TU CUERPO, MI NECESIDAD

CAPITULO 15

ALGO SALIO MAL

Adela

Subo a mi cuarto y me cambio, es un pijama de pantalón y camiseta y como tengo que estar unos cuantos días sin sexo, es mejor no provocarlo a él; alisto todo para hacer tareas y bajo, me siento en el comedor y empiezo hacer mis trabajos, hago los ejercicios de algebra, después paso hacer un mapa de geografía y finalmente un resumen de historia, vuelvo arriba y dejo todo, caigo en cuenta que me demore 1 hora y en esa hora David no se asomó, ni me hablo, bajo las escaleras.

- David -

- Dime -

- ¿Estás bien? -

- Si, porque -

- Estabas muy callado -

- Estaba esperando a que acabaras – se acerca y me lleva a la sala -

- ¿Y esto? -

- Podemos hacer más que solo el amor, veamos una película y te prepare palomitas y perros calientes -

- Gracias – lo abrazo y me levanta del suelo, es una sensación tan bonita estar con él en otro ambiente, me hace sentir en el cielo – ¿qué película vamos a ver? –

- Una que me recuerda a ti, se llama perdona si te llamo amor –

Nos sentamos en la sala y empezamos a comer mientras vemos la película, no me imagine que fuera tan romántico, no lo pensaba así, pero me agrada, en un momento me toma de la mano y no me suelta en toda la película, se acaba la película y ambos estamos con una sonrisa en el rostro.

- Sabes no solo en las películas existen los finales felices, en nuestra realidad pese a que son pocos también hay finales felices, y Adela yo puedo ser tu final feliz, eso no quiere decir que todo va hacer perfecto, ni que nunca discutiremos – hace una pausa y nunca antes había prestado tanta atención a las palabras de alguien – habrán discusiones y malos momentos por supuesto que sí, lo que hace diferente y feliz a una pareja es saber resolver aquellos problemas y no olvidar el respeto mutuo, de verdad te quiero, sabes al principio pensé que era un capricho, pero a medida que fue pasando el tiempo me di cuenta que no eras solo un capricho, va algo mucho más allá, Adela de verdad te quiero-

- David tú siempre me dejas sin palabras, ni yo misma sé que es lo siento por ti, solo sé que es algo especial y bonito, y deseo como no te imaginas que esto funcione - 

- Queremos lo mismo princesa – nos besamos y pareciese que él y yo estuviéramos en una burbuja y solo existiéramos los dos.

Nos ponemos a recoger todo de la sala y pasamos a organizar la cocina, cuando finalmente terminamos de limpiar todo, vemos que ya son las 12 y tenemos que tratar de descansar lo que más podamos, estamos subiendo las escaleras y en eso escuchamos que intentan abrir la puerta.

- David mis papas -

- Adela que hacemos -

- Sube y te encierras en mi baño, rápido -

Espero en las escaleras a que abran la puerta y a penas me ven me fulminan con la mirada, pero que increíble, se van por días, me dejan a mi suerte y los bravos son ellos, que les pasa.

- Es verdad, ¿está aquí cierto? – es mi padre el que me pregunta y me mira de una manera tan despectiva que me muevo incomoda en mi lugar.

- No sé de qué hablas papa, estoy sola, como siempre -

- NO TE HAGAS LA ESTUPIDA ADELA – esta vez la que habla o mejor dicho grita es mi madre y a mí lo único que se me viene a la cabeza es David, pero es imposible que se hayan enterado de eso – responde, donde esta ese aprovechado -