🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)

23. Bangchan.

"Chris, cariño, por favor". Han pasado dos horas, casi tres, desde que Chris decidió darte el tratamiento de silencio. La causa de su actual sufrimiento tiene su origen en los acontecimientos que tuvieron lugar anoche.

Resulta que una amiga tuya de la universidad estaba de visita en la ciudad, y qué mejor manera de celebrar una ocasión excepcional que vestirse de gala e ir a una noche de chicas con un grupo de tus otras amigas. Chris accedió felizmente a dejarte ir, no necesitó mucho para convencerte ya que te confiaba todo y eso incluía que llegaras a casa de una pieza.

A medida que transcurrían las últimas horas de la noche y pasaban a la madrugada, Chris se preocupaba, comprobando su teléfono por enésima vez, ya que esperaba una llamada o un mensaje tuyo que le asegurara que estabas bien, o que al menos seguías vivo en alguna parte. Afortunadamente, consiguió ponerse al corriente de tu situación a través de una de tus amigas, gracias a que Jisung le consiguió el número aquella vez que quedasteis para una cita. "Hyung, dijo que (Y/n) se subió a un taxi hace diez minutos", explicó Jisung por teléfono. "Su teléfono también murió, así que esa es probablemente la razón por la que no has sabido de ella", añadió. "Muy bien, entendido. Gracias, Ji".

Strike uno. Tu yo borracho pensó que era una buena idea pedir un taxi, incluso rechazando la oferta de tu amiga de llevarte a casa. Insististe en que estabas bien y en que sólo les harías descarrilar el camino a casa, ya que la ruta de tu apartamento va en dirección contraria. Así que, en tu estado de semi-intoxicación, te subiste a un taxi y te dirigiste a casa.

Segundo strike. Anoche llegaste a casa luchando por mantener un cierto nivel de sobriedad. Los tacones en una mano y el embrague en la otra. No estabas completamente borracho, pero fue suficiente para cabrear a Chris, que se dio cuenta de tu estado de embriaguez.

Tercer strike. Sin embargo, Chris se ocupó pacientemente de ti. Te ayudó a quitarte la ropa, te quitó el maquillaje y te metió en la cama con él. Podrías haberte librado de lo que pasó, hasta que tu yo resacoso decidió traicionarte. Cuando Chris te sentó a desayunar, se las arregló para introducir los sucesos de la noche anterior, sacando el tema con cuidado para no agitarte ni hacerte sentir que te culpaba por haber salido a divertirte.

Sólo estaba preocupado, sobre todo al saber que te habías ido a casa tú sola sin ni siquiera haberte puesto en contacto con él. "Nena, podías haber tomado prestado el teléfono de uno de tus amigos y pedirme que viniera a recogerte", suspiró Chris mientras buscaba tu mano, colocando la suya sobre la tuya, sus dedos trazando círculos sobre tu piel.

"Lo sé y lo siento, pero ¿puedes regañarme después?", dijiste, con un tono un poco más duro de lo que pretendías, probablemente debido al dolor de cabeza persistente y a los efectos secundarios de tus bebidas de anoche. Sentías como si tu cráneo se partiera en dos y sólo querías comer y recuperarte en silencio. "Nena, no te estoy regañando. Sólo estaba..." Cortaste a Chris. "Está bien, lo entiendo, estabas preocupado pero me cuidé. Así que discutamos más tarde, ¿sí?", soltaste. Y saliste.

Al oír tu respuesta, la mandíbula de Chris se apretó, pareciendo visiblemente ofendido e irritado. Retiró su mano de la tuya, optando por cruzar los brazos sobre el pecho. Te mordiste la lengua cuando las palabras que escupiste se asentaron finalmente. Sonó mal y definitivamente no deberías haber dicho eso. Te preparaste para la discusión que estaba a punto de producirse, pero no llegó nada.

"De acuerdo". Eso fue todo lo que dijo antes de levantarse y marcharse. Tus ojos se abrieron de par en par ante la repentina constatación que te devolvió a la realidad, el feo resultado de tu repentino arrebato. Estabas a punto de levantarte y seguir a Chris para disculparte, sin embargo, el repentino dolor palpitante en tu cabeza te impidió levantarte de tu asiento. En su lugar, te viste obligado a volver a sentarte y revolcarte en la culpa.