🔞 straykids🔞 imaginas +18 (cierre de pedidos)

20. Chanlix y tu

"¿Estás seguro de que deberíamos hacer esto" Dejaste escapar un gemido cuando Félix te penetró sin previo aviso. "No te preocupes por eso, nena, Channie no va a estar en casa pronto, ¿recuerdas?" dijo Félix.

Asentiste, antes de que Félix te empujara suavemente. "Dios T/n, tu coño es tan apretado y perfecto", comentó. Félix continuó empujando dentro de ti. "Lix, por favor", le rogaste. "¿Por favor qué, nena?", preguntó Félix. "No pares, por favor, Lixie", gemiste. Félix se rió. "De acuerdo, nena", dijo.

Félix llevó su dedo a tu clítoris y frotó en círculos el sensible capullo. Inmediatamente apretaste sobre él, haciéndole gemir. "Mierda, nena, si sigues apretando sobre mí, voy a..."

"¿Qué vas a hacer Félix?", dijo una voz desde el marco de la puerta. Félix y tú levantaron inmediatamente la vista y vieron a su novio.

"Ch-Chan yo-no es-" "No, Félix, responde a mi pregunta", dijo Chan. Félix se mordió el labio. "Me voy a correr", murmuró. "¿Qué ha sido eso, pequeño?", preguntó Chan. "¡Me voy a correr, maestro!", admitió Félix. Chan se rió antes de tomar asiento en la silla libre de la habitación.

"Entonces, ¿por qué no continuáis?", os dijo chan a los dos. Félix y tú os mirasteis antes de que Félix tragara. "Sí, amo", respondió Félix. Félix comenzó a penetrarle de nuevo y usted volvió a apretarle. "Joder", gimió Félix. "¿Se siente bien su coño, Lixie?", preguntó Chan.

"Mmm", respondió Félix. "¿Sí? ¿Por qué no le frotas el clítoris otra vez?", ordenó Chan. Félix asintió y se sometió frotando su clítoris. "a-ahh Félix te sientes tan bien", gemiste. "¿Sí? ¿Su polla se siente bien, princesa, o su dedo?", preguntó Chan. "Su polla, señor", respondiste. "¿Ah, sí? ¿Quieres que Félix te haga correr, princesa?", continuó.

"Sí, señor, quiero que Félix me haga correr", dijiste. "¿Has oído eso, Lixie? ¿Por qué no aceleras para nuestra princesa?", comentó Chan. Félix empezó a empujar a un ritmo mucho mayor y pudiste sentir que llegabas al clímax. "¡Joder!", cantaste. "Maestro, ¿puedo correrme yo también?", preguntó Félix.

Chan se lo pensó un momento antes de sonreír. "Lo siento, pequeño, pero algún día tendrás que aprender a obedecerme", respondió Chan. "¡Por favor!", suplicó. Chan negó con la cabeza. "Os habéis portado muy mal", contestó Chan, "y si no me hacéis caso no os correréis en una semana". Félix gruñó, intentando contener el tiempo.

"¡Me corro!", gimoteaste. Chan se rió diabólicamente. "Entonces hazlo nena, córrete sobre la polla de Félix", te dijo. Y así te soltaste, apretando y soltando alrededor de Félix. Félix gimió. "Félix, sácalo ya", ordenó Chan. Félix lo sacó con una mirada desesperada. Chan se levantó de la silla y cogió algo de un cajón. Sacó un par de esposas y se las mostró a ti y a Félix.

"Félix ve a sentarte en la silla", dijo chan. Félix asintió y se sentó en la silla. Chan se acercó a Félix antes de poner los brazos de Félix detrás de la silla y esposar sus muñecas. "Princesa, ¿recuerdas dónde estaba toda la cuerda?", te preguntó Chan. Tú asentiste antes de señalar el armario. Chan sonrió y asintió.

Cogió unos cuantos hilos de cuerda, y procedió a caminar hacia Félix. "Voy a atarte los tobillos para que no puedas tocarte", le dijo Chan. Félix se quejó. "Pero..."

"Nada de peros", Chan cortó a Félix inmediatamente. El endurecido miembro de Félix brillaba con pre corrida y tu corrida.

"Tan bonito niño, me encantaría tocarte, pero tú y la princesa decidisteis romper las reglas", Chan hizo un mohín. Chan entonces se dio la vuelta y se arrastró por la cama. Te miró y luego te hizo un gesto con la mano para que te dieras la vuelta de forma que tu culo quedara frente a Félix. Chan entonces te puso boca abajo, dándole a Félix una clara mirada a tu coño.