debajo de ella esta un dije con una D y una A, una sonrisa se forma en mi rostro, vuelvo a guardar el dije en la caja y saco las llaves, tengo nervios, no sé qué me espera detrás de esta puerta, abro despacio y entro, todo esta en silencio, subo a mi cuarto y encuentro a mi papa sentado en mi cama, en medio del desastre de anoche, levanta la cabeza.

- Adela, ¿Dónde estabas? Yo – duda con lo que va a decirme – yo estaba realmente preocupado –

- Me quede con una amiga, anoche no quería venir aquí -

- Entiendo, pero no te puedes desaparecer así -

- Solo fue un día – entro a mi cuarto y alzo todo lo que rompí.

- ¿Por qué volviste tus cosas así? -

- Creo que a comparación de dejarle la cara morada a mi propia hija esto no es nada, solo son objetos, no sienten, ni les duele -

- Perdón -

- ¿Sabes? Uno no golpea a su hija por honor ni por dinero -

- Tu madre te golpeo por eso, no yo, sabes perfectamente que el apellido Castillo es la herencia de tu madre, así que, si el apellido pierde honor, a mi no me afecta, mis empresas tienen mi apellido y reconocimiento por mí, no por tu madre.

- ¿Entonces? Cual es tu excusa -

- Te engaño, el tenia novia, te vio la cara y tu no te hiciste respetar, me llené de ira, pero no debí golpearte -

- Ya sabia que tenia novia y si me hice respetar, ya no soy una niña, si paso lo que paso fue porque yo también quise -

- Perdón, pero debes entender que para mi sigues siendo mi niña y sabes el mucho amor que te tengo -

- Hasta ayer lo sabía, hoy no sé, papa no se lastima a quien se ama -

- Espero algún día logres perdonarme -

- Ojalá – me mira con tristeza.

- Tu mama te esta esperando en el salón -

- Ya voy -

Ya se para que me esta esperando y el pánico me invade nuevamente, es que si me quedo se que le van hacer daño a él, y si me voy no hay peros, solo que lo mas probable es que no lo vuelva a ver, bajo las escaleras y voy directo al salón, abro la puerta y solo esta ella, en un gran escritorio de madera, sentada en una silla de cuero, con su pierna cruzada, una copa de vino blanco en su mano y una mirada penetrante.

- Pasa y siéntate – le obedezco y la miro directamente a los ojos, a personas como ella no se le puede bajar nunca la mirada – ya que anoche nunca llegaste, dame tu decisión de una vez y cuando la tomes decides que papel firmar – los leo, uno es si me quedo, terminare mis estudios en casa, hasta que cumpla 18, a esa edad tendré que salir de casa y renunciar a mi apellido, además un riesgo a la libertad y vida de David, el otro si me voy, es un compromiso de incomunicación por 5 años con David así mismo mi madre se comprometerá a no hacerle nada a él.

- De verdad estas loca, pero quien me dice que si me voy esto será así -

- Porque va a tener mi firma, y sabes bien que tengo palabra tanto para bien y mal, cabe resaltar que si tu incumples con algo de eso a la hora de irte yo también romperé con mi parte -

- Espero que sea verdad -

- Te lo aseguro, ¿entonces que decides? -

- No puedes darme 5 minutos para pensar -

- No, esta decisión la debiste de tomar anoche y lo sabes, pero no te apareciste si no hasta hoy a esta hora, así que la tomas ya o sencillamente hare lo que yo quiera -

- Está bien, podrías pasarme una pluma -

- Aquí tienes – las dudas vuelven y no sé qué hacer – rápido – tomo una de las hojas y las firmo – muy bien -

- Firma de una vez, no quiero sorpresas -

- No las tendrás – toma el mismo papel y lo firma, tomo el otro papel y lo rompo.

- Ya sabes, uno nunca sabe, mejor prevenir que lamentar -

- Me queda más que claro, tu vuelo sale en una semana, allí tendrás una tutora por 3 meses que te va ayudar acomodarte, ya tienes apartamento y escuela, avísanos cuando escojas la universidad, yo de ti voy haciendo maletas, mañana en la mañana vamos de compras y quedaría todo listo para tu viaje -

- Está bien -

- Y no creo que te demores mucho empacando, ya que destruiste todo -

- Cosas que no necesito -

- Espero que allá te aprendas a comportar – salgo de ahí, y las lagrimas vuelven.